Precariedad en el Zoo de Córdoba. Faltan inspecciones.

ABC de Sevilla. es, 28 Diciembre 2008.
El Zoo sigue en precario a los dos años de su reapertura y está pendiente de inspecciones.
CÓRDOBA. Persiste en el Zoológico una situación de provisionalidad y de improvisación similar a la que se produjo cuando, en septiembre de 2006, reabrió sus puertas después de permanecer más de cuatro años cerrado por obras de reforma. Entonces, las instalaciones de la avenida de Linneo se reinauguraron con una licencia provisional de la Junta de Andalucía, que es la Administración que vela por la seguridad de los visitantes y por las condiciones en las que se encuentran los animales.
Después de que el Ayuntamiento, propietario y gestor de la casa de fieras, hiciera durante meses varios retoques en las jaulas y en las zonas de tránsito de personas, la Junta concedió el permiso de apertura definitivo en marzo de 2008, según informó ayer a ABC el concejal de Medio Ambiente, Francisco Cobos.
«Se trata de una licencia para todo el conjunto zoológico, aunque faltan aún por hacer algunos ajustes en determinados recintos animales», añadió el edil de Izquierda Unida. Así, técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta girarán una inspección al parque zoológico a comienzos de 2009 para comprobar que el Consistorio ha acometido las actuaciones de mejora para subsanar una serie de «deficiencias», tal y como las calificó la propia Administración autonómica.
El informe que realicen los especialistas de la Administración autonómica no afectará al permiso definitivo -cuya vigencia no está en duda-, pero sí a determinados espacios donde viven las especies. Algunos de ellos podrían cerrarse si así lo aconseja la opinión de los inspectores. Tal es el caso del recinto de la elefanta, pendiente de una ampliación que aún no se ha hecho. Más alentadora es la situación de los leones, cuyo hábitat se ha agrandado siguiendo las recomendaciones de la Junta. Falta, no obstante, que los técnicos den su conformidad a la remodelación.
Además, los inspectores comprobarán que el Ayuntamiento ha cumplido con otra serie de requisitos que tienen que reunir los zoológicos según la ley y que el de Córdoba no satisfacía. Entre ellos se encuentran la falta de ambientación de determinados espacios y la poca vegetación en los enclaves en los que se cobijan varias especies. De otro lado, la Consejería de Medio Ambiente estará atenta a que los animales se hayan agrupado de acuerdo a su continente de procedencia, puesto que algunos de ellos estaban dispuestos en el Zoo sin seguir este criterio.
Orden de prioridades
Las instalaciones de la avenida de Linneo arrastran las citadas deficiencias desde su reapertura hace dos años. Pero no son las únicas. Una de las más llamativas es la que mantiene cerrados desde septiembre de 2006 los recintos de los ungulados (ciervos y especies hermanas).
Cuando hace dos años la Junta dio la licencia provisional, prohibió que esos espacios estuvieran abiertos al público y el Ayuntamiento los clausuró. Aún siguen cerrados y su reforma no se ha acometido. El concejal Francisco Cobos justificó la demora porque «en el Zoo ha habido reformas más urgentes».

ABC 28 Diciembre 2008.
Poca garra en la casa de fieras.
CÓRDOBA. La primera sorpresa del visitante al Zoo es que, aún habiendo tan pocas personas que pisen la casa de fieras, sean más numerosas que los animales que están a la vista. Porque un paseo por las instalaciones contiguas a la Ciudad de los Niños no deja de ser, a los más de dos años de su reapertura, un ejercicio de voluntarismo, sobre todo si uno va acompañado de un niño y no quiere volver a casa sin haber desenfundado la cámara de fotos.
Ayer, que hacía una mañana nublada y fría, la elefanta compartía protagonismo con el león y con el jaguar, que al contrario que en las jornadas calurosas que tanto abundan en la ciudad, estaban fácilmente localizables y no desaparecidos bajo techo. Sin embargo, cuesta recorrer el Zoo sin que a uno le invada una cierta sensación de frustración.
A pesar de la mejora incuestionable de las zonas de tránsito de personas y de algunos recintos animales, persiste el deslucimiento, que ayer estaba agravado por la imposibilidad de acceder a varias zonas -entre ellas, uno de los paseos centrales-. Según explicó a este periódico el concejal de Medio Ambiente, Francisco Cobos, el bloqueo de algunos enclaves se debe a una situación «coyuntural, pues se está podando el parque».
Aún así, las cubas con desperdicios repartidas por todo el recinto, los troncos a medio cortar y las plantas mal aseadas contribuían a dibujar un paisaje desolador. Por añadidura, varios espacios para animales, como los reservados para las recién adquiridas llamas y las avestruces, estaban cubiertos de mallas para preservar a los ejemplares del estrés.
El paso al Centro de Interpretación de la Naturaleza, con su interior muy descuidado, estaba vedado por uno de sus accesos principales, al parecer también por la poda, de la que no se le informaba a quienes pagaban el ticket. El bar funcionaba, pero la tienda estaba cerrada. Si alguien quería comprar algo tenía que preguntar en la ventanilla de la entrada al parque. Casi nadie reclamaba su apertura: el paseo no dejaba tan grato recuerdo como para llevarse un souvenir.