¿Ha olvidado su contraseña?
Beas 2007
archivado en:
Artículos
Los toros 'ensogaos', base de una fiesta con más de 450 años de tradición, cornearon a un corredor en el escroto, a otro en el ano, a un tercero en la mano y rompieron una pierna Cinco heridos, uno con la mano destrozada por un petardo, empañan las fiestas de Beas.
SUBIDÓN DE ADRENALINA. Decenas de mozos corren a uno de los toros 'ensogaos' que se soltaron ayer por las calles de Beas de Segura, en una fiesta de gran tradición. /M. RODRÍGUEZ
La explosión retumbó en la madrugada, en la hora confusa que mezcla a los madrugadores que se preparan para la diana de las seis y a noctámbulos que apuran la última ronda antes de lanzarse a despertar a todo Beas, que celebra sus fiestas de San Marcos. Fue un petardo. «Gordo», confirma el alcalde, Lope Morales. El artefacto le reventó en la mano izquierda a José Miguel M.L., de 20 años. Los primeros partes médicos indicaban que cuatro dedos habían quedado destrozados. «Arrancados», decían incluso fuentes consultadas en la Guardia Civil. Un incidente que enturbia una de las fiestas más señaladas y con más solera de todo el calendario provincial y al que hay que añadir cuatro heridos más en los encierros. Aunque estos últimos, como dicen en el pueblo, son cosas que no se pueden evitar cuando miles de personas juegan entre los cuernos de toros de quinientos kilos en una descarga de adrenalina que, cuentan los que la han probado, no tiene parangón.
José Miguel entró ayer al quirófano en el hospital de Úbeda a las cinco y media de la tarde. Llevaba la mano envuelta en vendas, por lo que ni sus allegados conocían el alcance real de los destrozos. «Está bien de ánimo para lo que le ha pasado», dicen los familiares consultados en su habitación. Le habían hecho una primera cura de urgencia en el hospital de la Sierra de Segura, de madrugada. Ante la gravedad de los daños, se limitaron a estabilizarlo, practicarle las primeras curas y mandarlo a Úbeda.
Artefactos prohibidos
El accidente se produjo en torno a las cuatro de la madrugada, indica la Guardia Civil. Al parecer José Miguel estaba con varios amigos. De fiesta, cerca del recinto acotado para los encierros. Por allí proliferan los garitos de las peñas. Tiraron petardos. Algo fue mal con uno de ellos y le explotó en la mano. El alcalde, Lope Morales, confirma que un bando municipal dictado por él mismo prohibía expresamente los artilugios pirotécnicos durante las fiestas. La Policía Local, asegura el primer edil, está investigando de dónde salió el petardo. Hasta que las pesquisas arrojen resultados, no se descarta incluso que se trate de un artefacto artesanal.
En el mismo hospital de Úbeda donde fue operado José Miguel está ingresado otro herido en las fiestas, aunque en los encierros. Un hombre con fractura del fémur de una pierna. Sufrió el percance en uno de los primeros toros de ayer. Por otra parte, en el hospital de Segura seguía ingresado ayer otro hombre de 55 años de edad corneado el miércoles por un toro en el muslo y el escroto. Su pronóstico, confirmaban en el centro médico, era leve. En los últimos encierros de la tarde de ayer otro mozo se llevó un pitonazo cerca del ano cuando corría a un astado. Aún hubo varios más que precisaron más por contusiones e incluso por herida de cornamenta en la mano.
Lope Morales destaca que dado que son miles de personas las que corren los toros y que había más de cuarenta reses de cuatro y cinco años (animales de más de 500 kilos) el parte de heridos en encierros sólo cabe enmarcarlo dentro de la normalidad.
Cada año, unos días antes del 25 de abril, la Sierra de Segura vibra en Beas y Arroyo del Ojanco, punto de encuentro de todos los amantes de los toros, de la tradición y de los devotos de San Marcos. Es la fiesta de los 'toros ensogaos', con siglos de antigüedad y que se ha convertido en una de las celebraciones con más nombre de la provincia, sobre todo desde que en el año 2001 se declarara Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
Sin duda el gran atractivo son los toros, que durante los días 24 y 25, en lo que se conoce como el San Marcos 'chico' y el verdadero San Marcos, respectivamente, se hacen los dueños de la calle y corren tras los jóvenes del pueblo que se atreven con estos animales, que quizás en el día 24 son de un tamaño inferior, pero el 25 se trata de toros «de los que se pueden encontrar en cualquier plaza», especifica el alcalde de Beas, Lope Morales.
