Entrevista en Colombia a Jordi Casamitjana, Coordinador de Campañas de CAS.
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El Tiempo.com. Vida de Hoy, 30 Diciembre 2008.
Representante de la organización antitaurina más grande del mundo estuvo en Colombia dictando conferencias.
Casamitjana afirma, basado en la evolución que ha registrado su movimiento en el mundo, que la tauromaquia podría desaparecer.
Su nombre es Jordi Casamitjana y es español. Sostiene que ningún país puede catalogarse civilizado si goza con el sufrimiento de un animal.
La organización que representa es holandesa y se llama Comité Anti Stierenvechten (CAS).
EL TIEMPO: ¿Por qué un ciudadano de España, país cuna de las corridas de toros, se vuelve el líder de una organización de este tipo?
Jordi Casamitjana: Porque conozco bien esta actividad. Curiosamente la mayoría de antitaurinos del mundo son españoles, porque hemos tenido contacto con ella y nos damos cuenta de sus abusos. Quienes no la han visto no pueden rechazarla.
¿Hace cuánto no va a una corrida?
Sigo yendo, a filmar, a analizar la tragedia. Los etólogos (quienes estudian el comportamiento de los animales) no necesitamos estar al pie de un animal para saber lo que le pasa. De lejos podemos saber si sufre. Pero también tenemos que tener pruebas y voy a recolectarlas.
¿Cree que la tauromaquia es una actividad con futuro o que tiende a desaparecer?
La tauromaquia tuvo su época dorada en el siglo XX, pero ahora no. Es una afición mayoritariamente de adultos, de personas por encima de los 50 años, porque a la gente joven de este siglo no le interesa mucho, se opone, por lo menos la española, y con esto podemos intuir que en algún momento desaparecerá. Antes hacíamos encuestas donde la mitad de la población la rechazaba y la otra mitad la apoyaba. Ahora, el rechazo supera de lejos a la aprobación.
¿Colombia es protagonista en esta campaña mundial?
Tiene un movimiento antitaurino fuerte, tal vez el más fuerte de América Latina. He visto muchos progresos, como la creación de ciudades antitaurinas. Hace dos años no había ninguna y hoy tenemos dos: Zapatoca (Santander) y Bello (Antioquia). Medellín estuvo a punto de declararse antitaurina, pero el Alcalde rechazó la decisión del Concejo.
¿Cuántas ciudades antitaurinas hay?
Sesenta y una, la mayoría de Europa. En América Latina hay dos: Baños, en Ecuador, y Carrizal, en Venezuela.
¿El movimiento antitaurino se ha quedado en la protesta callejera o ha evolucionado?
Hemos pasado de defender posiciones morales a impulsar posiciones políticas. Ya hay proyectos de ley andando en Venezuela para abolir la tauromaquia en regiones completas, igual en Perú. En Islas Canarias (España) ya quedó prohibida. Y en Cataluña hay un proceso para aprobar una ley que haga lo mismo y que se está liderando desde Barcelona. En Francia solo son permitidas en el sur.
¿Hay algún ejemplo de un lugar históricamente taurino que se haya opuesto a esta actividad?
Quito. Una encuesta nos dijo que el 74 por ciento de la población está en contra. Y eso que Quito era una de las ciudades más taurinas de América. En el Reino Unido, sin que fuera una actividad tradicional, quedó tan prohibida que allí ni siquiera se permite que se críen toros de lidia.
¿Por qué podemos creer o pensar que el movimiento que usted impulsa algún día arrojará resultados y frenará la tortura sobre este animal?
En Inglaterra nos opusimos a una práctica que parecía imposible de erradicar: la caza del zorro. Lo logramos en el 2004 después de que se vio durante siglos.
¿No habría forma de reinventar las corridas, de reducir los maltratos?
No hay ninguna posibilidad, porque lo peor de una corrida de toros, más allá de la agonía del toro, es que ese sufrimiento es injustificado. No es como el que puede soportar una vaca, que sabemos que sufre antes de morir, pero por lo menos la matamos para alimentarnos, para sobrevivir, no por deporte o por diversión. Los toros, incluso por arte, son arbitrarios.
Pero no matar al toro, por ejemplo, sería una alternativa de la que se ha hablado...
Pero el maltrato sigue. Es como si yo le dijera a un verdugo: a esta víctima no le quites dos dedos sino uno. La tortura no se puede tolerar de ninguna forma.
En cuanto a maltrato, ¿el toreo puede compararse con los circos?
Los animales pueden ser víctimas de cuatro formas de maltrato: estrés, que se da por encerramiento; agotamiento, causarles heridas o producirles agonía. En la corrida están presentes las cuatro al mismo tiempo. Los circos resultan un paraíso frente a esto.
Los que defienden las corridas dicen que el toro va armado y que eventualmente puede matar al torero; por eso dicen que es un duelo equilibrado...
No es un argumento válido: al toro se lo va minando, se lo va debilitando para que el torero no corra peligro. Si alguien mata a una persona que tiene una pistola en la mano, el hecho de que ella esté armada no le quita al agresor el rótulo de asesino.
Trate de convencer a un taurino que se animó a leer esta entrevista, de que el toreo no debería existir...
Lo hago con una pregunta: ¿Y si en lugar de un toro lanzamos su perro al ruedo?
