Circo en Almería. El domador," una profesión que exige unas condiciones de vida muy duras" (para los animales).
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Diario El Almería, 1 agosto 2008.
Los reyes de la selva, domados por un joven de 20 años.
El Circo Roma Dola permanece abierto hasta el domingo · Cuenta con varios leones, tigres, ponis e hipopótamos.
Juan R. Belloso / Aguadulce
A primeras horas de la mañana de ayer, a escasos metros de la tercera rotonda de Aguadulce, un padre y su hijo lanzaban pedazos de pan a Dumbo, un elefante asiático que trabaja para el espectáculo del Circo Roma Dola desde hace más de cincuenta años.
Su domador, el joven Ricardo Dola, explicó a El Almería el día a día de una profesión que exige unas condiciones de vida muy duras, pero que sigue causando gran expectación en todos los rincones del planeta. "Lo primero que debe hacer un domador de fieras es cambiar la conducta natural del animal, es decir, reducir el comportamiento agresivo y desarrollar su sociabilidad. Cada uno tiene un carácter y hay que saber respetarlos", dice.
Con tan sólo 20 años, Ricardo es capaz de dominar a más de quince animales. Algunos de ellos están considerados como los auténticos reyes de la selva. "Dumbo ha actuado junto a dos generaciones de mi familia. Le he enseñado a saludar y a realizar diversas poses. Es el resultado de muchas horas de trabajo. Es muy tranquilo, sólo se pone nervioso cuando molesto a los dromedarios, que son sus mejores amigos", explica.
Dumbo come diariamente varios sacos de avena, alfalfa y frutas. Debe mantener siempre la misma dieta porque corre el riesgo de sufrir problemas digestivos. El método de enseñanza es muy sencillo. En cuanto el animal asimila que sólo se trata de un juego y que, cuando lo hace bien, le dan de comer, el resto suele ir sobre ruedas. Justo al lado de Dumbo descansaba Saz, un joven dromedario proveniente de Egipto capaz de hacer una gran variedad de movimientos. "Ha aprendido a sentarse.
A subir sobre un trapecio y a dar giros muy originales. Los enseñamos desde pequeños y tienen un carácter muy noble. Si los cuidas pueden llegar a vivir durante muchos años. Lo único que he necesitado para domesticarlos ha sido paciencia, una pequeña fusta y cientos de toneladas de fruta", indica.
Al otro lado del recinto descansaban los leones, los tigres, el guepardo y la pantera. Estos animales requieren una atención especial ya que , a partir del primer año, el domador se juega la vida en todos los espectáculos y ensayos. "Tenemos tres machos de león, nueve hembras, un tigre y un guepardo. Todos conviven juntos. De hecho, es muy común ver cómo la leona lame al tigre y éste muestra su cariño", detalla.
Dola los ha tenido a todos ellos en sus brazos. Como quien dice, ha sido su única madre y la mano que siempre les ha dado de comer. "Los cuido como si fuesen hijos míos. Todos están vacunados y han sido examinados por un veterinario. Nunca me han atacado porque siempre he sabido entenderlos. Hay personas que se acercan mucho a la jaula porque ven cómo los toco con la mano. Son unos inconscientes".
El animal conoce el olor de su amo, en cuanto se acerca una persona que no identifica, puede sacar a la luz su instinto asesino.
Los reyes de la selva, domados por un joven de 20 años.
El Circo Roma Dola permanece abierto hasta el domingo · Cuenta con varios leones, tigres, ponis e hipopótamos.
Juan R. Belloso / Aguadulce
A primeras horas de la mañana de ayer, a escasos metros de la tercera rotonda de Aguadulce, un padre y su hijo lanzaban pedazos de pan a Dumbo, un elefante asiático que trabaja para el espectáculo del Circo Roma Dola desde hace más de cincuenta años.
Su domador, el joven Ricardo Dola, explicó a El Almería el día a día de una profesión que exige unas condiciones de vida muy duras, pero que sigue causando gran expectación en todos los rincones del planeta. "Lo primero que debe hacer un domador de fieras es cambiar la conducta natural del animal, es decir, reducir el comportamiento agresivo y desarrollar su sociabilidad. Cada uno tiene un carácter y hay que saber respetarlos", dice.
Con tan sólo 20 años, Ricardo es capaz de dominar a más de quince animales. Algunos de ellos están considerados como los auténticos reyes de la selva. "Dumbo ha actuado junto a dos generaciones de mi familia. Le he enseñado a saludar y a realizar diversas poses. Es el resultado de muchas horas de trabajo. Es muy tranquilo, sólo se pone nervioso cuando molesto a los dromedarios, que son sus mejores amigos", explica.
Dumbo come diariamente varios sacos de avena, alfalfa y frutas. Debe mantener siempre la misma dieta porque corre el riesgo de sufrir problemas digestivos. El método de enseñanza es muy sencillo. En cuanto el animal asimila que sólo se trata de un juego y que, cuando lo hace bien, le dan de comer, el resto suele ir sobre ruedas. Justo al lado de Dumbo descansaba Saz, un joven dromedario proveniente de Egipto capaz de hacer una gran variedad de movimientos. "Ha aprendido a sentarse.
A subir sobre un trapecio y a dar giros muy originales. Los enseñamos desde pequeños y tienen un carácter muy noble. Si los cuidas pueden llegar a vivir durante muchos años. Lo único que he necesitado para domesticarlos ha sido paciencia, una pequeña fusta y cientos de toneladas de fruta", indica.
Al otro lado del recinto descansaban los leones, los tigres, el guepardo y la pantera. Estos animales requieren una atención especial ya que , a partir del primer año, el domador se juega la vida en todos los espectáculos y ensayos. "Tenemos tres machos de león, nueve hembras, un tigre y un guepardo. Todos conviven juntos. De hecho, es muy común ver cómo la leona lame al tigre y éste muestra su cariño", detalla.
Dola los ha tenido a todos ellos en sus brazos. Como quien dice, ha sido su única madre y la mano que siempre les ha dado de comer. "Los cuido como si fuesen hijos míos. Todos están vacunados y han sido examinados por un veterinario. Nunca me han atacado porque siempre he sabido entenderlos. Hay personas que se acercan mucho a la jaula porque ven cómo los toco con la mano. Son unos inconscientes".
El animal conoce el olor de su amo, en cuanto se acerca una persona que no identifica, puede sacar a la luz su instinto asesino.