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Artículos
La falta de asistencia médica impide el encierro por el campo de Armuña de Tajuña
David Sierra
27/08/2007
La Guardia Civil no permitió la suelta de las reses al no haber médico ni cirujano. Además, la UVI móvil era una simple ambulancia y en el quirófano no había ni un botiquín de primeros auxilios
Ánimos encrespados, pitos y un buen número de personas cabreadas fue lo que resultó del tradicional encierro por el campo que se debería haber efectuado el pasado sábado en Armuña de Tajuña y que, finalmente no se realizó por circunstancias ajenas a la organización.
Una hora antes de la previsible suelta de dos toros por el campo programada para ese día y anunciada a bombo y platillo, la plaza de toros instalada en la plaza del pueblo se abarrotaba de participantes y público que, aún con paciencia, esperaban el inicio del festejo mientras los organizadores ultimaban los preparativos. Cada uno buscaba su mejor ubicación para la salida o simplemente para ocupar un buen lugar desde donde visionar a las reses. La expectación era aún mayor pues corría el rumor de que los astados eran bastante grandes, algo que desde que salió en vigor la nueva normativa taurina restringiendo la edad de las reses en las sueltas camperas a menos de tres años es complicado de ver.
Mientras, por los alrededores del municipio, el público espectador también se colocaba en aquellos lugares que consideraban más propicios para ver el espectáculo.
Una vez revisado el lugar por donde debían desplazarse las reses y lanzados los dos primeros cohetes que anunciaban la inminente salida de las mismas, sin embargo, había algo que lo impediría. Se trababa, sin ir más lejos, de la falta del médico encargado de cubrir el festejo, una figura necesaria desde la aprobación de la citada normativa con el fin de garantizar la seguridad del acontecimiento. Al principio y a pesar de que los nervios por la tardanza comenzaban a fluir, no se le dio demasiada importancia pues se pensaba en que todo era un pequeño retraso. Sin embargo, según iba pasando el tiempo el nerviosismo se fue acumulando, más aún cuando se conocía el rumor de que el facultativo no había acudido porque "pensaba que el encierro era otro día", recalcaban algunas fuentes cercanas a la organización.
Ante esta situación, la Guardia Civil impidió la suelta de manera temporal hasta la personación de un doctor que, una hora más tarde de la señalada para el inicio del festejo hizo aparición. Parecía que esta vez si se iba a celebrar y no habría más impedimentos para realizar la suelta y cuando todos volvían a tomar posiciones, de nuevo algo fallaba.
Y es que tras la llegada del médico y la revisión del material que debería estar preparado en el quirófano móvil llevado para la ocasión, resulta que este no contenía ni siquiera un botiquín de primeros auxilios, a lo que se añadió la falta también de un cirujano, por lo que la facultativa no autorizó la suelta bajo su responsabilidad, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a impedir el festejo.
En declaraciones para LA CRÓNICA DE GUADALAJARA, el ganadero Felipe Gómez Espada, cuyas reses son las que iban a ser soltadas esa tarde, ha declarado que la razón de la no celebración del festejo fue "porque los médicos no acudieron", algo a lo que Gómez achaca a "cosas políticas" aunque no ha querido especificar cuáles. Según ha explicado el ganadero de la localidad, "tampoco vinieron el cirujano y el ATS" y exculpa al médico que se presentó tarde "porque no le correspondía venir a él y vino con toda la buena intención".
Además, el ganadero denuncia que "la UVI móvil era una simple ambulancia y no había quirófano". Gómez Espada figuraba como uno de los organizadores del festejo quien, según indica, delegó en el médico Jesús Serrano el trabajo de hacerse cargo de la tramitación de la presencia médica. Al parecer, según ha investigado LA CRÓNICA DE GUADALAJARA este último envió un fax con los certificados médicos a la Gestoría Aranda, cuya ubicación se encuentra muy cerca de la delegación de la Junta, solicitando el favor de presentar dichos certificados al gobierno regional. Según ha indicado José María Alonso, responsable de esta empresa, "recibí un fax de unos certificados médicos para llevarlos a la delegación de la Junta porque nos encontramos cerca de ella y así lo hice, pero nosotros no tenemos nada que ver con Armuña porque no llevamos sus festejos".
Según indica Alonso "la responsabilidad de lo ocurrido es del empresario que se encarga de hacer los papeles por no asegurarse de que todo está en orden antes del festejo".
Por su parte, Felipe Gómez Espada propone que la ley taurina debería obligar a las asistencias médicas a estar unas horas antes de los festejos y sancionarles si no aparecen para evitar que puedan ocurrir hechos como los acontecidos el pasado sábado. El ganadero ha expresado que quiere que se sepa cuanto antes lo ocurrido porque se ha perjudicado gravemente su imagen y la del pueblo.
De momento, la fecha del encierro ha sido aplazada en un mes, aunque aún no está concretada, a la espera de depurar las responsabilidades.
