La voz de alarma la dio una turista extranjera que fue a
visitar la Charca Suárez, el humedal de Motril, y contempló horrorizada
cómo en una finca cercana, en plena vega motrileña, sufrían una docena
de caballos, dos asnos y un poni atados y sin comida. Los animales se
encontraban desfallecidos, en los huesos por inanición y con las patas
atadas lo que les impedía poder moverse para buscar comida y agua.
Esta situación de inmovilización ha provocado que, tras
una inspección de los animales, el Seprona de la Guardia Civil haya
puesto a disposición judicial a su propietario, que está imputado por un
delito de maltrato animal. Además, la Guardia Civil ha hecho las
correspondientes gestiones con la delegación provincial de Agricultura
para que tome las medidas oportunas para proteger a los animales.
Los caballos, asnos y el poni estaban abandonados según
pudo certificar la Guardia Civil, escuálidos, desnutridos e incluso
malheridos tras haber intentado zafarse de las cuerdas que los mantenían
inmovilizados.
De Órgiva
La Guardia Civil ha identificado al propietario de los
caballos, un tratante de ganado de Órgiva, que tras prestar declaración
en el juzgado quedó en libertad, aunque imputado por un supuesto delito
de maltrato animal. No es la primera vez que este tratante de animales
se enfrenta a un caso de este tipo, le constan dos denuncias anteriores
por el mismo motivo.
El dueño del ganado reside en Órgiva y , visto el estado
de los animales, no bajaba a la Costa con mucha frecuencia para
cuidarles. Cuando llegaron los veterinarios, uno de los asnos no se
podía ni levantar. A otro de los caballos se le pueden contar
perfectamente las costillas.
El futuro de los animales depende ahora de la resolución
judicial y de las medidas que adopte la Junta de Andalucía. Ayer los
caballos permanecían en la misma finca de la vega motrileña, pero ya
liberados de sus ataduras. Aún así, su aspecto refleja signos evidentes
de que no lo han pasado precisamente bien en los últimos tiempos.
El fenómeno de los caballos sueltos o maltratados en las
vegas de los pueblos de la Costa se ha incrementado en los últimos años,
a raíz de la crisis económica que ha llevado a muchos de los que
compraron estos animales con el ‘boom’ de la construcción a
abandonarlos. A finales de 2010 el Ayuntamiento de Salobreña contabilizó
hasta medio centenar de caballos abandonados en la vega que suponían un
riesgo. De hecho, ya ha habido que lamentar accidentes, el más grave,
con tres heridos, lo provocó un animal al cruzarse en el camino de una
familia que circulaba por la N-340.