JAVIER SILVA HERRERA
REDACCIÓN VIDA DE HOY
Representante de la organización antitaurina más grande del mundo estuvo en Colombia dictando conferencias.
Casamitjana afirma, basado en la evolución que ha registrado su movimiento en el mundo, que la tauromaquia podría desaparecer.
Su nombre es Jordi Casamitjana y es español. Sostiene que ningún país puede catalogarse civilizado si goza con el sufrimiento de un animal.
La organización que representa es holandesa y se llama Comité Anti Stierenvechten (CAS).
EL TIEMPO: ¿Por qué un ciudadano de España, país cuna de las corridas de toros, se vuelve el líder de una organización de este tipo?
Jordi Casamitjana: Porque conozco bien esta actividad. Curiosamente la mayoría de antitaurinos del mundo son españoles, porque hemos tenido contacto con ella y nos damos cuenta de sus abusos. Quienes no la han visto no pueden rechazarla.
¿Hace cuánto no va a una corrida?
Sigo yendo, a filmar, a analizar la tragedia. Los etólogos (quienes estudian el comportamiento de los animales) no necesitamos estar al pie de un animal para saber lo que le pasa. De lejos podemos saber si sufre. Pero también tenemos que tener pruebas y voy a recolectarlas.
¿Cree que la tauromaquia es una actividad con futuro o que tiende a desaparecer?
La tauromaquia tuvo su época dorada en el siglo XX, pero ahora no. Es una afición mayoritariamente de adultos, de personas por encima de los 50 años, porque a la gente joven de este siglo no le interesa mucho, se opone, por lo menos la española, y con esto podemos intuir que en algún momento desaparecerá. Antes hacíamos encuestas donde la mitad de la población la rechazaba y la otra mitad la apoyaba. Ahora, el rechazo supera de lejos a la aprobación.
¿Colombia es protagonista en esta campaña mundial?
Tiene un movimiento antitaurino fuerte, tal vez el más fuerte de América Latina. He visto muchos progresos, como la creación de ciudades antitaurinas. Hace dos años no había ninguna y hoy tenemos dos: Zapatoca (Santander) y Bello (Antioquia). Medellín estuvo a punto de declararse antitaurina, pero el Alcalde rechazó la decisión del Concejo.
¿Cuántas ciudades antitaurinas hay?
Sesenta y una, la mayoría de Europa. En América Latina hay dos: Baños, en Ecuador, y Carrizal, en Venezuela.
¿El movimiento antitaurino se ha quedado en la protesta callejera o ha evolucionado?
Hemos pasado de defender posiciones morales a impulsar posiciones políticas. Ya hay proyectos de ley andando en Venezuela para abolir la tauromaquia en regiones completas, igual en Perú. En Islas Canarias (España) ya quedó prohibida. Y en Cataluña hay un proceso para aprobar una ley que haga lo mismo y que se está liderando desde Barcelona. En Francia solo son permitidas en el sur.
¿Hay algún ejemplo de un lugar históricamente taurino que se haya opuesto a esta actividad?
Quito. Una encuesta nos dijo que el 74 por ciento de la población está en contra. Y eso que Quito era una de las ciudades más taurinas de América. En el Reino Unido, sin que fuera una actividad tradicional, quedó tan prohibida que allí ni siquiera se permite que se críen toros de lidia.
¿Por qué podemos creer o pensar que el movimiento que usted impulsa algún día arrojará resultados y frenará la tortura sobre este animal?
En Inglaterra nos opusimos a una práctica que parecía imposible de erradicar: la caza del zorro. Lo logramos en el 2004 después de que se vio durante siglos.
¿No habría forma de reinventar las corridas, de reducir los maltratos?
No hay ninguna posibilidad, porque lo peor de una corrida de toros, más allá de la agonía del toro, es que ese sufrimiento es injustificado. No es como el que puede soportar una vaca, que sabemos que sufre antes de morir, pero por lo menos la matamos para alimentarnos, para sobrevivir, no por deporte o por diversión. Los toros, incluso por arte, son arbitrarios.
Pero no matar al toro, por ejemplo, sería una alternativa de la que se ha hablado...
Pero el maltrato sigue. Es como si yo le dijera a un verdugo: a esta víctima no le quites dos dedos sino uno. La tortura no se puede tolerar de ninguna forma.
En cuanto a maltrato, ¿el toreo puede compararse con los circos?
Los animales pueden ser víctimas de cuatro formas de maltrato: estrés, que se da por encerramiento; agotamiento, causarles heridas o producirles agonía. En la corrida están presentes las cuatro al mismo tiempo. Los circos resultan un paraíso frente a esto.
Los que defienden las corridas dicen que el toro va armado y que eventualmente puede matar al torero; por eso dicen que es un duelo equilibrado...
No es un argumento válido: al toro se lo va minando, se lo va debilitando para que el torero no corra peligro. Si alguien mata a una persona que tiene una pistola en la mano, el hecho de que ella esté armada no le quita al agresor el rótulo de asesino.
Trate de convencer a un taurino que se animó a leer esta entrevista, de que el toreo no debería existir...
Lo hago con una pregunta: ¿Y si en lugar de un toro lanzamos su perro al ruedo?
JAVIER SILVA HERRERA
REDACCIÓN VIDA DE HOY