El Toro del Aleluya deja varios heridos leves y dos traslados hospitalarios
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12/Abril · 21:27 · Jose Antonio Benítez Macías
Miradero en el momento de salir del cajón de la calle Gomeles.
Las calles de Arcos eran una algarabía poco antes de las doce del mediodía, hora señalada para la salida del primero de los dos Toros del Aleluya, con los que la ciudad festeja la resurrección de Cristo, amén de la procesión del Resucitado que tendrá lugar el próximo domingo in albis.
El equipo de seguridad del toro ya advertía del peligro que suponía la aglomeración de personas encima del cajón del animal en la calle Gomeles. A todo, los corredores más avispados y atrevidos comenzaron a apostarse en los aledaños del cajón dispuestos a correr los primeros peligros de la jornada. Antes, la alegría se trasladó a la vía pública con la charanga musical contratada por Fiestas, que a ritmo de pasodoble hizo pasacalles.
Las autoridades se reunieron este año en una azotea de Gomeles. Entre ellas se encontraban el delegado provincial de Educación, Manuel Brenes, y los concejales de Fiestas y Seguridad. Fue la alcaldesa, Josefa Caro, quien, ondeando el tradicional pañuelo, dio salida a Miradero, un toro un zaino de 532 kilos de peso perteneciente a la ganadería de Puerto Frontino, que corrió velozmente dirección calle Alta. Eran las doce en punto del mediodía y ya se escucharon los primeros gritos de susto, varios provocados por la caída de los corredores como consecuencia de la cera pegada en el suelo después de las procesiones de estos días.
Miradero dio juego en la calle Corredera, a la que llegó en un santiamén y en la que se permitió embestir contra las vallas repletas de público. El animal, pese a su aparente estado de frescura, pareció sentirse asustado por la avalancha de corredores. No obstante, en el ecuador de su recorrido embistió contra una persona que fue evacuada en ambulancia a la altura de la calle San Miguel.
El toro permaneció gran tiempo en El Gallo Azul, casi presagiando su retirada del recorrido. Después de haber protagonizado varias cogidas sin apenas importancia, Miradero fue conducido mediante una soga a su cajón para su posterior sacrificio. En este sentido, se cumplió escrupulosamente el reglamento de la Subdelegación del Gobierno en la provincia, ya que a las 13.00 horas comenzaron las tareas para ensogar al animal, aunque hubo que esperar un tiempo para realizar esta difícil empresa, sobre todo cuando había que echar la cuerda alrededor de los cuernos de un toro aún fresco. El reglamento no permite que la cuerda sea colocada alrededor del cuello del animal. Así, Miradero fue encerrado exactamente a las 13.26 horas.
A partir de ahí, miles de personas aprovecharon para tomar un refresco y una tapa, o alguna carne preparada en las barbacoas de las azoteas en un día dado a ello.
El segundo toro de la jornada, de nombre Clavel Rosa, protagonizó una cogida aparentemente grave en la calle Gomeles. Eran las 15.20 horas . El corredor fue evacuado rápidamente del recinto por los voluntarios de Cruz Roja, manifestando un politraumatismo, por lo que fue trasladado a un centro hospitalario. Cerca de las 16.00 horas, el toro embistió sobre un vallado , que incluso llegó a doblar por la virulencia del golpe,
A partir de las 16.00 horas, el dispositivo de protección del toro comenzó las tareas para devolver a la res al cajón, produciéndose el mismo episodio que con su antecesor; es decir, de dificultad para encajonarlo.
Una vez encerrado, el ambiente se trasladó al Paseo de Andalucía, que se convertiría en un auténtica discoteca al aire libre, aglutinando a miles de jóvenes ávidos de apurar el Domingo d Resurrección antes de volver a la vida cotidiana.
UN DISPOSITIVO IMPRESIONANTE
Cruz Roja instaló varios puntos de seguridad, entre ellos a la altura del hotel Real de Veas, pero sobre todo su llamativo hospital de campaña en Pozo Hondón. En el dispositivo de seguridad también registró la participación de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja y equipo de protección del toro y del vallado. La Guardia Civil trasladó a la ciudad un dispositivo especial anti disturbios como medida de prevención ante la avalancha producida en la zona de la movida juvenil.
Según datos de la Policía Local, se ha superado la cifra de 25.000 personas en las calles afectadas por el festejo, calculándose alrededor de 27.000. Tan sólo se registraron dos hospitalizaciones por cogida del toro y por diversa consideración -casos derivados a los hospitales de Jerez y Villamartín- aunque los afectados al parecer están fuera de peligro. El hospital de campaña de Cruz Roja, atendió a varias personas por pequeñas contusiones y otros casos ajenos a los animales.
Entre las curiosidades, el festejo registró la presencia del conocido torero de Prado del Rey Octavio Chacón. El ambiente se trasladaría también a otros establecimientos del centro urbano que no dieron abasto hasta altas horas de la tarde.