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"En unos años, la experimentación con animales terminará. Ya hay países en los que no se realizan estas prácticas".Los simuladores.
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La Opinióncoruña.es, 30 Noviembre 2008.
La ´autoescuela´ del cirujano.
Unos 80 médicos del Hospital de A Coruña ensayan cada año decenas de nuevas técnicas quirúrgicas a través de dos simuladores de la Unidad de Cirugía Experimental, pioneros en España.
Sangran, ponen resistencia para extirpar determinados tejidos y reaccionan como lo haría cualquier ser humano en el quirófano pero no sufren, su vida no corre peligro y, al contrario que en el mundo real, son ellos quienes indican al cirujano qué errores ha cometido o si para realizar la misma intervención debería dar menos pasos. Son los simuladores de cirugía laparoscópica, aparatos de última generación con los que los futuros médicos se inician en el arte de operar y los veteranos ensayan las últimas novedades quirúrgicas. El Hospital Universitario de A Coruña dispone de dos robots de este tipo en su Unidad de Cirugía Experimental - uno de laparoscópica y otro de endoscópica-, un lujo del que no disfruta ningún otro centro público en España y que utilizan una media de 80 facultativos coruñeses al año.
"Es muy importante que los hospitales dispongan de estos departamentos porque los médicos necesitamos entrenar. Somos humanos y aprendemos a base de fallos. Lo interesante es reducir el número de errores sin riesgo para nadie y aplicar después estas técnicas a los pacientes", señala el jefe del Servicio de Cirugía General B del centro coruñés, José Machuca, quien añade: "Las nuevas tecnologías son un gran avance. Ahora los residentes cuentan con aparatos de última generación. En mi época apenas había dónde ensayar".
Los simuladores reproducen a la perfección cualquier tipo de operación con laparoscopia, es decir, aquellas en las que apenas es necesario abrir al paciente ya que a través de pequeñas incisiones se introducen microcámaras y el material quirúrgico necesario en el organismo. Para estas operaciones virtuales, los facultativos disponen de unas manillas -que serán sus manos en este particular quirófano- y de una pantalla en la que pueden ir observando cada uno de sus movimientos y las reacciones del supuesto enfermo. "Reproduce a la perfección todas las situaciones que nos podemos encontrar en quirófano", resalta Machuca. De este modo, el médico cirujano aprende a moverse en un espacio tridimensional como será el cuerpo humano, percibe si un tejido está demasiado adherido para extirparlo o si un vaso sanguíneo necesita ser taponado para evitar un sangrado.
Estos aparatos no dejan de ser un ordenador y, como tal, el número de operaciones a practicar varía en función del software adquirido. Pese a todo, los médicos coruñeses disponen de una amplia gama de intervenciones. "Podemos tratar desde cirugía vascular a problemas de obesidad, extracciones de vesícula...", sostiene el doctor Machuca.
Los simuladores son la pieza estrella de la Unidad de Cirugía Experimental del hospital coruñés - abierta en 1989 y cuyas instalaciones de cerca de 900 metros cuadrados están ubicadas junto al Materno Infantil Teresa Herrera- pero no los únicos protagonistas. Para las operaciones más innovadoras, se siguen los métodos de experimentación tradicionales: el animal hace las veces de humano en quirófano.
Como si de una granja más se tratase, el Hospital de A Coruña cuenta con su propio animalario, de 400 metros cuadrados, en los que ratones, ovejas, cerdos y ratas conviven hasta convertirse en pacientes por un día. "Contamos con un equipo de veterinarios y hay que dejar claro que los animales no sufren en ningún momento y los tratamos con respeto", señala Machuca, quien, sin embargo, reconoce: "En unos años, la experimentación con animales terminará. Ya hay países en los que no se realizan estas prácticas".
