Japón ha iniciado su campaña anual de pesca de ballenas. Como contrapartida, Australia promueve programa de investigación de ballenas no letal.
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Web AFP, 17 Noviembre 2008.
Australia investigará sobre mamíferos marinos sin tener que matarlos.
SÍDNEY (AFP) — Australia desveló este lunes un multimillonario programa de investigación sobre los mamíferos marinos, con especial atención a las ballenas, con el objetivo de persuadir a Japón de que no es necesario matar a esos animales para estudiarlos.
Según anunció el ministro australiano de Medio Ambiente, Peter Garrett, el programa tendrá un presupuesto de 2,58 millones de dólares y se basará en la convicción del gobierno australiano de que "no se necesita matar ballenas para entenderlas". "Las investigaciones actuales usan técnicas genéticas y moleculares así como identificaciones por satélite, métodos acústicos y vigilancia aérea más que arpones", añadió Garrett.
El anuncio del nuevo programa australiano coincide con el comienzo de la temporada de pesca de los balleneros japoneses, que anualmente matan a cientos de esos animales, presuntamente en aras de la investigación científica desde que su caza comercial quedó prohibida en 1986, aunque su carne termina en las cocinas de casas y restaurantes.
El programa australiano incluirá la cooperación científica e investigadora con otros países, incluido Japón, así como el desarrollo de la observación de las ballenas en el océano Pacífico.
Australia ha hecho un llamamiento a todos los miembros de la Comisión Internacional Ballenera (IWC, por sus siglas en inglés) para que colaboren con el nuevo programa, que según la organización para la protección del medio ambiente Greenpeace, subrayará la "farsa" del pretendido programa de investigación sobre las ballenas de Tokio.
"La investigación no sólo nos dará una comprensión adicional de la mejor forma para tratar, de una forma no letal, y entender a las ballenas, sino que será un compromiso con el proceso de reforma de la IWC cuando la comisión se reúna de nuevo (el año próximo)", añadió el ministro australiano.
Este último también precisó que el gobierno de Camberra aún no ha tomado una decisión sobre el envío de un barco para supervisar las operaciones de la flota ballenera japonesa en aguas antárticas, donde los barcos nipones empezarán a trabajar en las próximas semanas. En la temporada ballenera de 2007, el gobierno australiano envió el barco 'Oceanic Viking' para documentar las actividades japonesas.
Según la prensa australiana, Japón se ha fijado un objetivo de matar a 1.000 ballenas esta temporada.
El gobierno de Tokio sostiene que la oposición occidental a la caza de ballenas, encabezada por Australia, no tiene en cuenta la cultura japonesa en este sector. Sin embargo, las últimas encuestas señalan que cada vez son menos los japoneses que comen carne de ballena y que la caza de estos mamíferos cada vez es más cuestionada por los jóvenes nipones.
Web AFP, 17 Noviembre 2008.
Los balleneros japoneses zarpan hacia la Antártida.
TOKIO (AFP) — Los balleneros japoneses zarparon este lunes para iniciar una nueva campaña de pesca en la Antártida, que probablemente suscitará, como en años pasados, la dura crítica internacional, anunció la organización de protección del medio ambiente Greenpeace.
"Saludado apenas por las familias de la tripulación y de los oficiales, el barco-fábrica 'Nisshin Maru' zarpó de Innoshima (sur) sin fanfarria, en dirección, con toda probabilidad, al santuario ballenero del océano Antártico", explicó Greenpeace en un comunicado.
Ni el departamento de pesca japonés, responsable de las operaciones balleneras, ni la empresa Kyodo Senpaku, el armador de la embarcación, confirmaron la salida del barco en su campaña anual de pesca de cinco meses de duración. "No podemos dar ninguna información sobre su salida para proteger la seguridad de la tripulación", explicó un portavoz de Kyodo Senpaku.
En 2007, el 'Nisshin Maru', que con sus 8.000 toneladas es la principal embarcación de la flota ballenera japonesa, zarpó de Japón el 18 de noviembre, concretamente desde el puerto de Shimonoseki, en el sur de la gran isla de Honshu. Este año, ese barco y otros cinco más zarparon de una isla cercana a Hiroshima para "intentar irse de Japón sin hacer demasiado ruido", según Greenpeace.
