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Delitos medioambientales
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Los casos que más se denunciaron fueron las construcciones particulares de viviendas aisladas que al final se convierten en barrios o núcleos aislados según fuentes de la fiscalía.
En los delitos contra el medio ambiente en determinadas épocas del año aparece el fuego y la caza furtiva, junto con el envenenamiento de animales con productos químicos y cebos no autorizados. Otras veces son los fertilizantes prohibidos muy tóxicos, los que se encuentran y hacen estragos. La Fiscalía de Sevilla investigó 600 casos sobre urbanismo y medio ambiente en 2006
ARCHIVOJAVIER RONDA. SEVILLA
Aumentan los casos día a día de los delitos urbanísticos, contra el medio ambiente, la ordenación del territorio y el patrimonio histórico. Así se recoge dentro de la memoria de la sección especializada para estos asuntos en la Fiscalía de Sevilla. Durante el pasado año 2006 se tramitaron unos 600 asuntos, de ellos más de 320 eran sobre urbanismo, 200 de medio ambiente y 4 de patrimonio histórico. Unos 400 fueron por investigaciones que se iniciaron a instancias de la propia Fiscalía, conocidos como diligencias de investigación, y más de 125 procedían de los juzgados por denuncias particulares o investigaciones judiciales realizadas por agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) o de la Sección de Medio Ambiente de la Unidad Adscrita de la Policía Autonómica en Andalucía. Los casos se multiplicaron por tres el pasado año 2006, frente al año 2005 donde sólo se tramitaron 193 casos: 100 eran temas relacionados con el urbanismo, 86 con el medio ambiente y 7 con la protección de patrimonio. Los casos que más se denunciaron fueron las construcciones particulares de viviendas aisladas que al final se convierten en barrios o núcleos aislados según fuentes de la fiscalía.
En los delitos contra el medio ambiente en determinadas épocas del año aparece el fuego y la caza furtiva, junto con el envenenamiento de animales con productos químicos y cebos no autorizados. Otras veces son los fertilizantes prohibidos muy tóxicos, los que se encuentran y hacen estragos.
También está la destrucción del patrimonio histórico y los yacimientos arqueológicos. Existen casos en algún pueblo como Carmona, en el que para no paralizar la obra «se echa hormigón y se sigue sin dar cuentas a las autoridades del hallazgo, así no existen retrasos, ni cambios en los proyectos urbanísticos» según fuentes de la fiscalía hispalense. Destaca el expolio de yacimientos arqueológicos por los denominados «piteros» con sus detectores de metales. La pieza que se «llevan» como una punta de flecha o una moneda «puede ser lo de menos» ya que el daño que originan es mayor por la forma que emplean «en abrir el agujero» sin ninguna metodología. El daño que provocan con sus palas es la pérdida de la información por los destrozos en los estratos y capas que ayudarían a los investigadores a estudiar desde la comida, la edad, o sus costumbres. No se consigue así la colocación de unas banderas que se ven en los yacimientos y que marcan datos e información que tienen a veces millones de años. «No es por la propia pieza que logran como botín para el mercado negro», el daño es incalculable desde el punto de vista histórico según fuentes de la fiscalía.
Actualmente existen denuncias o querellas contra varios alcaldes y responsables políticos de la provincia. Algunos casos están localizados en las localidades de Aznalcázar, La Campana, Cazalla, Castilblanco de los Arroyos, Guillena y Sevilla.
Esta sección de Urbanismo y Medio Ambiente de la Fiscalía en Sevilla ha aumentado su plantilla. Igualmente la creación de la plaza de fiscal delegado de la Fiscalía Anticorrupción, ha venido a completar estas actuaciones dentro del Ministerio Público.
En los delitos contra el medio ambiente en determinadas épocas del año aparece el fuego y la caza furtiva, junto con el envenenamiento de animales con productos químicos y cebos no autorizados. Otras veces son los fertilizantes prohibidos muy tóxicos, los que se encuentran y hacen estragos. La Fiscalía de Sevilla investigó 600 casos sobre urbanismo y medio ambiente en 2006
ARCHIVOJAVIER RONDA. SEVILLA
Aumentan los casos día a día de los delitos urbanísticos, contra el medio ambiente, la ordenación del territorio y el patrimonio histórico. Así se recoge dentro de la memoria de la sección especializada para estos asuntos en la Fiscalía de Sevilla. Durante el pasado año 2006 se tramitaron unos 600 asuntos, de ellos más de 320 eran sobre urbanismo, 200 de medio ambiente y 4 de patrimonio histórico. Unos 400 fueron por investigaciones que se iniciaron a instancias de la propia Fiscalía, conocidos como diligencias de investigación, y más de 125 procedían de los juzgados por denuncias particulares o investigaciones judiciales realizadas por agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) o de la Sección de Medio Ambiente de la Unidad Adscrita de la Policía Autonómica en Andalucía. Los casos se multiplicaron por tres el pasado año 2006, frente al año 2005 donde sólo se tramitaron 193 casos: 100 eran temas relacionados con el urbanismo, 86 con el medio ambiente y 7 con la protección de patrimonio. Los casos que más se denunciaron fueron las construcciones particulares de viviendas aisladas que al final se convierten en barrios o núcleos aislados según fuentes de la fiscalía.
En los delitos contra el medio ambiente en determinadas épocas del año aparece el fuego y la caza furtiva, junto con el envenenamiento de animales con productos químicos y cebos no autorizados. Otras veces son los fertilizantes prohibidos muy tóxicos, los que se encuentran y hacen estragos.
También está la destrucción del patrimonio histórico y los yacimientos arqueológicos. Existen casos en algún pueblo como Carmona, en el que para no paralizar la obra «se echa hormigón y se sigue sin dar cuentas a las autoridades del hallazgo, así no existen retrasos, ni cambios en los proyectos urbanísticos» según fuentes de la fiscalía hispalense. Destaca el expolio de yacimientos arqueológicos por los denominados «piteros» con sus detectores de metales. La pieza que se «llevan» como una punta de flecha o una moneda «puede ser lo de menos» ya que el daño que originan es mayor por la forma que emplean «en abrir el agujero» sin ninguna metodología. El daño que provocan con sus palas es la pérdida de la información por los destrozos en los estratos y capas que ayudarían a los investigadores a estudiar desde la comida, la edad, o sus costumbres. No se consigue así la colocación de unas banderas que se ven en los yacimientos y que marcan datos e información que tienen a veces millones de años. «No es por la propia pieza que logran como botín para el mercado negro», el daño es incalculable desde el punto de vista histórico según fuentes de la fiscalía.
Actualmente existen denuncias o querellas contra varios alcaldes y responsables políticos de la provincia. Algunos casos están localizados en las localidades de Aznalcázar, La Campana, Cazalla, Castilblanco de los Arroyos, Guillena y Sevilla.
Esta sección de Urbanismo y Medio Ambiente de la Fiscalía en Sevilla ha aumentado su plantilla. Igualmente la creación de la plaza de fiscal delegado de la Fiscalía Anticorrupción, ha venido a completar estas actuaciones dentro del Ministerio Público.
