Ingeniería genética para cenar. Joaquim Clará.
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La Vanguardia, el lector opina, 29 septiembre 2008.
Ingeniería genética para cenar.
EE.UU legalizará la venta de animales genéticamente modificados para su uso como comida.
Joaquim Clara | Atlanta, lector corresponsal | El gobierno de los EEUU va a empezar a considerar legalizar la venta de animales genéticamente modificados para el uso como comida. Los animales genéticamente modificados son creados insertando un gen de una especie en el ADN de otro animal para reprogramar algunas de sus características. El método es el mismo que el presentado en Jurassic Park, donde supuestos científicos conseguían crear dinosaurios reemplazando cadenas de ADN de dinosauro por genes de ranas. Esto es una variante radical respecto a lo que se ha hecho hasta ahora, donde simplemente se cruzaban animales. De esta manera se puede obtener salmón con un crecimiento tres veces más rápido que el natural, cerdos con niveles más altos de los saludables ácidos grasos Omega-3, ganado resistente al mal de las vacas locas o gallinas reprogramadas para poner huevos más saludables para el corazón. Incluso algunos animales podrían ver su ADN alterado para producir substancias en la leche o su sangre que posteriormente pueden ser usadas en medicamentos.
Propuesta de regulaciones para comida genética ya en producción
El acceso de la población Norteamericana a comida modificada genéticamente va a ser evidentemente regulada. La agencia encargada es la "Food and Drug Administration" (FDA) que el pasado Jueves 18 de Setiembre, publicó una propuesta de medidas legales que en principio ha de responder a preguntas como si los animales genéticamente modificados suponen algún riesgo para el consumo humano y también si supone algún riesgo medioambiental. ( Este documento se puede encontrar en la página web de dicha agencia).
Además, el control propuesto por la FDA en animales va a ser más duro que el ya existente sobre plantas y microorganismos genéticamente manipulados, los cuales están en el mercado y en algunos casos no exentos de polémica. Según la propuesta, la FDA deberá saber exactamente que hacen las compañías productoras de este tipo de alimento en cada fase de creación de un animal modificado. Estas empresas deberán facilitar la identidad molecular de las partes de ADN reemplazadas, en que parte del ADN original se han insertado y si se mantendrá inalterado en futuros descendientes del animal original. La FDA también deberá saber cómo las alteraciones genéticas van a variar la salud del animal, su comportamiento y su valor nutricional. Las empresas productoras de dichos animales deberán informar a la FDA como harán el seguimiento de sus animales, prevenir que no se mezclen con sus primos naturales y que se hará con ellos una vez mueran. Aun con todo, la comida procedente de animales genéticamente manipulados no deberá ser etiquetada como tal. Esta comida solamente será etiquetada si la manipulación varia su valor nutricional.
Según Randal Lutter, diputado de la comisión para las políticas de la FDA "si la composición de la carne o otra comida ha sido alterada, esto ha de estar reflejado en el etiquetaje. Pero si el animal simplemente crece más rápido o es más resistente a su entorno sin cambios en composición, entonces el etiquetaje no es necesario". Además, los requerimientos de la FDA descritos en el documento no son obligatorios. Estos solamente se aplican a compañías en biotecnología que busquen comercializar sus animales manipulados genéticamente. Una empresa que cree un animal genéticamente manipulado sin fines comerciales, no estará sujeta a las regulaciones propuestas por la FDA. En este momento los supermercados de los EEUU no venden comida animal genéticamente manipulada, pero una compañía con base en Boston, Aqua Bounty Technologies, espera conseguir el visto bueno del gobierno para comercializar su salmón de crecimiento rápido y espera que este pescado esté en los estantes de los comercios en 2011. El CEO de esta compañía, Elliot Entis, ha probado su propio producto y según él, "Nuestro salmón sabe exactamente igual que cualquier salmón criado en una granja" y respecto a los requerimientos de la FDA ha añadido que "nuestro producto es seguro, tiene los mismos niveles de grasas, proteínas y otros nutrientes que el salmón de granja y no hay alteraciones genéticas entre generaciones. De hecho, nadie nunca ha analizado el salmón tan exhaustivamente como lo hemos hecho nosotros". Cerdos que adsorben fosforo con más facilidad y que consecuentemente necesitan menos alimento y al mismo tiempo producen menos excrementos, los "Enviropigs", se están creando en la Universidad de Guelph, en Ontario.
