Comunicado de prensa Proyecto Gran Simio
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El Proyecto Gran Simio pide a las autoridades municipales de Jerez de la Frontera (Cádiz) que no autorice la instalación de circos con animales dentro de su municipio y pide un boicot a todos los ciudadanos para que nadie vaya a ver el circo Alaska.
El Proyecto Gran Simio (PGS) pide a las Autoridades Municipales de Jerez de la Frontera (Cádiz), que no autoricen la entrada de circos donde exhiben animales salvajes, debido al maltrato de los mismos para realizar los números a los que son sometidos y de la forma en que los mantienen en sus reducidas jaulas, que infringen la normativa sobre bienestar animal. Esta organización lanza un mensaje a las Autoridades Autonómicas para que no permitan la instalación en ningún municipio de Andalucía, de circos con animales. Si tanto las Autoridades Municipales como las Autonómicas andaluzas demuestran permisividad, están siendo cómplices del maltrato de los animales que en ellos viajan y responsables de sus vidas.
El entrenamiento para realizar los números, es una agresión psicológica y fisiológica del animal, donde se utilizan técnicas bárbaras. Es forzado a adoptar comportamientos antinaturales y artificiales por medio de la violencia, que después practican ante el público por temor y ante los aplausos que son ajenos al sufrimiento de los animales. Esta ONG denuncia que entre los métodos y “persuasión”, se encuentran varas, estacas con pinchos, látigos, cadenas, collares ajustados, bozales, picanas eléctricas, ganchos puntiagudos, todo ello oculto ante el espectador.
Además se ha constatado la utilización en el circo Alaska instalado en Jerez de la Frontera, de dos chimpancés en algunos de los espectáculos realizados, por lo que según el Proyecto Gran Simio con la nueva Ley que es apoyada por el Congreso de los Diputados y que saldrá en un año, esta práctica será delito, por lo que estará penado por la Ley.
Desde esta misma organización aclaran que el circo es entretener y divertir, pero es incongruente que sea a costa del sufrimiento y muerte de los animales. Ellos no han elegido ser sometidos para actuar en el mundo del espectáculo. Los circos deben evolucionar, y ofrecer una imagen centrada en las habilidades, el arte y la virtuosidad de las personas que elijan voluntariamente esta profesión. Así pueden ofrecer actuaciones con malabarismos, acrobacias, teatro, magia, coreografías, payasos, sin necesidad de seguir esclavizando animales.
“Los circos donde emplean animales salvajes o exóticos, son verdaderas escuelas de tortura y maltrato animal que toda persona debería evitar para erradicar esta práctica inútil. Existen alternativas que suplen este maltrato animal. Ir a un circo para disfrutar de un espectáculo donde intervienen animales, aunque lo veamos gracioso, es contribuir al infierno de dolor y muerte en los que se encuentran sometidos. Como personas que apreciamos la dignidad humana, debemos evitar este tipo de espectáculos y pedir a las Autoridades municipales, que no den permiso para que se instale en nuestro municipio, estas máquinas de tortura. En el circo Alaska, además del empleo de otros animales, se están utilizando en varios números a dos chimpancés” ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS) en España, Asociación cuya sede nacional se encuentra en Tres Cantos (Madrid).
Resulta más positivo para los niños el poder admirar las habilidades, ingenio y talento del ser humano, frente a observar animales aterrorizados realizando acciones desnaturalizadas. La percepción que seda en este caso del mundo animal y la naturaleza es muy triste y poco educativa.
Pedro Pozas señala que hay que enseñar a nuestros hijos a entender y apreciar el mundo y sus demás habitantes en su entorno natural, no en el ridículo, el maltrato y la humillación a que se ven sometidos los animales en los circos. Hay que tener en cuenta que estos animales por imposición, se ven forzados a realizar un sin fin de actividades nada comunes en su hábitat natural. Imágenes estas, que retenidas a través de los ojos del público infantil, le deforman para un posterior proceso educativo de respeto hacia los animales y la Naturaleza.
Una de las conclusiones de la conferencia de 1981 de la Asociación de Profesores Tutores decía: "A los niños se les debería disuadir de asistir a cualquier tipo de exhibición o atracción que involucre a animales en manifestación indigna".
La simple tradición, como ocurre con otros espectáculos populares, no puede justificar según el Proyecto Gran Simio , las miserias inflingidas a seres con capacidad de sentir. No es moralmente justificable hacer sufrir animales para divertir a los humanos y son cada vez más los países que están adoptando medidas de prohibir los circos con animales. Entre ellos destaca Finlandia, Dinamarca, Suiza, Alemania, Suecia, Costa Rica, Brasil, etc. En España, el Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado una normativa municipal en contra de estos circos.
Por este mismo motivo, el PGS pide a todos los ciudadanos de Jerez de la Frontera un boicot contra el circo Alaska y que lleven a sus hijos a otras actividades más humanas, más educativas. Que se forme una Plataforma Ciudadana Contra los Circos con Animales en todos los municipios incluido el de Jerez, para cuando vaya instalarse uno de ellos se realice una movilización ciudadana contra este tipo de espectáculos agresivos contra los seres vivos.
