Hermano Toro
Hermano toro, que riegas las calles de España
con tu sangre, de pueblo en pueblo derramada.
Hermano toro, de ojos color de luna
con chispas de caramelo y piel de duna.
Que imploras vivir en paz,
por entre las jaras, bajo las encinas, por el olivar.
Qué cruel país éste que te convierte en blanco de su depravación
de mil maneras hecha ostentación
Sueltas, capeas, corridas, toros de fuego, eléctricas descargas,
arpones,
toros de cuerda, rejones,
Banderillas negras, ardientes, a fuego calentadas,
que de dolor destrozan tu mirada
Cuantas crueldades contigo cometidas,
por quienes disfrutan robándote la vida
Quisiera decirte muy alto que te amo,
que tu tortura es la mía y contra ella clamo
Porque no es cultura la tortura, ni hay arte ni lucimiento
en este circo romano de sufrimiento.
Símbolo de la oligarquía agropecuaria
que perpetúa su poder desde hace siglos en la negra España
No fue fácil tu vida,
hermano toro, por más que lo canten, por más que lo digan.
Ni durante los fríos invernales,
ni durante el verano, cuando cae el sol a raudales
A veces sin sombra, a veces sin agua,
a veces sin pastos, comido de moscas entre las aulagas.
Pero te rebelas cuando a ti te humillan,
cuando te apuñalan, cuando te acribillan.
Y ese es tu mal,
convertido en España en Fiesta Nacional
Cuanta sangre injustamente derramada
y cuanto dolor en tu mirada
Hermano toro, hermano,
¿Qué opinión te puede merecer el ser humano?
Autor: Purificación González de la Blanca
Fecha: 2008-10-07