Condenados tío y sobrino por robar más de 30 perros en una protectora
JAÉN, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén ha condenado a dos varones, B.B.C. y J.B.R., sobrino y tío respectivamente, por haber robado entre 30 y 40 caninos que se encontraban en una protectora de animales de la localidad jiennense de Úbeda, habiendo sido recuperados todos ellos a excepción de uno, tal y como manifiesta la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
De este modo, los hechos tuvieron lugar en mayo de 2009, cuando los acusados, con ánimo de beneficiarse ilícitamente y tras forzar la puerta de entrada de la asociación protectora de animales, así como parte de la alambrada, sustrajeron de su interior entre 30 y 40 perros, si bien los desperfectos han sido tasados en 50,92 euros y el perro no recuperado en 50 euros.
Asimismo, en los fundamentos de derecho, el Juzgado de lo Penal señala que B.B.C. negó el robo imputado, pero reconoció que sí estaba en la nave de 'Los pipas' de Úbeda cuando fue sorprendido por la Guardia Civil, si bien en esa nave había unos 30 ó 40 perros y también cachorros. Además, indicó en su declaración que cuando él fue a la gasolinera a comprar tabaco para su tío "iban con él no nueve, sino cuatro perros, si bien no sabe por qué iban con él, creyendo que pertenecían a rumanos".
De igual forma, el acusado J.B.R. negó en su declaración el robo imputado, pero reconoció que sí estaba en la nave de 'Los pipas' cuando también fue sorprendido por la Benemérita y que en esa nave había el mismo número de perros mencionado, así como cachorros, que eran "de unos rumanos que había por allí".
De su lado, un agente de la Guardia Civil manifestó en el acto plenario que en la mencionada nave estaban durmiendo los dos acusados con los perros y con cachorros, si bien uno de los acusados tuvo que ir andando con los perros desde la perrera hasta la finca llevando en brazos a los cachorros, pues estos no podían andar tanto, y que en la nave había colgados del techo cordeles con huesos de jamón a unos metros del suelo, saltando los perros para cogerlos.
Además, el agente especificó que, de esta manera, los acusados se aseguraban de que los perros no se iban de allí. Sin embargo, la dueña de la perrera reconoció a los perros como sustraídos, de la misma forma que aseguró que en ese lugar no había ni rumanos ni ninguna otra persona en las inmediaciones, puesto que se trata de una nave aislada.
POR LA CARRETERA CON LOS CACHORROS
Por su parte, otro testigo, un varón que el día de los hechos se cruzó por la carretera de la aldea de Santa Eulalia a Úbeda a dos personas que iban hacia esta localidad andando con 30 perros, aseguró que se vio obligado a poner la primera marcha al coche para poder pasar. Dicho testigo reconoció fotográficamente, sin duda alguna, en dependencias policiales a B.B.C. como una de las dos personas, en concreto, el que llevaba los cachorros en los brazos.
Por todo ello, el Juzgado de lo Penal considera que existe prueba de cargo suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia de los acusados, por lo que les ha impuesto a cada uno de ellos la pena de un año y medio de prisión por un delito de robo con fuerza, así como a indemnizar a la entidad perjudicada, conjunta y solidariamente, el valor de un perro sustraído y no recuperado, 50 euros, y el valor de los daños causados en puertas, tasados en 50,92 euros.