La explosión retumbó en la madrugada, en la hora confusa que mezcla a los madrugadores que se preparan para la diana de las seis y a noctámbulos que apuran la última ronda antes de lanzarse a despertar a todo Beas, que celebra sus fiestas de San Marcos. Fue un petardo. «Gordo», confirma el alcalde, Lope Morales. El artefacto le reventó en la mano izquierda a José Miguel M.L., de 20 años. Los primeros partes médicos indicaban que cuatro dedos habían quedado destrozados. «Arrancados», decían incluso fuentes consultadas en la Guardia Civil. Un incidente que enturbia una de las fiestas más señaladas y con más solera de todo el calendario provincial y al que hay que añadir cuatro heridos más en los encierros. Aunque estos últimos, como dicen en el pueblo, son cosas que no se pueden evitar cuando miles de personas juegan entre los cuernos de toros de quinientos kilos en una descarga de adrenalina que, cuentan los que la han probado, no tiene parangón.
José Miguel entró ayer al quirófano en el hospital de Úbeda a las cinco y media de la tarde. Llevaba la mano envuelta en vendas, por lo que ni sus allegados conocían el alcance real de los destrozos. «Está bien de ánimo para lo que le ha pasado», dicen los familiares consultados en su habitación. Le habían hecho una primera cura de urgencia en el hospital de la Sierra de Segura, de madrugada. Ante la gravedad de los daños, se limitaron a estabilizarlo, practicarle las primeras curas y mandarlo a Úbeda.
Artefactos prohibidos
El accidente se produjo en torno a las cuatro de la madrugada, indica la Guardia Civil. Al parecer José Miguel estaba con varios amigos. De fiesta, cerca del recinto acotado para los encierros. Por allí proliferan los garitos de las peñas. Tiraron petardos. Algo fue mal con uno de ellos y le explotó en la mano. El alcalde, Lope Morales, confirma que un bando municipal dictado por él mismo prohibía expresamente los artilugios pirotécnicos durante las fiestas. La Policía Local, asegura el primer edil, está investigando de dónde salió el petardo. Hasta que las pesquisas arrojen resultados, no se descarta incluso que se trate de un artefacto artesanal.
En el mismo hospital de Úbeda donde fue operado José Miguel está ingresado otro herido en las fiestas, aunque en los encierros. Un hombre con fractura del fémur de una pierna. Sufrió el percance en uno de los primeros toros de ayer. Por otra parte, en el hospital de Segura seguía ingresado ayer otro hombre de 55 años de edad corneado el miércoles por un toro en el muslo y el escroto. Su pronóstico, confirmaban en el centro médico, era leve. En los últimos encierros de la tarde de ayer otro mozo se llevó un pitonazo cerca del ano cuando corría a un astado. Aún hubo varios más que precisaron más por contusiones e incluso por herida de cornamenta en la mano.
Lope Morales destaca que dado que son miles de personas las que corren los toros y que había más de cuarenta reses de cuatro y cinco años (animales de más de 500 kilos) el parte de heridos en encierros sólo cabe enmarcarlo dentro de la normalidad.
Cada año, unos días antes del 25 de abril, la Sierra de Segura vibra en Beas y Arroyo del Ojanco, punto de encuentro de todos los amantes de los toros, de la tradición y de los devotos de San Marcos. Es la fiesta de los 'toros ensogaos', con siglos de antigüedad y que se ha convertido en una de las celebraciones con más nombre de la provincia, sobre todo desde que en el año 2001 se declarara Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
Sin duda el gran atractivo son los toros, que durante los días 24 y 25, en lo que se conoce como el San Marcos 'chico' y el verdadero San Marcos, respectivamente, se hacen los dueños de la calle y corren tras los jóvenes del pueblo que se atreven con estos animales, que quizás en el día 24 son de un tamaño inferior, pero el 25 se trata de toros «de los que se pueden encontrar en cualquier plaza», especifica el alcalde de Beas, Lope Morales.
