¡Lo que nos faltaba a los animalistas!
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La asociación Vida Universal, en colaboración con el Partido Antitaurino y contra el Maltrato Animal (Pacma) y la Fundación Equanimal, organizaron hoy en la Puerta del Sol la escenificación de un funeral en memoria de los millones de animales que mueren al año para la alimentación de las personas.
El acto comenzó con el recorrido del funeral desde la Puerta del Sol, pasando por las calles El Carmen y Preciados, hasta regresar a Sol. Durante el trayecto, varios asistentes, vestidos de luto y con sombreros en los hombres y velos en las mujeres, portaron un féretro con el cráneo de una vaca.
Los manifestantes llevaron múltiples pancartas y la representación fue amenizada con música litúrgica combinada con mensajes sobre el impacto del consumo de carne en el cambio climático, el número de animales que mueren cada año por ese motivo según cifras de la FAO (Fondo para la Agricultura y la Alimentación, de Naciones Unidas) y ventajas de ser vegetariano.
La marcha fúnebre estuvo encabezada por una pancarta con el lema "Los animales claman: ¡Dejadnos vivir!", mientras que en otros carteles se podía leer: "¡Dejadnos vivir! ¡Por favor, no me comas!", "La caza es siempre una forma de guerra", "Los animales somos tus amigos" o "El futuro es vegetariano".
A la finalización de esta marcha, el entierro simbólico continuó sobre un escenario colocado en la Puerta del Sol, donde varios miembros de Vida Universal clamaron a sus "fieles" como si estuvieran oficiando una misa, y el acto concluyó con una representación teatral que incluía la moraleja de los beneficios de la dieta vegetariana.
Uno de los portavoces de Vida Universal, José Vicente Cobo, declaró a Servimedia que "el futuro es vegetariano por ética, por salud, para evitar el cambio climático y porque contribuye a reducir el hambre".
En este sentido, Cobo añadió que anualmente mueren alrededor de 45.000 millones de animales en el mundo para alimentar a las personas y que un informe de la FAO afirma que todo el proceso de ganadería intensiva provoca el 18% del total de emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, con lo que, a su juicio, "dejar de comer carne contribuiría a frenar el cambio climático".
Además, aseguró que "algunos estudios dicen que la Naturaleza nos proporciona alimentos para 12.000 millones de personas. Entonces ¿por qué hay hambre? Muy sencillo: para producir un kilo de carne hacen falta de siete a dieciséis kilos de cereales para el engorde del ganado. Es decir, el ganado de los ricos se come el pan de los pobres, hay un problema de reparto".
El acto comenzó con el recorrido del funeral desde la Puerta del Sol, pasando por las calles El Carmen y Preciados, hasta regresar a Sol. Durante el trayecto, varios asistentes, vestidos de luto y con sombreros en los hombres y velos en las mujeres, portaron un féretro con el cráneo de una vaca.
Los manifestantes llevaron múltiples pancartas y la representación fue amenizada con música litúrgica combinada con mensajes sobre el impacto del consumo de carne en el cambio climático, el número de animales que mueren cada año por ese motivo según cifras de la FAO (Fondo para la Agricultura y la Alimentación, de Naciones Unidas) y ventajas de ser vegetariano.
La marcha fúnebre estuvo encabezada por una pancarta con el lema "Los animales claman: ¡Dejadnos vivir!", mientras que en otros carteles se podía leer: "¡Dejadnos vivir! ¡Por favor, no me comas!", "La caza es siempre una forma de guerra", "Los animales somos tus amigos" o "El futuro es vegetariano".
A la finalización de esta marcha, el entierro simbólico continuó sobre un escenario colocado en la Puerta del Sol, donde varios miembros de Vida Universal clamaron a sus "fieles" como si estuvieran oficiando una misa, y el acto concluyó con una representación teatral que incluía la moraleja de los beneficios de la dieta vegetariana.
Uno de los portavoces de Vida Universal, José Vicente Cobo, declaró a Servimedia que "el futuro es vegetariano por ética, por salud, para evitar el cambio climático y porque contribuye a reducir el hambre".
En este sentido, Cobo añadió que anualmente mueren alrededor de 45.000 millones de animales en el mundo para alimentar a las personas y que un informe de la FAO afirma que todo el proceso de ganadería intensiva provoca el 18% del total de emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, con lo que, a su juicio, "dejar de comer carne contribuiría a frenar el cambio climático".
Además, aseguró que "algunos estudios dicen que la Naturaleza nos proporciona alimentos para 12.000 millones de personas. Entonces ¿por qué hay hambre? Muy sencillo: para producir un kilo de carne hacen falta de siete a dieciséis kilos de cereales para el engorde del ganado. Es decir, el ganado de los ricos se come el pan de los pobres, hay un problema de reparto".