La ACCP, Agencia Comunitaria de control de la Pesca, con sede en Vigo, vigila la "pesca pirata".
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Milenio.com, 25 julio 2009
Bruselas lanza sus redes contra la "pesca pirata"
Bruselas.- La Unión Europea (UE) está decidida a combatir frontalmente a quienes esquilman impunemente los mares comunitarios y de todo el planeta atentando contra numerosas especies en vías de extinción.
Para ello acaba de reforzar una panoplia de instrumentos entre los cuales se cuenta la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca (ACCP), de cuya instalación en Vigo, Galicia, se cumplen justamente ahora dos años.
"Los peces no tienen pasaporte, pertenecen a todos nosotros, por ello es nuestra obligación preservarlos, es nuestro patrimonio común", asegura en entrevista el director ejecutivo de la ACCP, el experto holandés Harm Koster.
"La población europea y mundial están cada vez más concienciadas y no aceptan consumir pescado capturado ilegalmente. En Europa nadie quiere pesca pirata en sus platos", asegura Koster, quien subraya la "importancia de preservar los caladeros como un recurso alimenticio precioso para la humanidad".
El consumo actual de pescado en el mundo es de 140 millones de toneladas al año, y según las previsiones de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) crecerá en otros 40 millones antes de dos décadas.
Las estadísticas muestran resultados muy variables. Así, por ejemplo, Chile es uno de los países de más bajo consumo de pescado en el mundo, con cerca de 7 kilogramos por habitante al año. En Perú el consumo de pescado per cápita es de 22 kilogramos al año, en España en torno a 30 kilogramos y en Japón sobrepasa los 50, según la FAO.
En ese sentido, Koster explica que a la ACCP le toca en ocasiones un papel "desagradable, pero fundamental", en sus tareas de coordinación de los buques comunitarios de inspección y control de los "pescadores pirata".
"Nos toca ejercer a veces de malo de la película. Los armadores nos ven en muchas ocasiones como el gran sheriff de los mares. Nuestra tarea, sin embargo, persigue evitar que gente sin escrúpulos esquilme los mares europeos y mundiales. Controlamos ahora para que las futuras generaciones no tengan que lamentarse. Hacemos cumplir la ley con vistas al futuro", afirma Koster, consciente de la dificultad de comunicar "la nobleza" de su misión.
"Es dificíl patrullar los mares y decirle a la gente: eso no está bien, lo que usted hace es ilegal. Nos toca un papel complejo pero imprescindible", subraya.
Al mismo tiempo, considera que para potenciar la cruzada europea en pro de las especies marinas amenazadas es preciso "establecer una cultura del cumplimiento" de las normas europeas e internacionales, respetando el concepto de "sustentabilidad" de los recursos, uno de los ejes de la Política Pesquera Común (PPC) de la UE.
Pero las tareas de la agencia de Vigo no sólo se circunscriben a aguas comunitarias, también se hacen extensibles a la zona NAFO (la organización regional de pesquerías del Atlántico Norte, que incluye aguas de Estados Unidos, Canadá y Groenlandia), entre otras.
"Es preciso transmitir el mensaje de que lo mejor para preservar los recursos pesqueros y evitar el agotamiento de los caladeros de determinadas especies como el atún del mediterráneo o el bacalao del Mar del Norte, hay que crear una cultura internacional del respeto a las normas", asegura.
Entre los instrumentos al alcance de la UE para potenciar su combate contra la sobrepesca y para controlar que se cumplan las normas figura, en un papel destacado, la ACCP.
La agencia, establecida en Vigo en julio de 2008, tiene entre sus funciones principales la coordinación de los esfuerzos nacionales en toda la UE para limitar la sobrepesca de especies vulnerables, además de múltiples tareas de inspección y supervisión para evitar el agotamiento de los recursos marinos.
Entre sus instrumentos de acción figuran los denominados "planes de despliegue conjunto" (en 2009 hay seis planes de este tipo en marcha), entre ellos uno para controlar las capturas de bacalao en aguas del Atlántico noroccidental.
A finales de junio pasado se celebró en la ciudad de San Sebastián, con participación de la ACCP, el segundo encuentro mundial para la preservación del atún. El primer encuentro de este tipo se celebró en Kobe, Japón, en 2007.
Las actividades incluyeron una revisión de las medidas convenidas en Kobe, un taller sobre la reducción del exceso de capacidad de la flota mundial de atún y un acuerdo sobre un nuevo plan de acción para los próximos dos años.
La actividad de la CFCA, con un presupuesto para 2009 de 8,1 millones de euros, se verá notablemente incrementada en 2010, y todavía más cuando entre en vigor la nueva reforma de la Política Pesquera Común (PPC).
En ese sentido, el comisario de Pesca de la UE, Joe Borg, planteó recientemente la posibilidad de asignar una cuota de pesca a cada barco comunitario con el establecimiento de unos días específicos para salir a faenar y que los armadores deberían adiministrar todo el año.
