El festival taurino a beneficio de AOEX se salda con casi 16.000 euros de pérdidas

El empresario de Ávila Toros defiende la honorabilidad de su gestión ante la desconfianza que se ha generado y las críticas que ha recibido

M. A. M. | NAVALMORAL DE LA MATA
"Ni soy un ladrón ni un chorizo ni quiero engañar a nadie". Son palabras de Manuel Amores, gerente de la empresa Ávila
Toros, en la rueda de prensa que ofreció ayer para dar a conocer las cuentas del festival taurino que organizó hace unas
semanas a beneficio de la Asociación Oncológica y salir al paso de los comentarios y las críticas que se le han hecho.
Los resultados no son, ni mucho menos, los que esperaba cuando ofreció al Ayuntamiento celebrar un festival benéfico con el
objetivo de ir creando afición en una población que no tiene tradición taurina. Fue el gobierno municipal el que propuso que se
destinara a la Asociación Oncológica, con lo que estuvo de acuerdo por tratarse de un tema tan sensible como el cáncer y
haber tenido alguna experiencia familiar.
A partir de ahí empezó a contactar con toreros y ganaderos que quisieran participar desinteresadamente. También con
empresarios locales para que colaboraran, a los que agradece su contribución. "Es mucho más difícil organizar un festival que
una corrida, porque se moviliza más gente", afirmó, al tiempo que lamentaba que todo el trabajo que se ha hecho no solo no
sirviera para recaudar una cantidad importante, sino que le ha supuesto una cascada de críticas y descalificaciones sin
justificación. "En 29 años en el mundo del toro y tres como empresario nunca me ha pasado esto, tirando por tierra la imagen
y la dignidad de la empresa", insistía Amores, rodeado de estadillos con todos los datos del evento.
16.000 euros pérdidas
Según las cuentas que facilitó, el festival se saldó con unas pérdidas cercanas a los 16.000 euros, puesto que los gastos
ascendieron a 38.688 euros y los ingresos se quedaron en 22.829. ¿Qué gastos?, preguntamos los informadores, si los
toreros y ganaderos no cobraban. Aquí aclaró que aunque se trate de una corrida benéfica y el torero no cobre, si lo hacen
sus cuadrillas, que después pueden o no donar sus emolumentos. Entre las cuadrillas, los desplazamientos y los hoteles o las
comidas se fueron casi 11.000 euros. Una cantidasd similar se gastó en la cuestión administrativa, como seguros, Seguridad Social o veterinarios. Además hubo que
pagar varios toros que se cambiaron. Por el contrario solo se vendieron 887 entradas -"como demuestran las matrices"- y se lograron 3.200 euros de intercambio
publicitario y de la fila 0, en la que no se ingresó nada salvo lo que él pidió personalmente en varios establecimientos.
Como no tener beneficios era una posibilidad que se podía dar, ya anunció en su día que entregaría a la asociación, de su bolsillo, 2.500 euros, como tiene intención de
hacer. También les advirtió que un festejo de este tipo tarda en liquidarse 30 o 40 días, puesto que son muchos palos los que se tocan. Por eso no entiende la
desconfianza que ha existido ni los comentarios que se han hecho, cuando él nunca ha tenido intención de engañar a nadie y desde el principio anunció que en su día