La Comisión de Peticiones del Senado registra medio centenar de reclamaciones que solicitan mejorar los derechos de los animales.
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La Gaceta.es, 10 Octubre 2008.
Los que piden más derechos para los animales son los que más presionan.
La Comisión de Peticiones del Senado está repleta de solicitudes para 'dignificar' a los animales. Los ciudadanos son cada día más sensibles a estos temas.
Roberto R. Ballesteros/Madrid.- La defensa de los derechos de los animales es una preocupación cada vez más extendida en la sociedad. Los ciudadanos son cada día más sensibles con el maltrato contra los simios, los canguros o los perros. Una buena muestra de ello fue la aprobación el 25 de junio en la Comisión de Medio Ambiente de una proposición no de ley para proteger el derecho de los grandes simios a no ser maltratados.
En ese momento se aprobó la adhesión del Gobierno al denominado Proyecto Gran Simio, cuyo objetivo es concienciar a la ciudadanía de que los animales también tienen determinados derechos. Según el portavoz del proyecto, Pedro Pozas, el objetivo primero es que el código penal reconozca como delito el maltrato a todos los animales, no sólo a los domésticos, como se admite en la actualidad. Además, pretenden que las Cortes Generales aprueben una legislación a nivel nacional contra la tortura animal, y que se incluyan en esta normativa los espectáculos públicos, que hoy son una excepción que contempla la ley y que ampara —entre otros eventos— a las corridas de toros.
Bajo este objetivo de defensa de los animales, el objetivo no se limita a la tortura, sino que hay una ideología más extensa que engloba otros aspectos. El Proyecto Gran Simio, explica su portavoz, tiene como base la defensa de los tres derechos fundamentales que a su juicio deben reconocerse a los animales. En primer lugar, afirma, el derecho a la vida. En segundo, el derecho a la libertad individual, que en un primer paso conlleva la mejora de las condiciones de los animales enjaulados. Y en tercer lugar, la prohibición de la tortura.
Pero los tres principios serían sólo el principio. Pedro Pozas explica que también hay que luchar, por ejemplo, contra las corridas de toros. Reconoce que esto es algo más difícil, porque está muy implantado en la sociedad española, y que sería un segundo paso. “Primero hay que conseguir la ley nacional, luego vendrá lo de prohibir las corridas, porque entonces ya habrá un apoyo legal”, afirma.
Divididos para presionar
Pero la iniciativa Gran Simio no es la única que en estos momentos presiona al Parlamento. La Comisión de Peticiones del Senado, órgano que tramita las quejas y propuestas de los ciudadanos, registra en estos momentos medio centenar de reclamaciones que solicitan mejorar los derechos de los animales. Se trata del tema que más moviliza a la sociedad en el citado foro.
Según el presidente de la comisión, el socialista Antonio Garcías Coll, “el tema se ha planteado últimamente de forma reiterada”. “Ha habido bastantes peticiones en estos últimos meses, pero parece que todas parten de una sola organización, un lobby que envía muchas propuestas a título individual, para ejercer más presión”. De hecho, continúa, “la mayoría de los nombres que firman las reclamaciones son alemanes”. Lo cual hace pensar rápidamente en la sensibilidad para con el asunto que siempre han tenido los extranjeros de esta nacionalidad.
Garcías Coll explica que la Comisión de Peticiones tramita cada mes alrededor de 200 solicitudes, de las cuales unas 40 o 50 en los últimos meses corresponden a la ampliación de los derechos para los animales que reclaman los grupos de presión.
Los que piden más derechos para los animales son los que más presionan.
La Comisión de Peticiones del Senado está repleta de solicitudes para 'dignificar' a los animales. Los ciudadanos son cada día más sensibles a estos temas.
Roberto R. Ballesteros/Madrid.- La defensa de los derechos de los animales es una preocupación cada vez más extendida en la sociedad. Los ciudadanos son cada día más sensibles con el maltrato contra los simios, los canguros o los perros. Una buena muestra de ello fue la aprobación el 25 de junio en la Comisión de Medio Ambiente de una proposición no de ley para proteger el derecho de los grandes simios a no ser maltratados.
En ese momento se aprobó la adhesión del Gobierno al denominado Proyecto Gran Simio, cuyo objetivo es concienciar a la ciudadanía de que los animales también tienen determinados derechos. Según el portavoz del proyecto, Pedro Pozas, el objetivo primero es que el código penal reconozca como delito el maltrato a todos los animales, no sólo a los domésticos, como se admite en la actualidad. Además, pretenden que las Cortes Generales aprueben una legislación a nivel nacional contra la tortura animal, y que se incluyan en esta normativa los espectáculos públicos, que hoy son una excepción que contempla la ley y que ampara —entre otros eventos— a las corridas de toros.
Bajo este objetivo de defensa de los animales, el objetivo no se limita a la tortura, sino que hay una ideología más extensa que engloba otros aspectos. El Proyecto Gran Simio, explica su portavoz, tiene como base la defensa de los tres derechos fundamentales que a su juicio deben reconocerse a los animales. En primer lugar, afirma, el derecho a la vida. En segundo, el derecho a la libertad individual, que en un primer paso conlleva la mejora de las condiciones de los animales enjaulados. Y en tercer lugar, la prohibición de la tortura.
Pero los tres principios serían sólo el principio. Pedro Pozas explica que también hay que luchar, por ejemplo, contra las corridas de toros. Reconoce que esto es algo más difícil, porque está muy implantado en la sociedad española, y que sería un segundo paso. “Primero hay que conseguir la ley nacional, luego vendrá lo de prohibir las corridas, porque entonces ya habrá un apoyo legal”, afirma.
Divididos para presionar
Pero la iniciativa Gran Simio no es la única que en estos momentos presiona al Parlamento. La Comisión de Peticiones del Senado, órgano que tramita las quejas y propuestas de los ciudadanos, registra en estos momentos medio centenar de reclamaciones que solicitan mejorar los derechos de los animales. Se trata del tema que más moviliza a la sociedad en el citado foro.
Según el presidente de la comisión, el socialista Antonio Garcías Coll, “el tema se ha planteado últimamente de forma reiterada”. “Ha habido bastantes peticiones en estos últimos meses, pero parece que todas parten de una sola organización, un lobby que envía muchas propuestas a título individual, para ejercer más presión”. De hecho, continúa, “la mayoría de los nombres que firman las reclamaciones son alemanes”. Lo cual hace pensar rápidamente en la sensibilidad para con el asunto que siempre han tenido los extranjeros de esta nacionalidad.
Garcías Coll explica que la Comisión de Peticiones tramita cada mes alrededor de 200 solicitudes, de las cuales unas 40 o 50 en los últimos meses corresponden a la ampliación de los derechos para los animales que reclaman los grupos de presión.