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Denuncian peleas de gallos en locales de la Junta en Las Moreras
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Artículos
Los residentes sostienen que las trifulcas ilegales son 'vox populi' en la barriada y dicen que los animales se crían en los bajos de los bloques, que son propiedad de Obras Públicas
Los problemas del vandalismo y la inseguridad ciudadana vuelven a planear sobre Las Moreras. La presidenta de la Asociación Tomamos la Palabra, Ana Sánchez, alzó ayer la voz para denunciar la celebración de "peleas clandestinas" de gallos en la barriada, una práctica ilegal que se creía inexistente en la ciudad pero que –según el colectivo– se ha convertido en punto de encuentro habitual de la zona en el último año. Aunque los residentes no quisieron concretar el lugar exacto donde se celebrarían las trifulcas –prohibidas específicamente por la Ley de Protección de los Animales de la Administración autonómica–, sí denunciaron que las peleas se han convertido en una "nueva moda", de manera que es "normal ver a gente con estos animales en los jardines".
Sánchez apuntó además a la existencia de un local propiedad de la Junta de Andalucía ubicado en la calle Músico Tomás Luis de Victoria donde se criarían estos animales y que se ha convertido en vox populi entre los residentes. Sánchez requirió la intervención de la Junta de Andalucía para resolver la situación y solicitó mayor presencia policial en la zona. "Hay gente que rompe las tapias de los locales, hacen el agujero y se meten dentro", denunció. Aunque esta residente reconoció que nunca ha sido testigo de las peleas, sí certificó haber visto a los animales "en el jardín de la barriada" o, incluso, en las proximidades del mercadillo que se celebra junto al Carrefour La Sierra los sábados por la mañana. Las peleas de animales conllevan multas de entre 2.000 y 30.000 euros.
Pero el maltrato a los animales no es la única preocupación que tienen los vecinos de Las Moreras. La Asociación Tomamos la Palabra ya denunció en el mes de junio la práctica de carreras ilegales de coches, una crítica que sorprendió a los responsables de la Policía Local. La seguridad vial, de esta forma, se convirtió en otra de las principales preocupaciones de los vecinos, una vez que consideraron "casi resueltos" asuntos como la delincuencia o la construcción de una gran zona de encuentro –el Jardín de las Moreras–, una de las principales reivindicaciones del barrio. Sánchez denunció en su día que su asociación había contactado en varias ocasiones con la Policía Local para solicitarle mayor presencia, aunque añadió que "de momento, no existe ningún resultado positivo al respecto". Es más, la portavoz de Tomamos la Palabra recordó que los vecinos han reclamado hasta en tres ocasiones a las fuerzas policiales una intervención urgente para acabar con las peleas de animales, aunque –sostuvo– han sido infructuosas. Sánchez pidió, por tanto, mayor presencia policial y criticó que los agentes se limitan a patrullar por las proximidades del centro cívico, "cuando los problemas pueden estar ocurriendo en otros lugares del barrio".
El comisario jefe de Córdoba, Federico Cabello de Alba, sostuvo ayer que el Cuerpo Nacional de Policía no ha recibido hasta el momento ningún aviso por parte de los vecinos acerca de la celebración de peleas de animales en Las Moreras, aunque dijo que estudiará la situación. Tampoco la Delegación de Obras Públicas y Transportes tenía ayer constancia de la ocupación de los locales de su propiedad para la cría de animales.
Las peleas de gallos son una práctica específicamente sancionada por la Ley de Protección de los Animales, aprobada en noviembre de 2003 por la Junta. El artículo cuatro de la normativa prohíbe maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a prácticas que les irrogue sufrimiento o daños injustificados y adiestrarlos en el ataque. Y añade que están prohibidas "la lucha o peleas de perros o de cualquier otro animal y demás prácticas similares". La Junta de Andalucía considera una infracción muy grave "la utilización de animales por parte de sus propietarios para su participación en peleas" y la "cesión de locales, terrenos o instalaciones" para estos fines.
Sánchez apuntó además a la existencia de un local propiedad de la Junta de Andalucía ubicado en la calle Músico Tomás Luis de Victoria donde se criarían estos animales y que se ha convertido en vox populi entre los residentes. Sánchez requirió la intervención de la Junta de Andalucía para resolver la situación y solicitó mayor presencia policial en la zona. "Hay gente que rompe las tapias de los locales, hacen el agujero y se meten dentro", denunció. Aunque esta residente reconoció que nunca ha sido testigo de las peleas, sí certificó haber visto a los animales "en el jardín de la barriada" o, incluso, en las proximidades del mercadillo que se celebra junto al Carrefour La Sierra los sábados por la mañana. Las peleas de animales conllevan multas de entre 2.000 y 30.000 euros.
Pero el maltrato a los animales no es la única preocupación que tienen los vecinos de Las Moreras. La Asociación Tomamos la Palabra ya denunció en el mes de junio la práctica de carreras ilegales de coches, una crítica que sorprendió a los responsables de la Policía Local. La seguridad vial, de esta forma, se convirtió en otra de las principales preocupaciones de los vecinos, una vez que consideraron "casi resueltos" asuntos como la delincuencia o la construcción de una gran zona de encuentro –el Jardín de las Moreras–, una de las principales reivindicaciones del barrio. Sánchez denunció en su día que su asociación había contactado en varias ocasiones con la Policía Local para solicitarle mayor presencia, aunque añadió que "de momento, no existe ningún resultado positivo al respecto". Es más, la portavoz de Tomamos la Palabra recordó que los vecinos han reclamado hasta en tres ocasiones a las fuerzas policiales una intervención urgente para acabar con las peleas de animales, aunque –sostuvo– han sido infructuosas. Sánchez pidió, por tanto, mayor presencia policial y criticó que los agentes se limitan a patrullar por las proximidades del centro cívico, "cuando los problemas pueden estar ocurriendo en otros lugares del barrio".
El comisario jefe de Córdoba, Federico Cabello de Alba, sostuvo ayer que el Cuerpo Nacional de Policía no ha recibido hasta el momento ningún aviso por parte de los vecinos acerca de la celebración de peleas de animales en Las Moreras, aunque dijo que estudiará la situación. Tampoco la Delegación de Obras Públicas y Transportes tenía ayer constancia de la ocupación de los locales de su propiedad para la cría de animales.
Las peleas de gallos son una práctica específicamente sancionada por la Ley de Protección de los Animales, aprobada en noviembre de 2003 por la Junta. El artículo cuatro de la normativa prohíbe maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a prácticas que les irrogue sufrimiento o daños injustificados y adiestrarlos en el ataque. Y añade que están prohibidas "la lucha o peleas de perros o de cualquier otro animal y demás prácticas similares". La Junta de Andalucía considera una infracción muy grave "la utilización de animales por parte de sus propietarios para su participación en peleas" y la "cesión de locales, terrenos o instalaciones" para estos fines.
