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Fiestas de San Bartolomé. Vergüenza en Elgoibar.
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Noticias
Diario Vasco, 29 Agosto 2009
ELGOIBAR,
La última carrera para «Gorri»
La vaquilla fue sacrificada tras precipitarse al río Deba desde el puente de Txankakua Saltó el pretil y se quebró la columna al caer desde 9 metros
La última sokamuturra de las fiestas de San Bartolomé tuvo ayer un final dramático, al caer la vaquilla que cerraba el encierro desde el puente de Txankakua hasta el cauce del río Deba, sufriendo heridas de tal gravedad que obligaron a su sacrificio.
Como sucede en tantas ocasiones en las sokamuturras de Elgoibar, la res de la ganadería Arno, de nombre Gorri, se encaminó hacia el puente de Txankakua pero, en lugar de detenerse frente a las vallas que se colocan en este punto para evitar su entrada en la N-634, se encaminó hacia el pretil, saltándolo sin sospechar que tras él le esperaba una caída de nueve metros hasta el río Deba.
El costalazo contra el fondo del cauce fue terrible. El río arrastra poco caudal estos días como consecuencia de la época estival, por lo que la pobre Gorri no encontró agua que amortiguara el impacto en su caída. La vaquilla quedó tendida sobre la fina lámina de agua y pronto se pudo comprobar que no podía moverse. El golpe le había quebrado la columna, dejándole totalmente inútiles los cuartos traseros.
Los encargados de llevar las reses durante la sokamuturra y algunos voluntarios bajaron hasta el río en su ayuda, bajo la mira de cientos de personas que se agolparon en el entorno del puente de Txankakua, y lograron llevarla hasta la orilla. Una vez allí, constataron que la res estaba malherida y que no quedaba otro remedio que sacrificarla.
Ayudados por una grúa, la subieron hasta el puente de Txankakua y, una vez allí, la trasladaron para decidir qué se podía hacer para acabar con el sufrimiento del pobre animal. Una primera opción era llevar a Gorri hasta el matadero de Durango, pero esta idea chocaba con la norma según la cual únicamente se pueden sacrificar animales que entren por su propio pie en el matadero, extremo que no se daba en el caso de Gorri por la lesión de columna que arrastraba y que le impedía caminar. La segunda opción y la que más visos tenía de materializarse era que la res fuera sacrificada por un veterinario antes de ser recogida por un camión de la Diputación que la llevaría hasta un comedero de buitres o muladar.
Gemelos
La pérdida de Gorri fue muy sentida entre los miembros de la ganadería Arno. Este ejemplar llevaba tiempo participando en las fiestas de los pueblos y, además, tenía a gala el hecho de ser la única vaca que había dado a luz a gemelos en la ganadería mutrikuarra. «Es un animal muy apreciado. Además de correr en las sokamuturras, destaca porque cría muy bien y varios de sus hijos ya están participando en este tipo de fiestas». Desgraciadamente para Gorri, tendrán que ser estos los que sigan dando aliento a esta celebración ya que la de ayer fue la última sokamuturra para la vaquilla de la ganadería Arno.
ELGOIBAR,
La última carrera para «Gorri»
La vaquilla fue sacrificada tras precipitarse al río Deba desde el puente de Txankakua Saltó el pretil y se quebró la columna al caer desde 9 metros
La última sokamuturra de las fiestas de San Bartolomé tuvo ayer un final dramático, al caer la vaquilla que cerraba el encierro desde el puente de Txankakua hasta el cauce del río Deba, sufriendo heridas de tal gravedad que obligaron a su sacrificio.
Como sucede en tantas ocasiones en las sokamuturras de Elgoibar, la res de la ganadería Arno, de nombre Gorri, se encaminó hacia el puente de Txankakua pero, en lugar de detenerse frente a las vallas que se colocan en este punto para evitar su entrada en la N-634, se encaminó hacia el pretil, saltándolo sin sospechar que tras él le esperaba una caída de nueve metros hasta el río Deba.
El costalazo contra el fondo del cauce fue terrible. El río arrastra poco caudal estos días como consecuencia de la época estival, por lo que la pobre Gorri no encontró agua que amortiguara el impacto en su caída. La vaquilla quedó tendida sobre la fina lámina de agua y pronto se pudo comprobar que no podía moverse. El golpe le había quebrado la columna, dejándole totalmente inútiles los cuartos traseros.
Los encargados de llevar las reses durante la sokamuturra y algunos voluntarios bajaron hasta el río en su ayuda, bajo la mira de cientos de personas que se agolparon en el entorno del puente de Txankakua, y lograron llevarla hasta la orilla. Una vez allí, constataron que la res estaba malherida y que no quedaba otro remedio que sacrificarla.
Ayudados por una grúa, la subieron hasta el puente de Txankakua y, una vez allí, la trasladaron para decidir qué se podía hacer para acabar con el sufrimiento del pobre animal. Una primera opción era llevar a Gorri hasta el matadero de Durango, pero esta idea chocaba con la norma según la cual únicamente se pueden sacrificar animales que entren por su propio pie en el matadero, extremo que no se daba en el caso de Gorri por la lesión de columna que arrastraba y que le impedía caminar. La segunda opción y la que más visos tenía de materializarse era que la res fuera sacrificada por un veterinario antes de ser recogida por un camión de la Diputación que la llevaría hasta un comedero de buitres o muladar.
Gemelos
La pérdida de Gorri fue muy sentida entre los miembros de la ganadería Arno. Este ejemplar llevaba tiempo participando en las fiestas de los pueblos y, además, tenía a gala el hecho de ser la única vaca que había dado a luz a gemelos en la ganadería mutrikuarra. «Es un animal muy apreciado. Además de correr en las sokamuturras, destaca porque cría muy bien y varios de sus hijos ya están participando en este tipo de fiestas». Desgraciadamente para Gorri, tendrán que ser estos los que sigan dando aliento a esta celebración ya que la de ayer fue la última sokamuturra para la vaquilla de la ganadería Arno.
