En medio de controvertidos debates se aprueba el informe sobre animales de abasto. Valencia.
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Las Provincias.es, 26 Noviembre 2008.
Al Consell de Cultura le faltan los toros.
El órgano consultivo, que lleva un año de controvertidos debates sobre el maltrato de los animales, aprueba con prisas un informe en el que reclama que no sufran en el matadero.
Al Consell Valencià de Cultura (CVC) le falta sólo el informe sobre animales de espectáculos (festejos taurinos...) para cerrar el controvertido capítulo sobre el maltrato animal, en el que lleva enfrascado desde hace un año. Ayer la institución aprobó el informe sobre animales de abastos, es decir, los destinados a consumo humano o para producción de prendas de vestir. Incluye, entre otros aspectos, la recomendación de que el sacrificio deberá efectuarse "tomando todas las medidas posibles para evitar sufrimientos innecesarios, y en todos los casos con el aturdimiento previo previsto por la ley", algo ya previsto, por ejemplo, en la legislación valenciana.
Este fue uno de los puntos que centró el debate, puesto que algunos consejeros -caso de Ramón de Soto, vicepresidente del órgano consultivo- llamó la atención sobre las "implicaciones culturales" de la petición. Se refería a las tradiciones musulmanas y judías en cuanto a sacrificio de animales para consumo, donde se contempla el degüello de las reses. Al respecto, la consejera Carmen Morenilla fue de las más tajantes. "La tolerancia tiene límites y el límite es la ética", dijo.
En este punto, los redactores del informe -Elena Negueroles y Vicente Muñoz Puelles- se comprometieron a eliminar la parte final, que hacía referencia a que el aturdimiento se realice con el tiempo requerido para que haga efecto y sin ninguna excepción, coletilla que podría crear suspicacias entre quienes profesan religiones distintas a la católica.
Pero no fue el único retoque formal al informe, que fue aprobado por el pleno a excepción del vicepresidente, Ramón de Soto, quien se abstuvo. El documento deberá reescribirse para introducir algunas matizaciones, por ejemplo, en las cifras de animales muertos anualmente en granjas de la Comunitat Valenciana, supuestamente, por las malas condiciones de vida; o para reordenar el texto, trasladando algunas consideraciones, como que las instalaciones de cría tengan espacio suficiente para facilitar el aleteo y picoteo de pollos y gallinas. Pese a ello, la sintonía de los consejeros con "la filosofía" del texto hizo posible que saliera adelante y "que no se retrase ni un minuto más", como apuntó en varias ocasiones el consejero Ricardo Bellveser.
Pese a la sintonía general con el espíritu del texto y que el documento fue aprobado previamente en una reunión del grupo de trabajo de maltrato animal a la que se invitó a otros consejeros -en total asistió una decena de miembros (el pleno está formado por 19 personas)-, no se pudieron evitar discrepancias.
El informe recomienda que la explotación de animales de abastos se realice en instalaciones adecuadas, no obstante aconseja aumentar las ayudas y subvenciones a las granjas ecológicas. Asimismo pide que se evite la manipulación animal para aumentar su productividad, como el caso de las gallinas, a las que se ilumina artificialmente de manera continua para que no dejen de poner huevos, detalla el texto. Se insta también a alimentar a las reses de forma "adecuada y suficiente", tanto por su beneficio como por el de los consumidores ya que "se evitarían casos como el de las vacas locas".
Algunos miembros del pleno se mostraron en contra de evitar el engorde artificial de las reses por las repercusiones económicas que podría tener. También se discutió sobre la "dignidad" de los animales o sobre el encarecimiento de precios en la cadena de distribución, pese a que no era objeto del informe.
Fue el tema estrella del pleno, en el que se retiró un informe sobre la programación de música clásica en radio y televisión para volver a redactarlo o se pidió la declaración de BIC de la línea defensiva Puig-Carasols.
Al Consell de Cultura le faltan los toros.
El órgano consultivo, que lleva un año de controvertidos debates sobre el maltrato de los animales, aprueba con prisas un informe en el que reclama que no sufran en el matadero.
Al Consell Valencià de Cultura (CVC) le falta sólo el informe sobre animales de espectáculos (festejos taurinos...) para cerrar el controvertido capítulo sobre el maltrato animal, en el que lleva enfrascado desde hace un año. Ayer la institución aprobó el informe sobre animales de abastos, es decir, los destinados a consumo humano o para producción de prendas de vestir. Incluye, entre otros aspectos, la recomendación de que el sacrificio deberá efectuarse "tomando todas las medidas posibles para evitar sufrimientos innecesarios, y en todos los casos con el aturdimiento previo previsto por la ley", algo ya previsto, por ejemplo, en la legislación valenciana.
Este fue uno de los puntos que centró el debate, puesto que algunos consejeros -caso de Ramón de Soto, vicepresidente del órgano consultivo- llamó la atención sobre las "implicaciones culturales" de la petición. Se refería a las tradiciones musulmanas y judías en cuanto a sacrificio de animales para consumo, donde se contempla el degüello de las reses. Al respecto, la consejera Carmen Morenilla fue de las más tajantes. "La tolerancia tiene límites y el límite es la ética", dijo.
En este punto, los redactores del informe -Elena Negueroles y Vicente Muñoz Puelles- se comprometieron a eliminar la parte final, que hacía referencia a que el aturdimiento se realice con el tiempo requerido para que haga efecto y sin ninguna excepción, coletilla que podría crear suspicacias entre quienes profesan religiones distintas a la católica.
Pero no fue el único retoque formal al informe, que fue aprobado por el pleno a excepción del vicepresidente, Ramón de Soto, quien se abstuvo. El documento deberá reescribirse para introducir algunas matizaciones, por ejemplo, en las cifras de animales muertos anualmente en granjas de la Comunitat Valenciana, supuestamente, por las malas condiciones de vida; o para reordenar el texto, trasladando algunas consideraciones, como que las instalaciones de cría tengan espacio suficiente para facilitar el aleteo y picoteo de pollos y gallinas. Pese a ello, la sintonía de los consejeros con "la filosofía" del texto hizo posible que saliera adelante y "que no se retrase ni un minuto más", como apuntó en varias ocasiones el consejero Ricardo Bellveser.
Pese a la sintonía general con el espíritu del texto y que el documento fue aprobado previamente en una reunión del grupo de trabajo de maltrato animal a la que se invitó a otros consejeros -en total asistió una decena de miembros (el pleno está formado por 19 personas)-, no se pudieron evitar discrepancias.
El informe recomienda que la explotación de animales de abastos se realice en instalaciones adecuadas, no obstante aconseja aumentar las ayudas y subvenciones a las granjas ecológicas. Asimismo pide que se evite la manipulación animal para aumentar su productividad, como el caso de las gallinas, a las que se ilumina artificialmente de manera continua para que no dejen de poner huevos, detalla el texto. Se insta también a alimentar a las reses de forma "adecuada y suficiente", tanto por su beneficio como por el de los consumidores ya que "se evitarían casos como el de las vacas locas".
Algunos miembros del pleno se mostraron en contra de evitar el engorde artificial de las reses por las repercusiones económicas que podría tener. También se discutió sobre la "dignidad" de los animales o sobre el encarecimiento de precios en la cadena de distribución, pese a que no era objeto del informe.
Fue el tema estrella del pleno, en el que se retiró un informe sobre la programación de música clásica en radio y televisión para volver a redactarlo o se pidió la declaración de BIC de la línea defensiva Puig-Carasols.