Acariciar a un burro mejora la actividad cerebral

«» Pascual Rovira _ defensor de los burros
ALFREDO VALENZUELA
-¿Cuándo fue la última vez que le dijeron a usted que es muy burro?
-Mi mujer me lo está repitiendo constantemente.
-¿Qué dice el diccionario de la voz «burro» y qué debería decir?
-Queremos cambiar «persona ruda o de poco entendimiento» por «noble animal milenario amigo de la humanidad». Y si se pudiera incluir el término «vurro», sería para denominar a aquellos bípedos que siguen empleando mal nuestro alto concepto.
-¿Podríamos afirmar que usted es un asnólogo?
-Habría que inventar el término y poder descifrar los constantes mensajes que nos envía este animal.
-¿Mensajes? ¿Qué mensajes?
-Pues sobre su naturaleza y etología. El burro es un animal que es un gran desconocido para el hombre porque tiene mucha sensibilidad y ternura, y el hombre no se lo ha sabido sacar. Hay un proverbio islámico que dice «Sigue a un burro y encontrarás tu pueblo, sigue a una cabra y caerás a un precipicio». El burro tiene una especie de GPS que retiene las rutas y nunca te perderás si vas con uno.
-Se ha atrevido a proponer el burro como logotipo de partido político...
-Eso se lo dije a Loyola de Palacio, que se equivocaban en el PP al elegir la gaviota, que tenían que haber puesto un burro, porque el burro es el tótem de España, y más en un partido que, entonces, tenía a «Aznar», «Cascos» y «Mayor Oreja» ¡Con esos nombres!
-En su empeño de salvar al burro, ¿podríamos decir que es más tozudo que una mula?
-Como buen Tauro, nacido el día del agricultor, veintiséis de abril, somos los más obstinados entre los Tauro, y es imposible convencernos para abandonar un proyecto.
-Antes de dedicarse en exclusiva a los burros vendía ropa interior femenina, ¿no echa de menos aquel empleo?
-Aunque tenía mucho glamour, ahora con los burros mi cerebro genera mucha más dopamina, y si pruebo la leche de burra me convierto en todo un «latin lover».
-¿Sabe aproximadamente cuántos burros hay ahora en Andalucía y cuántos había hace un siglo?
-En nuestro país actualmente se calcula aproximadamente un millón de burros menos en los últimos cincuenta años.
-¿No hay ninguna ley que defienda al burro?
-La ley de protección de los animales queda bastante obsoleta.
-¿El burro es más inteligente que el caballo?
-Es mucho más reflexivo y filosófico, y cuando lo mimas es despabilado y lleno de imaginación.
-¿A los burros les gusta la música?
-Les encanta, su capacidad auditiva es muy superior a la de los humanos.
- Al igual que pasa con las personas ¿cada burro es un mundo?
-Por supuesto, influye todo, las estrellas, el lugar de nacimiento, su educación. Hago de mí la frase de Lucio Anneo Séneca de que «en otros tiempos se limitaban a alimentar el cuerpo como si fuera un servidor, pero hoy le sirven como si fuera un amo».
-¿Le debe mucho el burro a Juan Ramón Jiménez?
-Posiblemente sea uno de los escritores más poéticos y ecologistas, y ha sabido transmitir la ternura de estos rebuznadores celestiales.
-¿A qué se debe que el gremio de los escritores sea el más implicado con la pervivencia del burro?
-El sexto sentido de los escritores hace que tengan más sensibilidad para comprender a estos animales.
-¿Cuál es el rasgo más distintivo del burro apadrinado por José Saramago?
-Su carácter apasionado, como diría Henri Lacordaire, un sacerdote francés. Para ser feliz no necesita ni honores ni riquezas, lo estrictamente necesario basta para la alegría del cuerpo. Unas buenas tetas pueden más que unas obras completas.
-¿Qué pasó con los burros apadrinados por Rafael Alberti y por Camilo José Cela?
-Fue un amor a primera vista, y se produjo la copulación literaria entre las dos Españas irreconciliables.
-Ágata Ruíz de la Prada, que ha apadrinado otro burro, ¿ha diseñado alguna prenda para ellos?
-Ha prometido diseñar un pijama para su «Marny».
-¿Raúl del Pozo le explicó si el hecho de haber sido comentarista parlamentario durante años tuvo algo que ver para que apadrinara un burro?
-Mi gran amigo Raúl del Pozo es una de las mejores plumas de este país y «Júcar» representa su primera etapa combativa. Como diría Cela «ha sido inteligente porque ha sabido cambiar la hoz y el martillo por dos palos de golf».
-¿Hay una burroterapia?
-Se llama asnoterapia y lleva treinta años funcionando en Devon, Inglaterra. Parece ser que acariciar, cuidar y querer a un burro hace mejorar la actividad cerebral en todas las personas y en especial en niños autistas o con síndrome de Down.
-¿Qué podría decirme del proyecto editorial «Veinte rebuznos razonados y una canción inesperada»?
-Va a ser una gran aportación a la literatura borriquera, unos versos traducidos del lenguaje asnal al castellano.
-Van a hacer un concurso pintando con colas de burro ¿algún pintor las ha utilizado antes como pincel?
-Tenemos unas pinturas en las que ha colaborado «Miró», un burrito que ha venido desde Suiza hasta Rute en un viaje iniciático. Con la ayuda de Manuel Molina inauguramos una exposición. En París en 1910 ya un burrito, «Borodin», presentó una obra titulada «Puesta de Sol sobre el Adriático» que causó sensación en la sala de los Independientes.