Aquí taurinos, en China "ursinos"
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China defiende el uso de osos criados en cautividad para extraerles la bilis
China salió al paso de las polémicas por la cría de osos en cautividad para extraerles la bilis, un compuesto muy preciado en medicina tradicional china, diciendo que el nivel de vida de estos animales ha mejorado mucho en los últimos años.
Durante más de 3.000 años la medicina tradicional china ha usado la bilis de oso como depurativo para curar cálculos biliares, fiebre, mejorar los procesos digestivos e incluso contra la impotencia sexual y el cáncer.
La bilis de oso es 'un ingrediente esencial en la medicina tradicional china', señalaron científicos anónimos chinos citados por el rotativo oficial 'China Daily'.
'Según sus defensores, su eficacia no puede ser igualada por productos sustitutivos', añadieron estas fuentes en referencia al uso de hierbas o de bilis de toro o cerdo que proponen los detractores del drenaje de bilis de oso.
En cuanto a los niveles de dolor que la técnica de extracción a través del bazo produce en el animal, el diario indica que desde 1988 se han mejorado los métodos para hacerlos más inocuos, pero 'es difícil decir qué efectos tiene en la salud del animal'.
Ultimamente, señalaron, 'se ha sustituido el catéter de metal o plástico que se usaba para drenar, por otro fabricado con tejido del propio oso', consistente en dos piezas de pared abdominal suturadas a la vesícula.
Cao Qingyao, portavoz de la Administración Estatal de Bosques, señaló ayer en rueda de prensa que las críticas al uso de especies en extinción para medicina tradicional china no reflejan las mejoras introducidas en el país asiático para proteger a los animales.
Fue en 1993 cuando una miembro de International Fund for Animal Welfare (Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales), visitó las granjas de bilis de oso en el sur de China y encontró a estos animales en una situación demencial, enjaulados y con heridas infectadas por los catéteres.
Tras la experiencia, esta activista llamada Jill Robinson decidió crear la Animal Asia Foundation (AAF, Fundación de Animales Asiáticos) para luchar contra esta práctica, y en el año 2000 consiguió el hito de firmar con el gobierno el rescate de 500 osos negros, en peligro de extinción, de estas granjas.
Desde esa fecha, unas 40 granjas de bilis fueron cerradas por las autoridades chinas y un total de 193 osos negros (también conocido como 'oso luna'), han sido liberados y enviados a un centro en Sichuan (suroeste chino), según datos de AAF.
Un reportaje publicado por el diario 'The Independent' esta semana sobre medicina tradicional china que citaba, entre otras prácticas, el uso de bilis de oso, reavivó de nuevo la susceptibilidad de Pekín.
El portavoz Cao rechazó las críticas que califican de 'inhumanas' estas prácticas y calificó el artículo, que mencionaba otras curas como el uso de garras de tigre o de miembros de ciervo, de 'injusto e incompleto'.
Citó como ejemplo de las mejoras en este ámbito que un total de 23 laboratorios cuentan con licencia desde 2005 para comerciar con monos destinados a experimentos, después de que su administración pusiera en marcha una campaña para acabar con su comercio ilegal.
Según la versión oficial, 'los científicos chinos empezaron a experimentar con la extracción de bilis de osos criados en granjas a mediados de la década de 1980 como una forma de frenar la caza furtiva y el comercio ilegal de estos animales'.
En enero de 2006 la Unión Europea pidió a China que suspendiera la cría de osos para extraer su bilis antes de los Juegos Olímpicos de 2008, algo que Pekín rechazó arguyendo que la extracción es 'totalmente inocua'.
La AAF calcula que en la década de 1990 había en China más de 400 granjas operativas con un total de 10.000 osos cautivos, parte de cuya bilis se exportaba a toda Asia; mientras que los últimos datos, de 1999, indican que 7.002 osos seguían cautivos en 247 granjas en China.
China salió al paso de las polémicas por la cría de osos en cautividad para extraerles la bilis, un compuesto muy preciado en medicina tradicional china, diciendo que el nivel de vida de estos animales ha mejorado mucho en los últimos años.
Durante más de 3.000 años la medicina tradicional china ha usado la bilis de oso como depurativo para curar cálculos biliares, fiebre, mejorar los procesos digestivos e incluso contra la impotencia sexual y el cáncer.
La bilis de oso es 'un ingrediente esencial en la medicina tradicional china', señalaron científicos anónimos chinos citados por el rotativo oficial 'China Daily'.
'Según sus defensores, su eficacia no puede ser igualada por productos sustitutivos', añadieron estas fuentes en referencia al uso de hierbas o de bilis de toro o cerdo que proponen los detractores del drenaje de bilis de oso.
En cuanto a los niveles de dolor que la técnica de extracción a través del bazo produce en el animal, el diario indica que desde 1988 se han mejorado los métodos para hacerlos más inocuos, pero 'es difícil decir qué efectos tiene en la salud del animal'.
Ultimamente, señalaron, 'se ha sustituido el catéter de metal o plástico que se usaba para drenar, por otro fabricado con tejido del propio oso', consistente en dos piezas de pared abdominal suturadas a la vesícula.
Cao Qingyao, portavoz de la Administración Estatal de Bosques, señaló ayer en rueda de prensa que las críticas al uso de especies en extinción para medicina tradicional china no reflejan las mejoras introducidas en el país asiático para proteger a los animales.
Fue en 1993 cuando una miembro de International Fund for Animal Welfare (Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales), visitó las granjas de bilis de oso en el sur de China y encontró a estos animales en una situación demencial, enjaulados y con heridas infectadas por los catéteres.
Tras la experiencia, esta activista llamada Jill Robinson decidió crear la Animal Asia Foundation (AAF, Fundación de Animales Asiáticos) para luchar contra esta práctica, y en el año 2000 consiguió el hito de firmar con el gobierno el rescate de 500 osos negros, en peligro de extinción, de estas granjas.
Desde esa fecha, unas 40 granjas de bilis fueron cerradas por las autoridades chinas y un total de 193 osos negros (también conocido como 'oso luna'), han sido liberados y enviados a un centro en Sichuan (suroeste chino), según datos de AAF.
Un reportaje publicado por el diario 'The Independent' esta semana sobre medicina tradicional china que citaba, entre otras prácticas, el uso de bilis de oso, reavivó de nuevo la susceptibilidad de Pekín.
El portavoz Cao rechazó las críticas que califican de 'inhumanas' estas prácticas y calificó el artículo, que mencionaba otras curas como el uso de garras de tigre o de miembros de ciervo, de 'injusto e incompleto'.
Citó como ejemplo de las mejoras en este ámbito que un total de 23 laboratorios cuentan con licencia desde 2005 para comerciar con monos destinados a experimentos, después de que su administración pusiera en marcha una campaña para acabar con su comercio ilegal.
Según la versión oficial, 'los científicos chinos empezaron a experimentar con la extracción de bilis de osos criados en granjas a mediados de la década de 1980 como una forma de frenar la caza furtiva y el comercio ilegal de estos animales'.
En enero de 2006 la Unión Europea pidió a China que suspendiera la cría de osos para extraer su bilis antes de los Juegos Olímpicos de 2008, algo que Pekín rechazó arguyendo que la extracción es 'totalmente inocua'.
La AAF calcula que en la década de 1990 había en China más de 400 granjas operativas con un total de 10.000 osos cautivos, parte de cuya bilis se exportaba a toda Asia; mientras que los últimos datos, de 1999, indican que 7.002 osos seguían cautivos en 247 granjas en China.