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Descabezar gansos ya muertos para adaptarse a los tiempos. Lekeitio.
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El País, 5 septiembre 2009
Adaptándose a los tiempos
Lekeitio retrasa a mañana su Día de Gansos para reducir la masiva afluencia - Se esperan más de 70.000 personas en la localidad vizcaína
SERGIO LÓPEZ - Bilbao -
Los animales son los protagonistas involuntarios de multitud de fiestas patronales y religiosas en toda la península. Pero las de Lekeitio, en honor a San Antolín, son de las pocas que no contravienen la doctrina de la Iglesia, según la cual es "contrario a la dignidad hacer sufrir inútilmente a los animales". Desde 1986, los gansos suspendidos de una soga -cuyo cuello deben intentar arrancar los jóvenes del pueblo colgándose de ellos desde una trainera en marcha- son sacrificados previamente. "La nuestra es una tradición que se ha ido adaptando a los tiempos", defiende José María Urrutia (Gernika, 1957), miembros desde hace 22 años de la comisión que organiza el Día de Gansos que se celebra mañana.
Desde 1986, el juego se celebra con gansos sacrificados previamente
En 2006 se fabricaron aves de goma ante el miedo a la gripe aviar
Este año, el plato fuerte de las fiestas de Lekeitio, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, se traslada por primera vez del sábado al domingo. Ha sido por decisión del Ayuntamiento, para intentar reducir la masiva afluencia de público y garantizar la seguridad en una jornada en la que se llegan a reunir más de 70.000 personas y en la que el alcohol, como en cualquier otro festejo, está presente. "El centro de la fiesta es el puerto, donde hay bastante profundidad. Nunca hemos tenido ningún ahogado, afortunadamente, pero conviene tener cuidado", advierte Urrutia.
Lo que suele dar más trabajo a los sanitarios son las malas caídas al agua de los mozos que participan en la competición. Tienen que saltar de la embarcación y agarrarse al cuello del animal, suspendido de una soga. En ese momento se tensan los extremos de la cuerda, de tal manera que el mozo llega a alzarse hasta veinte metros sobre el nivel del agua. Los aplausos son más fuertes cuanto menos tardan mozo y ganso, descabezado, en caer juntos al agua. "Si el chico o la chica cae de mala manera puede sufrir perforación de tímpano, explica el miembro de la comisión.
Unas 80 cuadrillas participan en esta competición. Están integradas por jóvenes de la localidad y otros que, sin ser naturales de la villa marinera, suelen veranear en ella. Y pueden ser tanto hombres como mujeres. "Siempre ha sido así. No tenemos los problemas que tienen con sus festividades otras localidades vascas. Nunca hemos sido tan machistas", dice, medio en serio medio en broma, Urrutia.
Tampoco, asegura, ha habido problemas con los colectivos ecologistas. "Antes de que surgiera ninguna polémica con ellos, los propios miembros de la comisión de aquel entonces decidieron que se hiciera con gansos muertos, para que no fuera algo tan sangriento".
Pero el mejor ejemplo, según Urrutia, de la adecuación de la fiesta a los tiempos que corren se produjo en 2006. "Ese año, debido a lo de la gripe aviar, el Ayuntamiento y Gaiker patentaron el Antzartek, un ganso de goma con la apariencia y la resistencia de uno de verdad".
Adaptándose a los tiempos
Lekeitio retrasa a mañana su Día de Gansos para reducir la masiva afluencia - Se esperan más de 70.000 personas en la localidad vizcaína
SERGIO LÓPEZ - Bilbao -
Los animales son los protagonistas involuntarios de multitud de fiestas patronales y religiosas en toda la península. Pero las de Lekeitio, en honor a San Antolín, son de las pocas que no contravienen la doctrina de la Iglesia, según la cual es "contrario a la dignidad hacer sufrir inútilmente a los animales". Desde 1986, los gansos suspendidos de una soga -cuyo cuello deben intentar arrancar los jóvenes del pueblo colgándose de ellos desde una trainera en marcha- son sacrificados previamente. "La nuestra es una tradición que se ha ido adaptando a los tiempos", defiende José María Urrutia (Gernika, 1957), miembros desde hace 22 años de la comisión que organiza el Día de Gansos que se celebra mañana.
Desde 1986, el juego se celebra con gansos sacrificados previamente
En 2006 se fabricaron aves de goma ante el miedo a la gripe aviar
Este año, el plato fuerte de las fiestas de Lekeitio, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, se traslada por primera vez del sábado al domingo. Ha sido por decisión del Ayuntamiento, para intentar reducir la masiva afluencia de público y garantizar la seguridad en una jornada en la que se llegan a reunir más de 70.000 personas y en la que el alcohol, como en cualquier otro festejo, está presente. "El centro de la fiesta es el puerto, donde hay bastante profundidad. Nunca hemos tenido ningún ahogado, afortunadamente, pero conviene tener cuidado", advierte Urrutia.
Lo que suele dar más trabajo a los sanitarios son las malas caídas al agua de los mozos que participan en la competición. Tienen que saltar de la embarcación y agarrarse al cuello del animal, suspendido de una soga. En ese momento se tensan los extremos de la cuerda, de tal manera que el mozo llega a alzarse hasta veinte metros sobre el nivel del agua. Los aplausos son más fuertes cuanto menos tardan mozo y ganso, descabezado, en caer juntos al agua. "Si el chico o la chica cae de mala manera puede sufrir perforación de tímpano, explica el miembro de la comisión.
Unas 80 cuadrillas participan en esta competición. Están integradas por jóvenes de la localidad y otros que, sin ser naturales de la villa marinera, suelen veranear en ella. Y pueden ser tanto hombres como mujeres. "Siempre ha sido así. No tenemos los problemas que tienen con sus festividades otras localidades vascas. Nunca hemos sido tan machistas", dice, medio en serio medio en broma, Urrutia.
Tampoco, asegura, ha habido problemas con los colectivos ecologistas. "Antes de que surgiera ninguna polémica con ellos, los propios miembros de la comisión de aquel entonces decidieron que se hiciera con gansos muertos, para que no fuera algo tan sangriento".
Pero el mejor ejemplo, según Urrutia, de la adecuación de la fiesta a los tiempos que corren se produjo en 2006. "Ese año, debido a lo de la gripe aviar, el Ayuntamiento y Gaiker patentaron el Antzartek, un ganso de goma con la apariencia y la resistencia de uno de verdad".
