¿Ha olvidado su contraseña?
Ilustres asesinos
archivado en:
Artículos
Publicado el 29/Marzo/2007 en LA TRINCHERA.
En la sala Valle Inclán del Círculo de Bellas Artes recientemente se han reunido unos cuantos asesinos, cooperadores necesarios, complices y encubridores para defender, frente a la sociedad, sus crueles actos. No estoy hablando de la mafia, no. Hablo de La Plataforma en Defensa de la Fiesta Taurina.
Esta panda de jurásicos sanguinarios, al parecer, se sienten amenazados por los constantes ataques que sufren desde diversos sectores de la sociedad y han decidido pasar a la ofensiva, más aún, promoviendo el reconocimiento de la tauromaquia como patrimonio cultural en España y de ahí solicitar a la Unesco que sea considerada patrimonio de la humanidad. Y el bocadillo de mortadela con aceitunas plato de alta escuela gastronómica, claro.
Señores de calcetines rosas y otros mangurrianes, no puede ser patrimonio de la humanidad un acto tan inhumano como el que ustedes perpetran, aunque no me extraña que sus neuronas resbalen de tamaño modo, basta con que alguno de ustedes abra la boquita para comprender que las luces se quedan en sus atuendos, no llegan a la cavidad craneal, se pierden por el camino.
Al acto acudieron ilustres torturadores acompañados de algunos personajes del mundo de la intelectualidad, siempre supuesta, evidentemente. Entre ellos el dramaturgo Albert Boadella, que con tal de dar que hablar y chupar cámara es capaz de argumentar cualquier cosa, y un tal Francis Wolf, al que deben conocer muy bien en su casa, supuesto catedrático de La Sorbona que dejó caer en su discurso la siguiente perla: Los toros como espectáculo siempre han importado al ámbito cultural e intelectual del mundo entero, porque son un bien moral y estético. Sobre todo moral porque es un modelo de la relación de los hombres con los animales… Y que se sepa el tio este dijo semejante barbaridad sin estar bebido ni nada, así, a pelo y sin vaselina. Hay que joderse con el catedrático. Igual para él los malos tratos en el ambito doméstico son un bien moral, como modelo de relación entre hombres y mujeres. Será sieso el gachón.
No entiendo por qué los taurinos no son sinceros. Por qué no se dejan de buscar argumentos sociales, intelectuales, estéticos o artísticos para defender sus atropellos. Que digan abiertamente que les place ver a un animal desangrándose panza arriba después de haber sido torturado cobardemente, que digan sin complejos que gozan con el dolor y el calvario de un ser vivo, que les gusta la sangre, que disfrutan sadicamente con el sufrimiento ajeno y que, además, la muerte se vende cara y hay un montón de pasta circulando al filo de los estoques y las banderillas. Ese es el patrimonio de la humanidad que reivindican estos ilustrados matarifes. Y yo ya no sé qué pensar del homo sapiens, o me he perdido algo en el intermedio o este mundo está lleno de mamones.
4 comentarios a “Ilustres asesinos”
Fuente RSS de este elemento URL Trackback
--------------------------------------------------------------------------------
1 Mar
29/Mar/2007 a las 10:17 horas
Yo estoy en contra de todo esto, en la facultad tienia un compañero… tenia ese defecto, todos los domingos iba a la Maestranza, Y disfrutaba como un niño con el dia de reyes cuando hablaba de su aficion. Yo como siempre intentando entender que le sacaba a la tortura de un serviviente… pero termino por esquibarme el tema entes de salir de bullas conmigo. Tambien tengo un amigo, Luis, el es torero, cuando le conoci fue por esa causa, mi repulsa al goce mediante la tortura animal. Es el uniko tema que no entra en nuestra conversacion. Solo hablamos de ello dos veces, una cuando nos conocimos de bullas y otra una vez que bajo a Sevilla y me invito a almorzar en la “Juderia”. Y creeme que quede asombrada como un hombre tan humano. cariñoso e inteligente puede tener digamoslo asi… ese defecto tan ruin. Pero sabes despues de ese dia, intente asimilar la idea. Te explico y te pongo un ejemplo: El pueblo islamista, si su “idolo” los llama a morir por Alá, ellos van de cabeza, vamos ni se lo piensan. Y sus hijos haran lo mismo, porque no ven otra cosa que no sea los valores inculcados por religion, cultura y situacion. Todo esto a grosso modo. Pues Luis, aprendio a amar ese mundo, desde antes incluso de nacer, ya que su padre tambien es torero, y el padre de su padre y… bueno un etc… Aunque para mi eso no seria excusa valida por ser como soy, pero Luis es como es el, y aunque no entienda ese fanatismo animal, supongo que habria de atajarlo de raiz y no andarse por los laureles dando bandazos y polemicas.