Bruselas lanza sus redes contra la "pesca pirata"
Bruselas.- La Unión Europea (UE) está decidida a combatir frontalmente a quienes esquilman impunemente los mares comunitarios y de todo el planeta atentando contra numerosas especies en vías de extinción.
Para ello acaba de reforzar una panoplia de instrumentos entre los cuales se cuenta la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca (ACCP), de cuya instalación en Vigo, Galicia, se cumplen justamente ahora dos años.
"Los peces no tienen pasaporte, pertenecen a todos nosotros, por ello es nuestra obligación preservarlos, es nuestro patrimonio común", asegura en entrevista el director ejecutivo de la ACCP, el experto holandés Harm Koster.
"La población europea y mundial están cada vez más concienciadas y no aceptan consumir pescado capturado ilegalmente. En Europa nadie quiere pesca pirata en sus platos", asegura Koster, quien subraya la "importancia de preservar los caladeros como un recurso alimenticio precioso para la humanidad".
El consumo actual de pescado en el mundo es de 140 millones de toneladas al año, y según las previsiones de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) crecerá en otros 40 millones antes de dos décadas.
Las estadísticas muestran resultados muy variables. Así, por ejemplo, Chile es uno de los países de más bajo consumo de pescado en el mundo, con cerca de 7 kilogramos por habitante al año. En Perú el consumo de pescado per cápita es de 22 kilogramos al año, en España en torno a 30 kilogramos y en Japón sobrepasa los 50, según la FAO.
En ese sentido, Koster explica que a la ACCP le toca en ocasiones un papel "desagradable, pero fundamental", en sus tareas de coordinación de los buques comunitarios de inspección y control de los "pescadores pirata".
"Nos toca ejercer a veces de malo de la película. Los armadores nos ven en muchas ocasiones como el gran sheriff de los mares. Nuestra tarea, sin embargo, persigue evitar que gente sin escrúpulos esquilme los mares europeos y mundiales. Controlamos ahora para que las futuras generaciones no tengan que lamentarse. Hacemos cumplir la ley con vistas al futuro", afirma Koster, consciente de la dificultad de comunicar "la nobleza" de su misión.
"Es dificíl patrullar los mares y decirle a la gente: eso no está bien, lo que usted hace es ilegal. Nos toca un papel complejo pero imprescindible", subraya.
Al mismo tiempo, considera que para potenciar la cruzada europea en pro de las especies marinas amenazadas es preciso "establecer una cultura del cumplimiento" de las normas europeas e internacionales, respetando el concepto de "sustentabilidad" de los recursos, uno de los ejes de la Política Pesquera Común (PPC) de la UE.
Pero las tareas de la agencia de Vigo no sólo se circunscriben a aguas comunitarias, también se hacen extensibles a la zona NAFO (la organización regional de pesquerías del Atlántico Norte, que incluye aguas de Estados Unidos, Canadá y Groenlandia), entre otras.
"Es preciso transmitir el mensaje de que lo mejor para preservar los recursos pesqueros y evitar el agotamiento de los caladeros de determinadas especies como el atún del mediterráneo o el bacalao del Mar del Norte, hay que crear una cultura internacional del respeto a las normas", asegura.
Entre los instrumentos al alcance de la UE para potenciar su combate contra la sobrepesca y para controlar que se cumplan las normas figura, en un papel destacado, la ACCP.
La agencia, establecida en Vigo en julio de 2008, tiene entre sus funciones principales la coordinación de los esfuerzos nacionales en toda la UE para limitar la sobrepesca de especies vulnerables, además de múltiples tareas de inspección y supervisión para evitar el agotamiento de los recursos marinos.
Entre sus instrumentos de acción figuran los denominados "planes de despliegue conjunto" (en 2009 hay seis planes de este tipo en marcha), entre ellos uno para controlar las capturas de bacalao en aguas del Atlántico noroccidental.
A finales de junio pasado se celebró en la ciudad de San Sebastián, con participación de la ACCP, el segundo encuentro mundial para la preservación del atún. El primer encuentro de este tipo se celebró en Kobe, Japón, en 2007.
Las actividades incluyeron una revisión de las medidas convenidas en Kobe, un taller sobre la reducción del exceso de capacidad de la flota mundial de atún y un acuerdo sobre un nuevo plan de acción para los próximos dos años.
La actividad de la CFCA, con un presupuesto para 2009 de 8,1 millones de euros, se verá notablemente incrementada en 2010, y todavía más cuando entre en vigor la nueva reforma de la Política Pesquera Común (PPC).
En ese sentido, el comisario de Pesca de la UE, Joe Borg, planteó recientemente la posibilidad de asignar una cuota de pesca a cada barco comunitario con el establecimiento de unos días específicos para salir a faenar y que los armadores deberían adiministrar todo el año.