La Antártida posee más variedad de especies que las Islas Galápagos.
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El Mundo, 2 diciembre 2008.
PRIMER INVENTARIO DE LA VIDA EN UNA REGIÓN POLAR.
El tesoro de la biodiversidad antártica.
Un equipo de científicos elabora la primera lista de las especies antárticas
Se ha encontrado una biodiversidad mayor que en las regiones tropicales.
MADRID.- Es fácil perder la noción de la biodiversidad marina sin un inventario que agrupe a todas las especies. Como parte del proyecto del Censo de la Vida Marina, puesto en marcha hace casi una década para crear el primer gran catálogo del mar, científicos de Alemania y Reino Unido han elaborado una primera lista de las especies antárticas, tanto terrestres como marinas, que habitan en las islas Orcadas del Sur -cerca de la península antártica- o en sus aguas.
En el siglo XIX y principios del XX era común pensar que más allá de los 600 metros de profundidad, el mar era un espacio yermo, sin rastro de vida. También se suele asociar a las regiones polares con zonas pobres en especies. Pero los avances en la exploración de los océanos han permitido saber que hay vida incluso en el punto más profundo del mar, a 10.900 metros, en las fosas Marianas, y la biodiversidad es sorprendente cuando se trata de los organismos marinos que habitan tanto el Ártico como la Antártida.
El océano Antártico es especialmente rico en organismos marinos, y en los últimos años no ha dejado de aportar nuevas especies. En esta ocasión, los investigadores recogieron especímenes de profundidades de hasta 1.500 metros. El resultado, publicado en Journal of Biogeography esta semana, sugiere que en esta región viven 1.224 especies conocidas. De los ejemplares obtenidos, sólo cinco formaban parte de especies nuevas, lo cual, para los investigadores, es una muestra de lo bien que se conoce ya esta región.
Una estrella de mar hallada en el fondo del océano Antártico. (Foto: BAS)
Entre las especies catalogadas, una inmensa mayoría (1.026) vive en el mar, como son los erizos de mar, los gusanos nadadores, los crustáceos y los moluscos. "Es la primera vez que se hace un inventario como éste en regiones polares. Si queremos entender cómo responderán estos animales a futuros cambios, éste es un primer paso muy importante", declara David Barnes, de la Inspección Antártica Británica (British Antarctic Survey).
"Hay una creencia muy extendida de que la vida es muy rica en los trópicos y que lo va siendo menos a lo largo de las regiones templadas, hasta las polares. Esto es en parte porque consideramos como vida lo que es únicamente terrestre, y cuando vemos el Ártico o la Antártida, sólo vemos hielo", dice Barnes a la BBC.
"Pero bajo la superficie del mar hay un entorno increíblemente rico, y bucear por ahí es como hacerlo en un arrecife de coral", añade. "Si lo comparamos con otros archipiélagos del planeta que también están aislados, se puede comprobar que las islas Orcadas del sur son incluso más ricas que las Galápagos, si tenemos en cuenta la cantidad de especies que encontramos en el mar". Falta por descubrir qué esconden las profundidades oceánicas, aún sin explorar.
PRIMER INVENTARIO DE LA VIDA EN UNA REGIÓN POLAR.
El tesoro de la biodiversidad antártica.
Un equipo de científicos elabora la primera lista de las especies antárticas
Se ha encontrado una biodiversidad mayor que en las regiones tropicales.
MADRID.- Es fácil perder la noción de la biodiversidad marina sin un inventario que agrupe a todas las especies. Como parte del proyecto del Censo de la Vida Marina, puesto en marcha hace casi una década para crear el primer gran catálogo del mar, científicos de Alemania y Reino Unido han elaborado una primera lista de las especies antárticas, tanto terrestres como marinas, que habitan en las islas Orcadas del Sur -cerca de la península antártica- o en sus aguas.
En el siglo XIX y principios del XX era común pensar que más allá de los 600 metros de profundidad, el mar era un espacio yermo, sin rastro de vida. También se suele asociar a las regiones polares con zonas pobres en especies. Pero los avances en la exploración de los océanos han permitido saber que hay vida incluso en el punto más profundo del mar, a 10.900 metros, en las fosas Marianas, y la biodiversidad es sorprendente cuando se trata de los organismos marinos que habitan tanto el Ártico como la Antártida.
El océano Antártico es especialmente rico en organismos marinos, y en los últimos años no ha dejado de aportar nuevas especies. En esta ocasión, los investigadores recogieron especímenes de profundidades de hasta 1.500 metros. El resultado, publicado en Journal of Biogeography esta semana, sugiere que en esta región viven 1.224 especies conocidas. De los ejemplares obtenidos, sólo cinco formaban parte de especies nuevas, lo cual, para los investigadores, es una muestra de lo bien que se conoce ya esta región.
Una estrella de mar hallada en el fondo del océano Antártico. (Foto: BAS)
Entre las especies catalogadas, una inmensa mayoría (1.026) vive en el mar, como son los erizos de mar, los gusanos nadadores, los crustáceos y los moluscos. "Es la primera vez que se hace un inventario como éste en regiones polares. Si queremos entender cómo responderán estos animales a futuros cambios, éste es un primer paso muy importante", declara David Barnes, de la Inspección Antártica Británica (British Antarctic Survey).
"Hay una creencia muy extendida de que la vida es muy rica en los trópicos y que lo va siendo menos a lo largo de las regiones templadas, hasta las polares. Esto es en parte porque consideramos como vida lo que es únicamente terrestre, y cuando vemos el Ártico o la Antártida, sólo vemos hielo", dice Barnes a la BBC.
"Pero bajo la superficie del mar hay un entorno increíblemente rico, y bucear por ahí es como hacerlo en un arrecife de coral", añade. "Si lo comparamos con otros archipiélagos del planeta que también están aislados, se puede comprobar que las islas Orcadas del sur son incluso más ricas que las Galápagos, si tenemos en cuenta la cantidad de especies que encontramos en el mar". Falta por descubrir qué esconden las profundidades oceánicas, aún sin explorar.