El negocio de la caza. Extremadura.
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Web Extremadura 24 horas, 10 Octubre 2008.
El negocio de la caza en Extremadura.
Más que deporte o afición, la caza en Extremadura supone un negocio. Según datos de la Federación Nacional de Caza, esta actividad podría mover en la región más de 300 millones de euros al año, teniendo en cuenta el beneficio indirecto que genera en otros sectores como hostelería y restauración, empleando a miles de personas durante la temporada de veda. Muchos pueblos y ciudades extremeñas viven durante cuatro meses prácticamente del turismo que conlleva.
El pistoletazo de salida comienza este sábado, con unas 90.000 licencias de caza en vigor, según la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente. Se pone en marcha así un engranaje cinegético del que viven miles de personas en la región y beneficia, indirectamente a otras parcelas de la economía regional, entre ellas los negocios hoteleros cercanos a los cotos, las armerías, tiendas de confección, venta de perros, venta de seguros, hasta las granjas de cría de especies cinegéticas.
Extremadura es, junto a Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla-León, una de las comunidades que más terreno dedican a este deporte, en concreto casi 3,5 millones de hectáreas, es decir, el 80 por ciento de la superficie de la región, con más de 3.000 cotos inscritos.
Al concluir la temporada de veda, en febrero, son muchos los beneficiados por el turismo cinegético. De la caza viven arrendatarios de cotos y organizadores de cacerías, y de ella se aprovechan, de forma eventual, los empleados que cada temporada contratan las fincas de caza, entre ellos guardas, secretarios, guías, ojeadores, muleros o rehaleros, todos ellos vecinos casi siempre de los municipios más cercanos a las fincas. Indirectamente, también reciben ingresos de este deporte negocios de hospedaje y manutención, el comercio en armerías, taxidermia, rehalas, tiendas de confección y guarnicionerías, arrendamientos, la venta de perros, la venta de piensos para la alimentación, las industrias cárnicas especializadas, la venta de seguros, gastos de gestión, la organización de ferias y congresos, entre muchas otras.
TRES TIPOS DE COTOS EN EXTREMADURA
En la región se dan tres modalidades de caza: la de los cotos privados de caza mayor y menor, los cotos deportivos y los Clubes locales de caza.
Los primeros actúan con ánimo de lucro y son gestionados como una empresa por parte de sociedades que se dedican a la gestión del aprovechamiento cinegético. Estos cotos llegan a alcanzar el 30 por ciento de la superficie total cinegética y la Junta les obliga a mantener un guarda por cada 1.000 hectáreas, lo que supone que este tipo de cotos privados da trabajo a más de 1.200 guardas.
En segundo lugar, los cotos deportivos suponen el 20% de la superficie cinegética y forman parte de ellos personas que constituyen clubes deportivos de cazadores y desarrollan su actividad basándose en la Ley General de Deportes de Extremadura, sin poder vender los puestos y sin tener ningún tipo de aprovechamiento económico de ningún tipo. Sólo pueden practicar caza menor.
Por último, el 50% de la superficie cinegética regional pertenece a los cotos deportivos locales de cazadores, figura que sólo existe en Extremadura y con la que el Ejecutivo extremeño pretende que en cada municipio haya una sociedad local de cazadores que practique la caza de forma democrática, social, sin ningún lucro. Este tipo de cotos tienen aprovechamiento de caza menor y mayor.
El negocio de la caza en Extremadura.
Más que deporte o afición, la caza en Extremadura supone un negocio. Según datos de la Federación Nacional de Caza, esta actividad podría mover en la región más de 300 millones de euros al año, teniendo en cuenta el beneficio indirecto que genera en otros sectores como hostelería y restauración, empleando a miles de personas durante la temporada de veda. Muchos pueblos y ciudades extremeñas viven durante cuatro meses prácticamente del turismo que conlleva.
El pistoletazo de salida comienza este sábado, con unas 90.000 licencias de caza en vigor, según la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente. Se pone en marcha así un engranaje cinegético del que viven miles de personas en la región y beneficia, indirectamente a otras parcelas de la economía regional, entre ellas los negocios hoteleros cercanos a los cotos, las armerías, tiendas de confección, venta de perros, venta de seguros, hasta las granjas de cría de especies cinegéticas.
Extremadura es, junto a Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla-León, una de las comunidades que más terreno dedican a este deporte, en concreto casi 3,5 millones de hectáreas, es decir, el 80 por ciento de la superficie de la región, con más de 3.000 cotos inscritos.
Al concluir la temporada de veda, en febrero, son muchos los beneficiados por el turismo cinegético. De la caza viven arrendatarios de cotos y organizadores de cacerías, y de ella se aprovechan, de forma eventual, los empleados que cada temporada contratan las fincas de caza, entre ellos guardas, secretarios, guías, ojeadores, muleros o rehaleros, todos ellos vecinos casi siempre de los municipios más cercanos a las fincas. Indirectamente, también reciben ingresos de este deporte negocios de hospedaje y manutención, el comercio en armerías, taxidermia, rehalas, tiendas de confección y guarnicionerías, arrendamientos, la venta de perros, la venta de piensos para la alimentación, las industrias cárnicas especializadas, la venta de seguros, gastos de gestión, la organización de ferias y congresos, entre muchas otras.
TRES TIPOS DE COTOS EN EXTREMADURA
En la región se dan tres modalidades de caza: la de los cotos privados de caza mayor y menor, los cotos deportivos y los Clubes locales de caza.
Los primeros actúan con ánimo de lucro y son gestionados como una empresa por parte de sociedades que se dedican a la gestión del aprovechamiento cinegético. Estos cotos llegan a alcanzar el 30 por ciento de la superficie total cinegética y la Junta les obliga a mantener un guarda por cada 1.000 hectáreas, lo que supone que este tipo de cotos privados da trabajo a más de 1.200 guardas.
En segundo lugar, los cotos deportivos suponen el 20% de la superficie cinegética y forman parte de ellos personas que constituyen clubes deportivos de cazadores y desarrollan su actividad basándose en la Ley General de Deportes de Extremadura, sin poder vender los puestos y sin tener ningún tipo de aprovechamiento económico de ningún tipo. Sólo pueden practicar caza menor.
Por último, el 50% de la superficie cinegética regional pertenece a los cotos deportivos locales de cazadores, figura que sólo existe en Extremadura y con la que el Ejecutivo extremeño pretende que en cada municipio haya una sociedad local de cazadores que practique la caza de forma democrática, social, sin ningún lucro. Este tipo de cotos tienen aprovechamiento de caza menor y mayor.