El uso de animales es necesario a la hora de ensayar operaciones totalmente innovadoras de las que sólo se han realizado casos puntuales en todo el mundo. Uno de los casos más frecuentes es para la denominada cirugía Notes -Cirugía endoscópica transluminal por orificios naturales-, una técnica que limita al máximo las incisiones en el cuerpo y que permite extraer órganos a través de los orificios del cuerpo humano como la boca, el recto o la vagina.
Las instalaciones de cirugía experimental están abiertas a todos los facultativos del hospital y son ellos mismos quienes deciden que intervenciones quieren practicar para poner en marcha en el futuro. "Son los propios facultativos de uno o varios servicios los que determinan que operaciones van a realizar", sostiene Machuca, quien añade: "El tiempo que pasa entre que comienza la experimentación y se realiza la primera operación en humanos varía en cada caso, pero puede llevar meses".
Pero no sólo los miembros del Hospital de A Coruña se benefician de lo último en cirugía virtual. "Cada año recibimos a unas 350 personas ajenas al centro", indica Machuca. Entre ellas, destacan facultativos de otros centros de la comunidad gallega pero también estudiantes de Medicina -realizan prácticas una vez a la semana-, profesionales del 061 o bomberos que realizan cursos sobre reanimación o simulacros en estas instalaciones. Desde el hospital son conscientes de que disponer de estas instalaciones es todo un privilegio. "Pocos centros son mixtos, es decir, trabajan con animales y simuladores a la vez. De este modo, recibimos una formación muy completa. Además, hay quien tiene un área de cirugía experimental pero tiene que desplazarse a 50 kilómetros. Es un lujo que nosotros lo tengamos al lado del hospital", resalta Machuca. Este doctor lleva años detrás del bisturí y tiene claro que contar con estos medios beneficia a todos pero, en especial, a los estudiantes, el futuro en quirófano.
La puesta en práctica
En lo que va de año, el Hospital Universitario de A Coruña ha realizado varias intervenciones pioneras no sólo a nivel gallego sino a nivel estatal. Detrás de estas innovadoras operaciones con éxito hay muchas horas de trabajo de los cirujanos en la Unidad de Cirugía Experimental. Nadie da el paso de operar a un paciente sin haber pasado varios meses ensayando la nueva técnica en animales o simuladores.
La ´autoescuela´ del cirujano.
Unos 80 médicos del Hospital de A Coruña ensayan cada año decenas de nuevas técnicas quirúrgicas a través de dos simuladores de la Unidad de Cirugía Experimental, pioneros en España.
Sangran, ponen resistencia para extirpar determinados tejidos y reaccionan como lo haría cualquier ser humano en el quirófano pero no sufren, su vida no corre peligro y, al contrario que en el mundo real, son ellos quienes indican al cirujano qué errores ha cometido o si para realizar la misma intervención debería dar menos pasos. Son los simuladores de cirugía laparoscópica, aparatos de última generación con los que los futuros médicos se inician en el arte de operar y los veteranos ensayan las últimas novedades quirúrgicas. El Hospital Universitario de A Coruña dispone de dos robots de este tipo en su Unidad de Cirugía Experimental - uno de laparoscópica y otro de endoscópica-, un lujo del que no disfruta ningún otro centro público en España y que utilizan una media de 80 facultativos coruñeses al año.
"Es muy importante que los hospitales dispongan de estos departamentos porque los médicos necesitamos entrenar. Somos humanos y aprendemos a base de fallos. Lo interesante es reducir el número de errores sin riesgo para nadie y aplicar después estas técnicas a los pacientes", señala el jefe del Servicio de Cirugía General B del centro coruñés, José Machuca, quien añade: "Las nuevas tecnologías son un gran avance. Ahora los residentes cuentan con aparatos de última generación. En mi época apenas había dónde ensayar".
