Acusan al Zoo barcelonés de incumplir su código deontológico y normas internacionales.
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Diario ADN, 7 Mayo 2009
Los ecologistas acusan al Zoo barcelonés de incumplir su código deontológico
EFE , Barcelona Varias asociaciones de defensa de los animales han acusado al Zoo de Barcelona de incumplir tanto su código deontológico como normas internacionales al intentar adquirir una elefanta "enferma y decomisada" para que haga compañía a Susi, el único paquidermo que queda en las instalaciones.
La vicepresidenta de la Asociación Animalista Libera, Alejandra García, ha acusado al Zoo de recurrir al Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Salvaje (CITES), que gestiona el Ministerio de Economía, para obtener una elefanta que haga compañía a Susi en lugar de pedir un ejemplar a la Asociación Europea de Zoos y Acuarios, como es habitual.
García ha añadido que la elefanta, llamada Yoyo, que pretende incorporar el zoo en el plazo de un mes, se encuentra en las instalaciones del parque "Aqualeón" de Tarragona y es un animal "decomisado por el Ministerio de Economía", que es su actual propietario después de que hace catorce años el dueño del parque se declarara incapaz de mantener a los animales del parque.
La vicepresidenta ha advertido que Yoyo es un animal con "diversas heridas en las patas que le impiden caminar" y que está "enferma de tuberculosis humana" alertando que con su traslado a Barcelona podría "contagiar a otras especies animales y a la propia Susi", además de estar en un "estado salvaje".
La presidenta de la Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales (FADA), Carla Cornella, ha afirmado que si el zoo debe recurrir a estas vías para conseguir ejemplares "es porque nadie les quiere ofrecer ninguno ya que saben en que condiciones viven en el Zoo de Barcelona".
García ha reconocido que el Zoo está llevando a cabo algunas mejoras en el recinto de los paquidermos lo cual ha considerado que les da la razón cuando se quejan del estado en que vivía Susi, aunque las ha valorado como "insuficientes".
Los ecologistas han asegurado que Susi padece estrés y tiene comportamientos neuróticos, aunque el Zoo lo niega.
Los ecologistas acusan al Zoo barcelonés de incumplir su código deontológico
EFE , Barcelona Varias asociaciones de defensa de los animales han acusado al Zoo de Barcelona de incumplir tanto su código deontológico como normas internacionales al intentar adquirir una elefanta "enferma y decomisada" para que haga compañía a Susi, el único paquidermo que queda en las instalaciones.
La vicepresidenta de la Asociación Animalista Libera, Alejandra García, ha acusado al Zoo de recurrir al Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Salvaje (CITES), que gestiona el Ministerio de Economía, para obtener una elefanta que haga compañía a Susi en lugar de pedir un ejemplar a la Asociación Europea de Zoos y Acuarios, como es habitual.
García ha añadido que la elefanta, llamada Yoyo, que pretende incorporar el zoo en el plazo de un mes, se encuentra en las instalaciones del parque "Aqualeón" de Tarragona y es un animal "decomisado por el Ministerio de Economía", que es su actual propietario después de que hace catorce años el dueño del parque se declarara incapaz de mantener a los animales del parque.
La vicepresidenta ha advertido que Yoyo es un animal con "diversas heridas en las patas que le impiden caminar" y que está "enferma de tuberculosis humana" alertando que con su traslado a Barcelona podría "contagiar a otras especies animales y a la propia Susi", además de estar en un "estado salvaje".
La presidenta de la Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales (FADA), Carla Cornella, ha afirmado que si el zoo debe recurrir a estas vías para conseguir ejemplares "es porque nadie les quiere ofrecer ninguno ya que saben en que condiciones viven en el Zoo de Barcelona".
García ha reconocido que el Zoo está llevando a cabo algunas mejoras en el recinto de los paquidermos lo cual ha considerado que les da la razón cuando se quejan del estado en que vivía Susi, aunque las ha valorado como "insuficientes".
Los ecologistas han asegurado que Susi padece estrés y tiene comportamientos neuróticos, aunque el Zoo lo niega.