David Sierra
27/08/2007
La Guardia Civil no permitió la suelta de las reses al no haber médico ni cirujano. Además, la UVI móvil era una simple ambulancia y en el quirófano no había ni un botiquín de primeros auxilios
Ánimos encrespados, pitos y un buen número de personas cabreadas fue lo que resultó del tradicional encierro por el campo que se debería haber efectuado el pasado sábado en Armuña de Tajuña y que, finalmente no se realizó por circunstancias ajenas a la organización.
Una hora antes de la previsible suelta de dos toros por el campo programada para ese día y anunciada a bombo y platillo, la plaza de toros instalada en la plaza del pueblo se abarrotaba de participantes y público que, aún con paciencia, esperaban el inicio del festejo mientras los organizadores ultimaban los preparativos. Cada uno buscaba su mejor ubicación para la salida o simplemente para ocupar un buen lugar desde donde visionar a las reses. La expectación era aún mayor pues corría el rumor de que los astados eran bastante grandes, algo que desde que salió en vigor la nueva normativa taurina restringiendo la edad de las reses en las sueltas camperas a menos de tres años es complicado de ver.
Mientras, por los alrededores del municipio, el público espectador también se colocaba en aquellos lugares que consideraban más propicios para ver el espectáculo.
Una vez revisado el lugar por donde debían desplazarse las reses y lanzados los dos primeros cohetes que anunciaban la inminente salida de las mismas, sin embargo, había algo que lo impediría. Se trababa, sin ir más lejos, de la falta del médico encargado de cubrir el festejo, una figura necesaria desde la aprobación de la citada normativa con el fin de garantizar la seguridad del acontecimiento. Al principio y a pesar de que los nervios por la tardanza comenzaban a fluir, no se le dio demasiada importancia pues se pensaba en que todo era un pequeño retraso. Sin embargo, según iba pasando el tiempo el nerviosismo se fue acumulando, más aún cuando se conocía el rumor de que el facultativo no había acudido porque "pensaba que el encierro era otro día", recalcaban algunas fuentes cercanas a la organización.
Ante esta situación, la Guardia Civil impidió la suelta de manera temporal hasta la personación de un doctor que, una hora más tarde de la señalada para el inicio del festejo hizo aparición. Parecía que esta vez si se iba a celebrar y no habría más impedimentos para realizar la suelta y cuando todos volvían a tomar posiciones, de nuevo algo fallaba.
Y es que tras la llegada del médico y la revisión del material que debería estar preparado en el quirófano móvil llevado para la ocasión, resulta que este no contenía ni siquiera un botiquín de primeros auxilios, a lo que se añadió la falta también de un cirujano, por lo que la facultativa no autorizó la suelta bajo su responsabilidad, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a impedir el festejo.
En declaraciones para LA CRÓNICA DE GUADALAJARA, el ganadero Felipe Gómez Espada, cuyas reses son las que iban a ser soltadas esa tarde, ha declarado que la razón de la no celebración del festejo fue "porque los médicos no acudieron", algo a lo que Gómez achaca a "cosas políticas" aunque no ha querido especificar cuáles. Según ha explicado el ganadero de la localidad, "tampoco vinieron el cirujano y el ATS" y exculpa al médico que se presentó tarde "porque no le correspondía venir a él y vino con toda la buena intención".
Además, el ganadero denuncia que "la UVI móvil era una simple ambulancia y no había quirófano". Gómez Espada figuraba como uno de los organizadores del festejo quien, según indica, delegó en el médico Jesús Serrano el trabajo de hacerse cargo de la tramitación de la presencia médica. Al parecer, según ha investigado LA CRÓNICA DE GUADALAJARA este último envió un fax con los certificados médicos a la Gestoría Aranda, cuya ubicación se encuentra muy cerca de la delegación de la Junta, solicitando el favor de presentar dichos certificados al gobierno regional. Según ha indicado José María Alonso, responsable de esta empresa, "recibí un fax de unos certificados médicos para llevarlos a la delegación de la Junta porque nos encontramos cerca de ella y así lo hice, pero nosotros no tenemos nada que ver con Armuña porque no llevamos sus festejos".
Según indica Alonso "la responsabilidad de lo ocurrido es del empresario que se encarga de hacer los papeles por no asegurarse de que todo está en orden antes del festejo".
Por su parte, Felipe Gómez Espada propone que la ley taurina debería obligar a las asistencias médicas a estar unas horas antes de los festejos y sancionarles si no aparecen para evitar que puedan ocurrir hechos como los acontecidos el pasado sábado. El ganadero ha expresado que quiere que se sepa cuanto antes lo ocurrido porque se ha perjudicado gravemente su imagen y la del pueblo.
De momento, la fecha del encierro ha sido aplazada en un mes, aunque aún no está concretada, a la espera de depurar las responsabilidades.
