Cazalilla no renuncia a la tradición y vuelve a arrojar la pava desde el campanario
Los ecologistas denuncian y la Junta sanciona todos los años
El Ayuntamiento defiende que no hay maltrato para el animal
Mª Amelia Brenes | Jaén
Actualizado domingo 03/02/2013 19:49 horas
Como cada 3 de febrero, Cazalilla amanecía este domingo de fiesta para celebrar el día de San Blas, el patrón de esta localidad situada en plena campiña jiennense. A las dos de la tarde, ya se habían vendido todas las roscas bendecidas que se habían preparado para la ocasión unas 3.000, algunas menos que el año pasado, ésas que según la tradición ayudan a combatir la tos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/03/andalucia/1359916872.html
Ya por la tarde, los vecinos se echaban a la calle, con la ilusión del festejo y la inquietud de no saber si podrían cumplir con la costumbre y arrojar a una pava desde el campanario de la iglesia, una práctica que pudo nacer como acto de reconciliación entre dos familias enfrentadas o en relación con los sorteos populares que organizaban las cofradías de ánimas para recoger fondos.
"Es una tradición de hace muchísimos años y no nos la pueden quitar. ¿Cómo nos la van a quitar?", decía una vecina, incómoda ante la presencia de los medios de comunicación. Los ecologistas 'molestan' aún más, porque son ellos los que cada año denuncian el lanzamiento, que consideran maltrato animal y que últimamente termina siempre con una sanción de 2.001 euros por parte de la Junta de Andalucía para el que arroja la pava.
"La pagamos los vecinos. Vamos al banco y podemos lo que podemos, porque es nuestra tradición y no queremos que nos la quiten. Lo que haya que hacer, se hace", comentaba otra cazalillera, insistiendo en que el animal no sufre ningún daño. "En tiempos de Guerra era otra cosa, pero ahora mismo la pava muere de vieja, criando en los corrales. Como no sea que llegue ahora una época mala".
"La pava no sufre ningún daño", recalcaba la concejal de Festejos, Lidia Raya, saltándose la neutralidad que mantiene normalmente el Ayuntamiento en este asunto, y que se pone de manifiesto dejando el lanzamiento fuera del programa de fiestas, que incluye exposiciones, eventos deportivos, actuaciones infantiles y verbenas, además de los actos religiosos.
"Esperemos que esto continúe durante muchos años y que la gente de los alrededores se anime a venir, que ésta es una fiesta popular muy tranquila y muy pacífica", añadía la edil poca antes de la que el ave –donada por Aurora Jiménez, Hermana Mayor de la cofradía de San Blas– fuese finalmente lanzada desde el campanario para caer en manos de Pedro, un vecino de Fuerte del Rey.
"Lamentablemente, estaremos un año más vigilantes y un año más se volverá a lanzar y un año más denunciaremos y meses más tarde, un año más, nos informarán de que se ha puesto la sanción mínima de entre las posibles", vaticinaba, hace unos días, Luis Gilpérez, vicepresidente de la Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales (Asanda), un colectivo que lleva denunciando la costumbre desde 1989.