El final de la temporada de caza. Protectora La Guarida, Córdoba.
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El Día de Córdoba, 26 Enero 2009
La única guarida ante el desprecio humano.
El centro de acogida de Puente Genil está saturado de perros abandonados, sobre todo ahora, despuésde la temporada de caza.
Se le considera como el mejor amigo del hombre, sin embargo, el perro no siempre recibe la misma contraprestación por parte de determinadas personas. Un ejemplo claro de ello está sucediendo en el centro de control animal de Puente Genil, que gestiona la empresa municipal Egemasa, cuyos responsables han dado la voz de alarma a la Asociación protectora de animales y plantas La Guarida, que se encarga de las adopciones, después de que el número de perros abandonados que acogía la perrera haya llegado hasta los 47 canes, más del doble de la capacidad de las instalaciones. Ante esta llamada de auxilio, el colectivo ha conseguido entregar en adopción a ocho perros -ya que uno fue devuelto a su dueño- en tan sólo una semana. A pesar de todo, los 38 canes que actualmente quedan sigue siendo un número elevado, por lo que desde La Guarida se sigue trabajando para evitar que alguno de los animales tenga que ser sacrificado. Según confirman, tanto desde Egemasa como desde la protectora, el final de la temporada de caza ha sido uno de los aspectos causantes de la avalancha de abandonos, ya que muchos de los perros entregados o recogidos por la perrera son galgos.
Nuria Martín, presidenta de la protectora, asegura que "los cazadores nos hacen mucho daño tanto a las personas animalistas como a los animales, a los que utilizan como instrumento para su actividad, sin quererlos mantener hasta la temporada siguiente y, mucho menos, si ha salido malo y no sirve para cazar". La concejala de Medio Ambiente de Puente Genil y presidenta de Egemasa, Josefa Barcos, explica que en el centro de control animal tienen que cumplir un servicio público y "estamos obligados a quedarnos con los perros que nos llegan". Aunque la normativa marca que en el plazo de diez días si el can no ha sido devuelto o adoptado ya se podría sacrificar, "ha habido algún perro que ha estado hasta dos años", apunta López.
En 2008 se registró en Egemasa 246 entradas de animales frente a las 219 de 2007. De ellos, La Guarida consiguió dar en adopción unos 200, un 25% más que el año anterior, la mayoría a familias de Madrid y Barcelona, señala Martín. De esta forma, tan sólo se tuvieron que realizar 31 sacrificios eutanásicos -51 en 2007-, que se realizan siguiendo las elecciones e indicaciones de la protectora.
Mientras, los casi 40 canes que habitan la perrera intentan con sus ladridos y gemidos compasivos llamar la atención de todo aquel que se aproxima hasta su box para que los saquen de un lugar donde ellos no han elegido estar, pero que es su única y más segura guarida.
La única guarida ante el desprecio humano.
El centro de acogida de Puente Genil está saturado de perros abandonados, sobre todo ahora, despuésde la temporada de caza.
Se le considera como el mejor amigo del hombre, sin embargo, el perro no siempre recibe la misma contraprestación por parte de determinadas personas. Un ejemplo claro de ello está sucediendo en el centro de control animal de Puente Genil, que gestiona la empresa municipal Egemasa, cuyos responsables han dado la voz de alarma a la Asociación protectora de animales y plantas La Guarida, que se encarga de las adopciones, después de que el número de perros abandonados que acogía la perrera haya llegado hasta los 47 canes, más del doble de la capacidad de las instalaciones. Ante esta llamada de auxilio, el colectivo ha conseguido entregar en adopción a ocho perros -ya que uno fue devuelto a su dueño- en tan sólo una semana. A pesar de todo, los 38 canes que actualmente quedan sigue siendo un número elevado, por lo que desde La Guarida se sigue trabajando para evitar que alguno de los animales tenga que ser sacrificado. Según confirman, tanto desde Egemasa como desde la protectora, el final de la temporada de caza ha sido uno de los aspectos causantes de la avalancha de abandonos, ya que muchos de los perros entregados o recogidos por la perrera son galgos.
Nuria Martín, presidenta de la protectora, asegura que "los cazadores nos hacen mucho daño tanto a las personas animalistas como a los animales, a los que utilizan como instrumento para su actividad, sin quererlos mantener hasta la temporada siguiente y, mucho menos, si ha salido malo y no sirve para cazar". La concejala de Medio Ambiente de Puente Genil y presidenta de Egemasa, Josefa Barcos, explica que en el centro de control animal tienen que cumplir un servicio público y "estamos obligados a quedarnos con los perros que nos llegan". Aunque la normativa marca que en el plazo de diez días si el can no ha sido devuelto o adoptado ya se podría sacrificar, "ha habido algún perro que ha estado hasta dos años", apunta López.
En 2008 se registró en Egemasa 246 entradas de animales frente a las 219 de 2007. De ellos, La Guarida consiguió dar en adopción unos 200, un 25% más que el año anterior, la mayoría a familias de Madrid y Barcelona, señala Martín. De esta forma, tan sólo se tuvieron que realizar 31 sacrificios eutanásicos -51 en 2007-, que se realizan siguiendo las elecciones e indicaciones de la protectora.
Mientras, los casi 40 canes que habitan la perrera intentan con sus ladridos y gemidos compasivos llamar la atención de todo aquel que se aproxima hasta su box para que los saquen de un lugar donde ellos no han elegido estar, pero que es su única y más segura guarida.