Los simuladores reproducen a la perfección cualquier tipo de operación con laparoscopia, es decir, aquellas en las que apenas es necesario abrir al paciente ya que a través de pequeñas incisiones se introducen microcámaras y el material quirúrgico necesario en el organismo. Para estas operaciones virtuales, los facultativos disponen de unas manillas -que serán sus manos en este particular quirófano- y de una pantalla en la que pueden ir observando cada uno de sus movimientos y las reacciones del supuesto enfermo. "Reproduce a la perfección todas las situaciones que nos podemos encontrar en quirófano", resalta Machuca. De este modo, el médico cirujano aprende a moverse en un espacio tridimensional como será el cuerpo humano, percibe si un tejido está demasiado adherido para extirparlo o si un vaso sanguíneo necesita ser taponado para evitar un sangrado.
Estos aparatos no dejan de ser un ordenador y, como tal, el número de operaciones a practicar varía en función del software adquirido. Pese a todo, los médicos coruñeses disponen de una amplia gama de intervenciones. "Podemos tratar desde cirugía vascular a problemas de obesidad, extracciones de vesícula...", sostiene el doctor Machuca.
Los simuladores son la pieza estrella de la Unidad de Cirugía Experimental del hospital coruñés - abierta en 1989 y cuyas instalaciones de cerca de 900 metros cuadrados están ubicadas junto al Materno Infantil Teresa Herrera- pero no los únicos protagonistas. Para las operaciones más innovadoras, se siguen los métodos de experimentación tradicionales: el animal hace las veces de humano en quirófano.
Como si de una granja más se tratase, el Hospital de A Coruña cuenta con su propio animalario, de 400 metros cuadrados, en los que ratones, ovejas, cerdos y ratas conviven hasta convertirse en pacientes por un día. "Contamos con un equipo de veterinarios y hay que dejar claro que los animales no sufren en ningún momento y los tratamos con respeto", señala Machuca, quien, sin embargo, reconoce: "En unos años, la experimentación con animales terminará. Ya hay países en los que no se realizan estas prácticas".
El uso de animales es necesario a la hora de ensayar operaciones totalmente innovadoras de las que sólo se han realizado casos puntuales en todo el mundo. Uno de los casos más frecuentes es para la denominada cirugía Notes -Cirugía endoscópica transluminal por orificios naturales-, una técnica que limita al máximo las incisiones en el cuerpo y que permite extraer órganos a través de los orificios del cuerpo humano como la boca, el recto o la vagina.
Las instalaciones de cirugía experimental están abiertas a todos los facultativos del hospital y son ellos mismos quienes deciden que intervenciones quieren practicar para poner en marcha en el futuro. "Son los propios facultativos de uno o varios servicios los que determinan que operaciones van a realizar", sostiene Machuca, quien añade: "El tiempo que pasa entre que comienza la experimentación y se realiza la primera operación en humanos varía en cada caso, pero puede llevar meses".
Pero no sólo los miembros del Hospital de A Coruña se benefician de lo último en cirugía virtual. "Cada año recibimos a unas 350 personas ajenas al centro", indica Machuca. Entre ellas, destacan facultativos de otros centros de la comunidad gallega pero también estudiantes de Medicina -realizan prácticas una vez a la semana-, profesionales del 061 o bomberos que realizan cursos sobre reanimación o simulacros en estas instalaciones. Desde el hospital son conscientes de que disponer de estas instalaciones es todo un privilegio. "Pocos centros son mixtos, es decir, trabajan con animales y simuladores a la vez. De este modo, recibimos una formación muy completa. Además, hay quien tiene un área de cirugía experimental pero tiene que desplazarse a 50 kilómetros. Es un lujo que nosotros lo tengamos al lado del hospital", resalta Machuca. Este doctor lleva años detrás del bisturí y tiene claro que contar con estos medios beneficia a todos pero, en especial, a los estudiantes, el futuro en quirófano.
La puesta en práctica
En lo que va de año, el Hospital Universitario de A Coruña ha realizado varias intervenciones pioneras no sólo a nivel gallego sino a nivel estatal. Detrás de estas innovadoras operaciones con éxito hay muchas horas de trabajo de los cirujanos en la Unidad de Cirugía Experimental. Nadie da el paso de operar a un paciente sin haber pasado varios meses ensayando la nueva técnica en animales o simuladores.