Es altamente complejo el asunto…
Besitos de cafe y tostas con mantequilla
2 Rafa León
29/Mar/2007 a las 10:49 horas
Pues sí, la de (contra) los toros es una “fiesta” muy, pero que muy, snuff. Pero como se practica, no con seres humanos, sino con bichejos sin alma… pues todos calladitos, que la pela es la pela, y, si tributa a Hacienda, más.
Un abrazo
Rafa
3 MANUEL RUBIALES REQUEJO
29/Mar/2007 a las 11:12 horas
Querida Mar, entiendo perfectamente que la educación y el entorno mamado desde niño hace mucho en custiones como esta, pero no es determinante. Te pongo mi propio ejemplo. Mi familia, sobre todo paterna, es altamente taurina, mi propio tio abuelo, Antonio Rosales, alias “Don Puyazo”, fue un prestigioso crítico taurino, otro tio mio fue en sus tiempos de juventud un torerillo con más afición que talento e incluso a mí mismo, desde que nací, mi familia me afilió a una peña taurina y me llevaba a las corridas y a los tentaderos antes de echar los dientes. Mi bisabuelo fabricaba banderillas y estoques, en fin, Mar, que me he criado en un ambiente absolutamente taurino y eso no ha sido obstáculo para que desde bien jovencito sintiera la aberración más absoluta, radical y combativa hacia la tauromaquia. Simplemente no me entra en las entendederas que la gente gane dinero con un espectáculo tan violento y que las plazas se sigan llenando, me recuerda a la época de los romanos, con toda esa jauría de sádicos deseando ver las cabezas cortadas de los gladiadores. No hemos evolucionado mucho.
Vino y besos
4 Victoria
29/Mar/2007 a las 18:38 horas
Muy bien, Manolo, no te canses nunca de rechazar este maltrato a sangre fría que sufren los toros, que yo tampoco, por mucho que me repita, dejaré de comentar que estoy totalmente de acuerdo con tus denuncias. !ojala pudiéramos hacer más!
No hay excusas, de costumbre ni de tradición que pueda aprobar esta barbaridad. Pero quitémosle al señorito las ganaderías y su precio al toro, quitémosle la fama y el enriquecimiento al torero, quitémosle a la maestranza el precio de la entrada, qué muera el toro y también el torero…
Maldita su casta, no la del toro, sino la de los que apoyan, se enriquecen, se divierten a costa de esta masacre. Aunque, claro está, este gente, psicológicamente, también hay que entenderla, puesto que no son más que cabezas vacías y maltratadas emocionalmente y encuentran en esta diversión la forma de rellenar sus carencias afectivas. !Pues, que la seguridad social les haga un hueco en el psicólogo! ¿no?, digo yo.
En la sala Valle Inclán del Círculo de Bellas Artes recientemente se han reunido unos cuantos asesinos, cooperadores necesarios, complices y encubridores para defender, frente a la sociedad, sus crueles actos. No estoy hablando de la mafia, no. Hablo de La Plataforma en Defensa de la Fiesta Taurina.
Esta panda de jurásicos sanguinarios, al parecer, se sienten amenazados por los constantes ataques que sufren desde diversos sectores de la sociedad y han decidido pasar a la ofensiva, más aún, promoviendo el reconocimiento de la tauromaquia como patrimonio cultural en España y de ahí solicitar a la Unesco que sea considerada patrimonio de la humanidad. Y el bocadillo de mortadela con aceitunas plato de alta escuela gastronómica, claro.
Señores de calcetines rosas y otros mangurrianes, no puede ser patrimonio de la humanidad un acto tan inhumano como el que ustedes perpetran, aunque no me extraña que sus neuronas resbalen de tamaño modo, basta con que alguno de ustedes abra la boquita para comprender que las luces se quedan en sus atuendos, no llegan a la cavidad craneal, se pierden por el camino.
Al acto acudieron ilustres torturadores acompañados de algunos personajes del mundo de la intelectualidad, siempre supuesta, evidentemente. Entre ellos el dramaturgo Albert Boadella, que con tal de dar que hablar y chupar cámara es capaz de argumentar cualquier cosa, y un tal Francis Wolf, al que deben conocer muy bien en su casa, supuesto catedrático de La Sorbona que dejó caer en su discurso la siguiente perla: Los toros como espectáculo siempre han importado al ámbito cultural e intelectual del mundo entero, porque son un bien moral y estético. Sobre todo moral porque es un modelo de la relación de los hombres con los animales… Y que se sepa el tio este dijo semejante barbaridad sin estar bebido ni nada, así, a pelo y sin vaselina. Hay que joderse con el catedrático. Igual para él los malos tratos en el ambito doméstico son un bien moral, como modelo de relación entre hombres y mujeres. Será sieso el gachón.