El Proyecto Gran Simio (PGS) pide a las Autoridades Municipales de Jerez de la Frontera (Cádiz), que no autoricen la entrada de circos donde exhiben animales salvajes, debido al maltrato de los mismos para realizar los números a los que son sometidos y de la forma en que los mantienen en sus reducidas jaulas, que infringen la normativa sobre bienestar animal. Esta organización lanza un mensaje a las Autoridades Autonómicas para que no permitan la instalación en ningún municipio de Andalucía, de circos con animales. Si tanto las Autoridades Municipales como las Autonómicas andaluzas demuestran permisividad, están siendo cómplices del maltrato de los animales que en ellos viajan y responsables de sus vidas.
El entrenamiento para realizar los números, es una agresión psicológica y fisiológica del animal, donde se utilizan técnicas bárbaras. Es forzado a adoptar comportamientos antinaturales y artificiales por medio de la violencia, que después practican ante el público por temor y ante los aplausos que son ajenos al sufrimiento de los animales. Esta ONG denuncia que entre los métodos y “persuasión”, se encuentran varas, estacas con pinchos, látigos, cadenas, collares ajustados, bozales, picanas eléctricas, ganchos puntiagudos, todo ello oculto ante el espectador.
Además se ha constatado la utilización en el circo Alaska instalado en Jerez de la Frontera, de dos chimpancés en algunos de los espectáculos realizados, por lo que según el Proyecto Gran Simio con la nueva Ley que es apoyada por el Congreso de los Diputados y que saldrá en un año, esta práctica será delito, por lo que estará penado por la Ley.
Desde esta misma organización aclaran que el circo es entretener y divertir, pero es incongruente que sea a costa del sufrimiento y muerte de los animales. Ellos no han elegido ser sometidos para actuar en el mundo del espectáculo. Los circos deben evolucionar, y ofrecer una imagen centrada en las habilidades, el arte y la virtuosidad de las personas que elijan voluntariamente esta profesión. Así pueden ofrecer actuaciones con malabarismos, acrobacias, teatro, magia, coreografías, payasos, sin necesidad de seguir esclavizando animales.
“Los circos donde emplean animales salvajes o exóticos, son verdaderas escuelas de tortura y maltrato animal que toda persona debería evitar para erradicar esta práctica inútil. Existen alternativas que suplen este maltrato animal. Ir a un circo para disfrutar de un espectáculo donde intervienen animales, aunque lo veamos gracioso, es contribuir al infierno de dolor y muerte en los que se encuentran sometidos. Como personas que apreciamos la dignidad humana, debemos evitar este tipo de espectáculos y pedir a las Autoridades municipales, que no den permiso para que se instale en nuestro municipio, estas máquinas de tortura. En el circo Alaska, además del empleo de otros animales, se están utilizando en varios números a dos chimpancés” ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS) en España, Asociación cuya sede nacional se encuentra en Tres Cantos (Madrid).
Resulta más positivo para los niños el poder admirar las habilidades, ingenio y talento del ser humano, frente a observar animales aterrorizados realizando acciones desnaturalizadas. La percepción que seda en este caso del mundo animal y la naturaleza es muy triste y poco educativa.
Pedro Pozas señala que hay que enseñar a nuestros hijos a entender y apreciar el mundo y sus demás habitantes en su entorno natural, no en el ridículo, el maltrato y la humillación a que se ven sometidos los animales en los circos. Hay que tener en cuenta que estos animales por imposición, se ven forzados a realizar un sin fin de actividades nada comunes en su hábitat natural. Imágenes estas, que retenidas a través de los ojos del público infantil, le deforman para un posterior proceso educativo de respeto hacia los animales y la Naturaleza.
Una de las conclusiones de la conferencia de 1981 de la Asociación de Profesores Tutores decía: "A los niños se les debería disuadir de asistir a cualquier tipo de exhibición o atracción que involucre a animales en manifestación indigna".
La simple tradición, como ocurre con otros espectáculos populares, no puede justificar según el Proyecto Gran Simio , las miserias inflingidas a seres con capacidad de sentir. No es moralmente justificable hacer sufrir animales para divertir a los humanos y son cada vez más los países que están adoptando medidas de prohibir los circos con animales. Entre ellos destaca Finlandia, Dinamarca, Suiza, Alemania, Suecia, Costa Rica, Brasil, etc. En España, el Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado una normativa municipal en contra de estos circos.
Por este mismo motivo, el PGS pide a todos los ciudadanos de Jerez de la Frontera un boicot contra el circo Alaska y que lleven a sus hijos a otras actividades más humanas, más educativas. Que se forme una Plataforma Ciudadana Contra los Circos con Animales en todos los municipios incluido el de Jerez, para cuando vaya instalarse uno de ellos se realice una movilización ciudadana contra este tipo de espectáculos agresivos contra los seres vivos.