En 2007, la campaña de pesca japonesa se vio perturbada por la presencia en el Antártico de barcos de Greenpeace y de la asociación Sea Shepherd, que dificultaron el trabajo de la flota ballenera nipona durante la mayor parte de las operaciones. Greenpeace ya anunció que este año no tiene intención de perseguir a los balleneros japoneses. Por el contrario, la asociación Sea Shepherd comunicó que piensa entorpecer las operaciones de los pescadores nipones en el Antártico.
Japón puede matar 1.000 ballenas cada temporada, según la moratoria establecida en 1986, que permite la muerte de esos mamíferos marinos para llevar a cabo "investigaciones letales".
El gobierno de Tokio sostiene que la oposición occidental a la caza de ballenas, encabezada por Australia, no tiene en cuenta la cultura japonesa y tampoco oculta que la carne de esos mamíferos acaba en las cocinas de domicilios particulares y restaurantes. Sin embargo, las últimas encuestas señalan que cada vez son menos los japoneses que comen carne de ballena y que la caza de estos mamíferos cada vez es más cuestionada por los jóvenes nipones.
Mientras el buque insignia de la flota ballenera japonesa zarpaba, el gobierno australiano anunció el lanzamiento de un nuevo programa de investigación con un presupuesto de 2,58 millones de dólares cuyo principal objetivo es demostrar que no es necesario matar a las ballenas para estudiarlas.
El departamento de pesca japonés, por su parte, señaló que Tokio cuenta ya con un programa de investigación no letal de dichos mamíferos, en colaboración con la Comisión Internacional Ballenera (IWC, por sus siglas en inglés). "No podemos decir cuáles son las intenciones de Australia", dijo a la AFP un responsable del departamento de pesca nipón, Shigeki Takaya, al recordar que Japón "realiza investigaciones no letales desde hace 20 años conjuntamente con la IWC". "Japón no rechaza la investigación no letal pero lleva a cabo estudios letales para obtener datos que sólo pueden lograrse con este tipo de programas", explicó.
La temporada pasada, Japón capturó 551 ballenas en las aguas del noroeste del Pacífico, es decir, la mitad de su objetivo, debido a la intervención de los barcos de Sea Shepherd. Esta última anunció que la actriz estadounidense Daryl Hannah se embarcará en uno de los barcos que entorpecerán las tareas de los balleneros japoneses en aguas antárticas.
Australia investigará sobre mamíferos marinos sin tener que matarlos.
SÍDNEY (AFP) — Australia desveló este lunes un multimillonario programa de investigación sobre los mamíferos marinos, con especial atención a las ballenas, con el objetivo de persuadir a Japón de que no es necesario matar a esos animales para estudiarlos.
Según anunció el ministro australiano de Medio Ambiente, Peter Garrett, el programa tendrá un presupuesto de 2,58 millones de dólares y se basará en la convicción del gobierno australiano de que "no se necesita matar ballenas para entenderlas". "Las investigaciones actuales usan técnicas genéticas y moleculares así como identificaciones por satélite, métodos acústicos y vigilancia aérea más que arpones", añadió Garrett.
El anuncio del nuevo programa australiano coincide con el comienzo de la temporada de pesca de los balleneros japoneses, que anualmente matan a cientos de esos animales, presuntamente en aras de la investigación científica desde que su caza comercial quedó prohibida en 1986, aunque su carne termina en las cocinas de casas y restaurantes.
El programa australiano incluirá la cooperación científica e investigadora con otros países, incluido Japón, así como el desarrollo de la observación de las ballenas en el océano Pacífico.
Australia ha hecho un llamamiento a todos los miembros de la Comisión Internacional Ballenera (IWC, por sus siglas en inglés) para que colaboren con el nuevo programa, que según la organización para la protección del medio ambiente Greenpeace, subrayará la "farsa" del pretendido programa de investigación sobre las ballenas de Tokio.
"La investigación no sólo nos dará una comprensión adicional de la mejor forma para tratar, de una forma no letal, y entender a las ballenas, sino que será un compromiso con el proceso de reforma de la IWC cuando la comisión se reúna de nuevo (el año próximo)", añadió el ministro australiano.
Este último también precisó que el gobierno de Camberra aún no ha tomado una decisión sobre el envío de un barco para supervisar las operaciones de la flota ballenera japonesa en aguas antárticas, donde los barcos nipones empezarán a trabajar en las próximas semanas. En la temporada ballenera de 2007, el gobierno australiano envió el barco 'Oceanic Viking' para documentar las actividades japonesas.