No entiendo por qué los taurinos no son sinceros. Por qué no se dejan de buscar argumentos sociales, intelectuales, estéticos o artísticos para defender sus atropellos. Que digan abiertamente que les place ver a un animal desangrándose panza arriba después de haber sido torturado cobardemente, que digan sin complejos que gozan con el dolor y el calvario de un ser vivo, que les gusta la sangre, que disfrutan sadicamente con el sufrimiento ajeno y que, además, la muerte se vende cara y hay un montón de pasta circulando al filo de los estoques y las banderillas. Ese es el patrimonio de la humanidad que reivindican estos ilustrados matarifes. Y yo ya no sé qué pensar del homo sapiens, o me he perdido algo en el intermedio o este mundo está lleno de mamones.
4 comentarios a “Ilustres asesinos”
Fuente RSS de este elemento URL Trackback
--------------------------------------------------------------------------------
1 Mar
29/Mar/2007 a las 10:17 horas
Yo estoy en contra de todo esto, en la facultad tienia un compañero… tenia ese defecto, todos los domingos iba a la Maestranza, Y disfrutaba como un niño con el dia de reyes cuando hablaba de su aficion. Yo como siempre intentando entender que le sacaba a la tortura de un serviviente… pero termino por esquibarme el tema entes de salir de bullas conmigo. Tambien tengo un amigo, Luis, el es torero, cuando le conoci fue por esa causa, mi repulsa al goce mediante la tortura animal. Es el uniko tema que no entra en nuestra conversacion. Solo hablamos de ello dos veces, una cuando nos conocimos de bullas y otra una vez que bajo a Sevilla y me invito a almorzar en la “Juderia”. Y creeme que quede asombrada como un hombre tan humano. cariñoso e inteligente puede tener digamoslo asi… ese defecto tan ruin. Pero sabes despues de ese dia, intente asimilar la idea. Te explico y te pongo un ejemplo: El pueblo islamista, si su “idolo” los llama a morir por Alá, ellos van de cabeza, vamos ni se lo piensan. Y sus hijos haran lo mismo, porque no ven otra cosa que no sea los valores inculcados por religion, cultura y situacion. Todo esto a grosso modo. Pues Luis, aprendio a amar ese mundo, desde antes incluso de nacer, ya que su padre tambien es torero, y el padre de su padre y… bueno un etc… Aunque para mi eso no seria excusa valida por ser como soy, pero Luis es como es el, y aunque no entienda ese fanatismo animal, supongo que habria de atajarlo de raiz y no andarse por los laureles dando bandazos y polemicas.
Es altamente complejo el asunto…
Besitos de cafe y tostas con mantequilla
2 Rafa León
29/Mar/2007 a las 10:49 horas
Pues sí, la de (contra) los toros es una “fiesta” muy, pero que muy, snuff. Pero como se practica, no con seres humanos, sino con bichejos sin alma… pues todos calladitos, que la pela es la pela, y, si tributa a Hacienda, más.
Un abrazo
Rafa
3 MANUEL RUBIALES REQUEJO
29/Mar/2007 a las 11:12 horas
Querida Mar, entiendo perfectamente que la educación y el entorno mamado desde niño hace mucho en custiones como esta, pero no es determinante. Te pongo mi propio ejemplo. Mi familia, sobre todo paterna, es altamente taurina, mi propio tio abuelo, Antonio Rosales, alias “Don Puyazo”, fue un prestigioso crítico taurino, otro tio mio fue en sus tiempos de juventud un torerillo con más afición que talento e incluso a mí mismo, desde que nací, mi familia me afilió a una peña taurina y me llevaba a las corridas y a los tentaderos antes de echar los dientes. Mi bisabuelo fabricaba banderillas y estoques, en fin, Mar, que me he criado en un ambiente absolutamente taurino y eso no ha sido obstáculo para que desde bien jovencito sintiera la aberración más absoluta, radical y combativa hacia la tauromaquia. Simplemente no me entra en las entendederas que la gente gane dinero con un espectáculo tan violento y que las plazas se sigan llenando, me recuerda a la época de los romanos, con toda esa jauría de sádicos deseando ver las cabezas cortadas de los gladiadores. No hemos evolucionado mucho.
Vino y besos
4 Victoria
29/Mar/2007 a las 18:38 horas
Muy bien, Manolo, no te canses nunca de rechazar este maltrato a sangre fría que sufren los toros, que yo tampoco, por mucho que me repita, dejaré de comentar que estoy totalmente de acuerdo con tus denuncias. !ojala pudiéramos hacer más!
No hay excusas, de costumbre ni de tradición que pueda aprobar esta barbaridad. Pero quitémosle al señorito las ganaderías y su precio al toro, quitémosle la fama y el enriquecimiento al torero, quitémosle a la maestranza el precio de la entrada, qué muera el toro y también el torero…
Maldita su casta, no la del toro, sino la de los que apoyan, se enriquecen, se divierten a costa de esta masacre. Aunque, claro está, este gente, psicológicamente, también hay que entenderla, puesto que no son más que cabezas vacías y maltratadas emocionalmente y encuentran en esta diversión la forma de rellenar sus carencias afectivas. !Pues, que la seguridad social les haga un hueco en el psicólogo! ¿no?, digo yo.