La Universidad de Wyoming y la compañía canadiense Nexia Biotechnologies Inc. están desarrollando cabras que producen tela de araña en su leche. La tela de araña es al mismo tiempo elástica y extremadamente dura y se considera el santo grial en la futura generación de fibras. Según Randy Lewis, biólogo molecular en la Universidad de Wyoming, "las arañas son animales muy territoriales y si se pone a un grupo juntas, se van a matar entre ellas hasta que las supervivientes tengan suficiente espacio, de manera que es difícil crear granjas". Aunque el proyecto inicial estaba enfocado en obtener leche libre de lactosa, las fibras conseguidas con la leche de cabra ya se conocen como bioacero y el ejército ya ha mostrado su interés para generar chalecos antibalas menos pesados y hace pensar en una alternativa a los protectores antibalas de Kevlar. Para Jerry Turner, Presidente y CEO de Nexia, "con la tela de araña es posible reproducir casi todo lo que hemos hecho con materiales basados en petróleo". La compañía ve también aplicaciones como generar ligamientos artificiales o hilo superfuerte destinado a cirugía.
Reacciones de los consumidores, científicos y empresas
La respuesta de diferentes grupos de consumidores ha sido muy variada. En general se aplaude que el gobierno decida regular comida genéticamente manipulada, pero se teme que los detalles cruciales de este tipo de producto no queden claros. Jean Halloran, directora de políticas sobre comida del Sindicato de Consumidores ha expresado que "nos están hablando de cerdos que tendrán genes de ratones y que no van a estar etiquetados? Estamos sin palabras". Menos extremo es Gregory Jaffe, jefe del departamento de biotecnología en el "Center for Science in the Public Interest", quien declara que "el hecho que la FDA empiece a proponer regulaciones es un paso en la dirección adecuada". La mayoría de expertos coinciden en el escepticismo que despierta esta propuesta de regulaciones ya que no son suficientemente duras. Se cuestiona en particular si el proceso de aprobación de un producto será demasiado secreto para proteger los intereses comerciales de empresas productoras de animales genéticos. Se teme incluso que las regulaciones no sean suficientemente fuertes y se produzcan animales dignos del Dr. Frankenstein o del Dr. Moureau. Otras críticas cuestionan la experiencia de la FDA en este tema, calificándola de insuficiente. Además, está la pregunta sobre si a través del intercambio de genes de animales destinados al consumo de masas, sería posible por ejemplo, la introducción de proteínas en el cuerpo humano que llevaran a reacciones alérgicas.