Según la prensa australiana, Japón se ha fijado un objetivo de matar a 1.000 ballenas esta temporada.
El gobierno de Tokio sostiene que la oposición occidental a la caza de ballenas, encabezada por Australia, no tiene en cuenta la cultura japonesa en este sector. Sin embargo, las últimas encuestas señalan que cada vez son menos los japoneses que comen carne de ballena y que la caza de estos mamíferos cada vez es más cuestionada por los jóvenes nipones.
Web AFP, 17 Noviembre 2008.
Los balleneros japoneses zarpan hacia la Antártida.
TOKIO (AFP) — Los balleneros japoneses zarparon este lunes para iniciar una nueva campaña de pesca en la Antártida, que probablemente suscitará, como en años pasados, la dura crítica internacional, anunció la organización de protección del medio ambiente Greenpeace.
"Saludado apenas por las familias de la tripulación y de los oficiales, el barco-fábrica 'Nisshin Maru' zarpó de Innoshima (sur) sin fanfarria, en dirección, con toda probabilidad, al santuario ballenero del océano Antártico", explicó Greenpeace en un comunicado.
Ni el departamento de pesca japonés, responsable de las operaciones balleneras, ni la empresa Kyodo Senpaku, el armador de la embarcación, confirmaron la salida del barco en su campaña anual de pesca de cinco meses de duración. "No podemos dar ninguna información sobre su salida para proteger la seguridad de la tripulación", explicó un portavoz de Kyodo Senpaku.
En 2007, el 'Nisshin Maru', que con sus 8.000 toneladas es la principal embarcación de la flota ballenera japonesa, zarpó de Japón el 18 de noviembre, concretamente desde el puerto de Shimonoseki, en el sur de la gran isla de Honshu. Este año, ese barco y otros cinco más zarparon de una isla cercana a Hiroshima para "intentar irse de Japón sin hacer demasiado ruido", según Greenpeace.
En 2007, la campaña de pesca japonesa se vio perturbada por la presencia en el Antártico de barcos de Greenpeace y de la asociación Sea Shepherd, que dificultaron el trabajo de la flota ballenera nipona durante la mayor parte de las operaciones. Greenpeace ya anunció que este año no tiene intención de perseguir a los balleneros japoneses. Por el contrario, la asociación Sea Shepherd comunicó que piensa entorpecer las operaciones de los pescadores nipones en el Antártico.
Japón puede matar 1.000 ballenas cada temporada, según la moratoria establecida en 1986, que permite la muerte de esos mamíferos marinos para llevar a cabo "investigaciones letales".
El gobierno de Tokio sostiene que la oposición occidental a la caza de ballenas, encabezada por Australia, no tiene en cuenta la cultura japonesa y tampoco oculta que la carne de esos mamíferos acaba en las cocinas de domicilios particulares y restaurantes. Sin embargo, las últimas encuestas señalan que cada vez son menos los japoneses que comen carne de ballena y que la caza de estos mamíferos cada vez es más cuestionada por los jóvenes nipones.
Mientras el buque insignia de la flota ballenera japonesa zarpaba, el gobierno australiano anunció el lanzamiento de un nuevo programa de investigación con un presupuesto de 2,58 millones de dólares cuyo principal objetivo es demostrar que no es necesario matar a las ballenas para estudiarlas.
El departamento de pesca japonés, por su parte, señaló que Tokio cuenta ya con un programa de investigación no letal de dichos mamíferos, en colaboración con la Comisión Internacional Ballenera (IWC, por sus siglas en inglés). "No podemos decir cuáles son las intenciones de Australia", dijo a la AFP un responsable del departamento de pesca nipón, Shigeki Takaya, al recordar que Japón "realiza investigaciones no letales desde hace 20 años conjuntamente con la IWC". "Japón no rechaza la investigación no letal pero lleva a cabo estudios letales para obtener datos que sólo pueden lograrse con este tipo de programas", explicó.
La temporada pasada, Japón capturó 551 ballenas en las aguas del noroeste del Pacífico, es decir, la mitad de su objetivo, debido a la intervención de los barcos de Sea Shepherd. Esta última anunció que la actriz estadounidense Daryl Hannah se embarcará en uno de los barcos que entorpecerán las tareas de los balleneros japoneses en aguas antárticas.