Camarles, el Guantánamo de Cataluña.
archivado en:
Noticias
Portal del Medio Ambiente, 16 marzo 2009.
Camarles, el Guantánamo de Cataluña.- Autor: Fundación Altarriba
¿Dónde está el Obama que sea capaz de cerrar la vergüenza de la granja de macacos de Camarles, en Cataluña? Hay incluso una ley que prohíbe en territorio catalán esta actividad, pero al no tener carácter retroactivo no se puede aplicar en este caso. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, a pesar de otros pronunciamientos que señalaban la ilegalidad de esta granja, tras un largo litigio entre la Fundación Altarriba y la multinacional que la abanderaba, en contra de la opinión pública más significativa y en contra de lo que parecía evidente desde el punto de vista de la legalidad territorial, pronunció una setencia favorable a los intereses de la empresa y los macacos fueron condenados a servir de carne de comercio con destino a la experimentación.
Era una sentencia inapelable y la única vía que quedaba era la rebelión, pero Altarriba desistió de ella. Quedaba, sí, la posibilidad de que la Unión Europea prohibiera el tráfico de primates dentro de su territorio para fines comerciales, ya que esto supondría el estrangulamiento de su actividad. Así, los macacos arrancados de las selvas o procedentes de otras granjas, gracias a los miserables negocios globales de la empresa, ya no tendrían parada en Camarles o en otro lugar de Europa. ¿Está próxima esta posibilidad?
Hay negocios que hoy en día no se pueden permitir y, entre ellos, está cualquier tipo de tráfico con primates. Se sacrifican cada año millones de animales y se les tortura en pruebas de experimentación; todo tipo de animales caen en estas prácticas y la excusa es siempre el avance de la ciencia y la salud humana. Probablemente no exista hoy en el mundo una mayor falta de moral y de ética que la que se emplea en estas prácticas en las que intervienen negocios como la medicina, la cosmética, la limpieza y la industria de la guerra, pero que esto se lleve a cabo también con los primates y exista todavía quien lo defienda o consienta, supera nuestra concepción sobre lo que entendemos debe de ser nuestro comportamiento, y nuestros parlamentarios aquí y en la Unión Europea deberían ser capaces de reflexionar sobre estas acciones, y no andarse por las ramas a la hora de tomar posiciones y nosotros nos sentiríamos, sin duda, más orgullosos de ellos si así lo hicieran.
Seguir permitiendo el Guantánamo de Camarles como si no existiera, un centro que tuvo desde sus inicios la suma de muchas anomalías, añadidas a la incompetencia de buena parte de nuestras autoridades, con el remate final de unos jueces que, con extraños argumentos, dieron carpetazo al asunto para que pudiera continuar, es una auténtica vergüenza que no se debe olvidar.
Camarles, el Guantánamo de Cataluña.- Autor: Fundación Altarriba
¿Dónde está el Obama que sea capaz de cerrar la vergüenza de la granja de macacos de Camarles, en Cataluña? Hay incluso una ley que prohíbe en territorio catalán esta actividad, pero al no tener carácter retroactivo no se puede aplicar en este caso. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, a pesar de otros pronunciamientos que señalaban la ilegalidad de esta granja, tras un largo litigio entre la Fundación Altarriba y la multinacional que la abanderaba, en contra de la opinión pública más significativa y en contra de lo que parecía evidente desde el punto de vista de la legalidad territorial, pronunció una setencia favorable a los intereses de la empresa y los macacos fueron condenados a servir de carne de comercio con destino a la experimentación.
Era una sentencia inapelable y la única vía que quedaba era la rebelión, pero Altarriba desistió de ella. Quedaba, sí, la posibilidad de que la Unión Europea prohibiera el tráfico de primates dentro de su territorio para fines comerciales, ya que esto supondría el estrangulamiento de su actividad. Así, los macacos arrancados de las selvas o procedentes de otras granjas, gracias a los miserables negocios globales de la empresa, ya no tendrían parada en Camarles o en otro lugar de Europa. ¿Está próxima esta posibilidad?
Hay negocios que hoy en día no se pueden permitir y, entre ellos, está cualquier tipo de tráfico con primates. Se sacrifican cada año millones de animales y se les tortura en pruebas de experimentación; todo tipo de animales caen en estas prácticas y la excusa es siempre el avance de la ciencia y la salud humana. Probablemente no exista hoy en el mundo una mayor falta de moral y de ética que la que se emplea en estas prácticas en las que intervienen negocios como la medicina, la cosmética, la limpieza y la industria de la guerra, pero que esto se lleve a cabo también con los primates y exista todavía quien lo defienda o consienta, supera nuestra concepción sobre lo que entendemos debe de ser nuestro comportamiento, y nuestros parlamentarios aquí y en la Unión Europea deberían ser capaces de reflexionar sobre estas acciones, y no andarse por las ramas a la hora de tomar posiciones y nosotros nos sentiríamos, sin duda, más orgullosos de ellos si así lo hicieran.
Seguir permitiendo el Guantánamo de Camarles como si no existiera, un centro que tuvo desde sus inicios la suma de muchas anomalías, añadidas a la incompetencia de buena parte de nuestras autoridades, con el remate final de unos jueces que, con extraños argumentos, dieron carpetazo al asunto para que pudiera continuar, es una auténtica vergüenza que no se debe olvidar.