Por otra parte, ejecutivos de empresas biotecnológicas ven bien que la FDA proponga una serie de regulaciones. De esta manera grandes inversores finalmente se animaran a invertir para expandir un mercado que hasta el momento se conoce como el mercado de stocks transgénicos. Los científicos también aplauden la iniciativa de la FDA. Según el Professor James D. Murray, de la Universidad de California, que ha desarrollado cabras que producen leche resistente a algunas infecciones, "esto es un campo relativamente nuevo y no sabemos exactamente que estudios debemos seguir. Que es lo que estamos buscando? Ahora mismo es muy difícil conseguir fondos para investigación y esta puede ser una manera de involucrar el sector privado con el académico y obtener inversiones destinadas a investigar". MaRS Landing, una organización para la promoción de tecnología en Ontario, está intentando encontrar un socio industrial para continuar las investigaciones del anteriormente mencionado "Enviropig". Según el director ejecutivo de la organización, John Kelly, el Dr. Cecil Forsberg de la Universidad de Guelph, director del proyecto y Jian X. Kang, profesor asociado de la "Harvard Medical School", que col. laboró en el desarrollo de los "Enviropigs", la idea es poder llevar este producto a una escala mayor que la puramente académica
Desde la calle
En Atlanta y de una manera nada científica he estado preguntando a gente sobre este tema. Ray, el señor que se encarga del mantenimiento del complejo donde vivo preguntó que primero debería saber que será más barata, si la comida normal o la comida tratada genéticamente. Al fin y al cabo lo fundamental es tener comida en la mesa y con los tiempos que corren, con la crisis actual, con el gobierno sacando contramedidas como las de la semana anterior pues…
Cuando me encuentro a Ray es por la mañana, cuando pillo un café y veo algunas noticias en el salón del área administrativa del complejo y donde en general hay bastante gente que hace lo mismo antes de irse a trabajar. Así Kaytie, que es contable, originaria de Virginia, dijo que no está muy convencida sobre la seguridad que pueden ofrecer estos alimentos y recordó los experimentos con radiación en el ejército al principio de la guerra fría, cuando se desconocían los efectos de los rayos gamma. También hablaron un poco de las supuestas medicinas dados a soldados durante al menos la primera guerra del golfo, cuando se temía una guerra química y los posibles efectos secundarios en soldados. AJ trabaja que en una IT y piensa que aunque el gobierno de los EEUU garantice que los alimentos son comestibles, lo creerá con reservas y no abusará de este tipo de comida. Pregunté a compañeros de trabajo y cabe mencionar la opinión de Jennifer que dijo que "esto será como el tabaco. Se comercializará y hasta que no haya suficientes estadísticas apuntando sobre efectos nocivos o beneficiosos nadie creerá totalmente a detractores o defensores de este tipo de comida".
Por mi parte, la verdad… lo único que puedo añadir es que desde aquí no saben cómo se extraña la butifarra, el cocido, la paella, la carne a la brasa o el jamón serrano por supuesto con un buen pa amb tomata y para mi gusto a ser posible con unos chatos de penedés o bien tempranillo... Claro que se pueden encontrar productos peninsulares en según que supermercados de aquí… pero es que no es lo mismo.
Ingeniería genética para cenar.
EE.UU legalizará la venta de animales genéticamente modificados para su uso como comida.
Joaquim Clara | Atlanta, lector corresponsal | El gobierno de los EEUU va a empezar a considerar legalizar la venta de animales genéticamente modificados para el uso como comida. Los animales genéticamente modificados son creados insertando un gen de una especie en el ADN de otro animal para reprogramar algunas de sus características. El método es el mismo que el presentado en Jurassic Park, donde supuestos científicos conseguían crear dinosaurios reemplazando cadenas de ADN de dinosauro por genes de ranas. Esto es una variante radical respecto a lo que se ha hecho hasta ahora, donde simplemente se cruzaban animales. De esta manera se puede obtener salmón con un crecimiento tres veces más rápido que el natural, cerdos con niveles más altos de los saludables ácidos grasos Omega-3, ganado resistente al mal de las vacas locas o gallinas reprogramadas para poner huevos más saludables para el corazón. Incluso algunos animales podrían ver su ADN alterado para producir substancias en la leche o su sangre que posteriormente pueden ser usadas en medicamentos.
Propuesta de regulaciones para comida genética ya en producción
El acceso de la población Norteamericana a comida modificada genéticamente va a ser evidentemente regulada. La agencia encargada es la "Food and Drug Administration" (FDA) que el pasado Jueves 18 de Setiembre, publicó una propuesta de medidas legales que en principio ha de responder a preguntas como si los animales genéticamente modificados suponen algún riesgo para el consumo humano y también si supone algún riesgo medioambiental. ( Este documento se puede encontrar en la página web de dicha agencia).
Además, el control propuesto por la FDA en animales va a ser más duro que el ya existente sobre plantas y microorganismos genéticamente manipulados, los cuales están en el mercado y en algunos casos no exentos de polémica. Según la propuesta, la FDA deberá saber exactamente que hacen las compañías productoras de este tipo de alimento en cada fase de creación de un animal modificado. Estas empresas deberán facilitar la identidad molecular de las partes de ADN reemplazadas, en que parte del ADN original se han insertado y si se mantendrá inalterado en futuros descendientes del animal original. La FDA también deberá saber cómo las alteraciones genéticas van a variar la salud del animal, su comportamiento y su valor nutricional. Las empresas productoras de dichos animales deberán informar a la FDA como harán el seguimiento de sus animales, prevenir que no se mezclen con sus primos naturales y que se hará con ellos una vez mueran. Aun con todo, la comida procedente de animales genéticamente manipulados no deberá ser etiquetada como tal. Esta comida solamente será etiquetada si la manipulación varia su valor nutricional.
Según Randal Lutter, diputado de la comisión para las políticas de la FDA "si la composición de la carne o otra comida ha sido alterada, esto ha de estar reflejado en el etiquetaje. Pero si el animal simplemente crece más rápido o es más resistente a su entorno sin cambios en composición, entonces el etiquetaje no es necesario". Además, los requerimientos de la FDA descritos en el documento no son obligatorios. Estos solamente se aplican a compañías en biotecnología que busquen comercializar sus animales manipulados genéticamente. Una empresa que cree un animal genéticamente manipulado sin fines comerciales, no estará sujeta a las regulaciones propuestas por la FDA. En este momento los supermercados de los EEUU no venden comida animal genéticamente manipulada, pero una compañía con base en Boston, Aqua Bounty Technologies, espera conseguir el visto bueno del gobierno para comercializar su salmón de crecimiento rápido y espera que este pescado esté en los estantes de los comercios en 2011. El CEO de esta compañía, Elliot Entis, ha probado su propio producto y según él, "Nuestro salmón sabe exactamente igual que cualquier salmón criado en una granja" y respecto a los requerimientos de la FDA ha añadido que "nuestro producto es seguro, tiene los mismos niveles de grasas, proteínas y otros nutrientes que el salmón de granja y no hay alteraciones genéticas entre generaciones. De hecho, nadie nunca ha analizado el salmón tan exhaustivamente como lo hemos hecho nosotros". Cerdos que adsorben fosforo con más facilidad y que consecuentemente necesitan menos alimento y al mismo tiempo producen menos excrementos, los "Enviropigs", se están creando en la Universidad de Guelph, en Ontario.
La Universidad de Wyoming y la compañía canadiense Nexia Biotechnologies Inc. están desarrollando cabras que producen tela de araña en su leche. La tela de araña es al mismo tiempo elástica y extremadamente dura y se considera el santo grial en la futura generación de fibras. Según Randy Lewis, biólogo molecular en la Universidad de Wyoming, "las arañas son animales muy territoriales y si se pone a un grupo juntas, se van a matar entre ellas hasta que las supervivientes tengan suficiente espacio, de manera que es difícil crear granjas". Aunque el proyecto inicial estaba enfocado en obtener leche libre de lactosa, las fibras conseguidas con la leche de cabra ya se conocen como bioacero y el ejército ya ha mostrado su interés para generar chalecos antibalas menos pesados y hace pensar en una alternativa a los protectores antibalas de Kevlar. Para Jerry Turner, Presidente y CEO de Nexia, "con la tela de araña es posible reproducir casi todo lo que hemos hecho con materiales basados en petróleo". La compañía ve también aplicaciones como generar ligamientos artificiales o hilo superfuerte destinado a cirugía.
Reacciones de los consumidores, científicos y empresas
La respuesta de diferentes grupos de consumidores ha sido muy variada. En general se aplaude que el gobierno decida regular comida genéticamente manipulada, pero se teme que los detalles cruciales de este tipo de producto no queden claros. Jean Halloran, directora de políticas sobre comida del Sindicato de Consumidores ha expresado que "nos están hablando de cerdos que tendrán genes de ratones y que no van a estar etiquetados? Estamos sin palabras". Menos extremo es Gregory Jaffe, jefe del departamento de biotecnología en el "Center for Science in the Public Interest", quien declara que "el hecho que la FDA empiece a proponer regulaciones es un paso en la dirección adecuada". La mayoría de expertos coinciden en el escepticismo que despierta esta propuesta de regulaciones ya que no son suficientemente duras. Se cuestiona en particular si el proceso de aprobación de un producto será demasiado secreto para proteger los intereses comerciales de empresas productoras de animales genéticos. Se teme incluso que las regulaciones no sean suficientemente fuertes y se produzcan animales dignos del Dr. Frankenstein o del Dr. Moureau. Otras críticas cuestionan la experiencia de la FDA en este tema, calificándola de insuficiente. Además, está la pregunta sobre si a través del intercambio de genes de animales destinados al consumo de masas, sería posible por ejemplo, la introducción de proteínas en el cuerpo humano que llevaran a reacciones alérgicas.
Por otra parte, ejecutivos de empresas biotecnológicas ven bien que la FDA proponga una serie de regulaciones. De esta manera grandes inversores finalmente se animaran a invertir para expandir un mercado que hasta el momento se conoce como el mercado de stocks transgénicos. Los científicos también aplauden la iniciativa de la FDA. Según el Professor James D. Murray, de la Universidad de California, que ha desarrollado cabras que producen leche resistente a algunas infecciones, "esto es un campo relativamente nuevo y no sabemos exactamente que estudios debemos seguir. Que es lo que estamos buscando? Ahora mismo es muy difícil conseguir fondos para investigación y esta puede ser una manera de involucrar el sector privado con el académico y obtener inversiones destinadas a investigar". MaRS Landing, una organización para la promoción de tecnología en Ontario, está intentando encontrar un socio industrial para continuar las investigaciones del anteriormente mencionado "Enviropig". Según el director ejecutivo de la organización, John Kelly, el Dr. Cecil Forsberg de la Universidad de Guelph, director del proyecto y Jian X. Kang, profesor asociado de la "Harvard Medical School", que col. laboró en el desarrollo de los "Enviropigs", la idea es poder llevar este producto a una escala mayor que la puramente académica
Desde la calle
En Atlanta y de una manera nada científica he estado preguntando a gente sobre este tema. Ray, el señor que se encarga del mantenimiento del complejo donde vivo preguntó que primero debería saber que será más barata, si la comida normal o la comida tratada genéticamente. Al fin y al cabo lo fundamental es tener comida en la mesa y con los tiempos que corren, con la crisis actual, con el gobierno sacando contramedidas como las de la semana anterior pues…
Cuando me encuentro a Ray es por la mañana, cuando pillo un café y veo algunas noticias en el salón del área administrativa del complejo y donde en general hay bastante gente que hace lo mismo antes de irse a trabajar. Así Kaytie, que es contable, originaria de Virginia, dijo que no está muy convencida sobre la seguridad que pueden ofrecer estos alimentos y recordó los experimentos con radiación en el ejército al principio de la guerra fría, cuando se desconocían los efectos de los rayos gamma. También hablaron un poco de las supuestas medicinas dados a soldados durante al menos la primera guerra del golfo, cuando se temía una guerra química y los posibles efectos secundarios en soldados. AJ trabaja que en una IT y piensa que aunque el gobierno de los EEUU garantice que los alimentos son comestibles, lo creerá con reservas y no abusará de este tipo de comida. Pregunté a compañeros de trabajo y cabe mencionar la opinión de Jennifer que dijo que "esto será como el tabaco. Se comercializará y hasta que no haya suficientes estadísticas apuntando sobre efectos nocivos o beneficiosos nadie creerá totalmente a detractores o defensores de este tipo de comida".
Por mi parte, la verdad… lo único que puedo añadir es que desde aquí no saben cómo se extraña la butifarra, el cocido, la paella, la carne a la brasa o el jamón serrano por supuesto con un buen pa amb tomata y para mi gusto a ser posible con unos chatos de penedés o bien tempranillo... Claro que se pueden encontrar productos peninsulares en según que supermercados de aquí… pero es que no es lo mismo.