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La crisis empuja a abandonar al mejor amigo. Barcelona.
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ABC de Sevilla, 5 Enero 2009.
BARCELONA. Pasar la Navidad en la calle o en una jaula abarrotada junto a otros que comparten la miseria. Estas van a ser las fiestas para muchas mascotas de los barceloneses, gracias al creciente número de abandonos que se producen en la capital catalana. Los regalos compulsivos, los divorcios, el embarazo de la mujer, la falta de control en las políticas del Ayuntamiento y ahora también la crisis son los factores que contribuyen a los abandonos. «De las 80 o 100 llamadas que recibimos a diario, se nota cada vez más la crisis. No tienen dinero para mantener el perro, porque no pueden pagar las hipotecas o el alquiler», afirma Mercedes Hernández, directora de la Protectora de Animales y Plantas de Barcelona.
El número de los perros abandonados en la ciudad de Barcelona, de enero a octubre, ha crecido de 710 a 816, frente al mismo período de 2007, mientras que en agosto la cantidad fue el doble en comparación al año pasado (118 frente a los 56 de 2007). La perrera municipal lleva años saturada, igual que las entidades protectoras de animales. «Hemos tenido que adaptar la oficina con mantas para que duerman allí porque estamos repletos», añade Hernández.
Instalaciones sobreocupadas
Las instalaciones de la Protectora están diseñadas para 100 perros y 300 gatos, pero siguen manteniendo una sobreocupación, «porque bajarla en estas condiciones es imposible». «Aunque ahora no podemos coger a ninguno, es un drama cuando dejan atado al perro fuera de la Protectora, pero igualmente es mejor que si lo dejan en el Tibidabo, donde muere atropellado o de hambre, que pasa muy a menudo».
Pese a que las ordenanzas municipales de Barcelona establecen que el abandono es «una infracción muy grave y puede ser sancionado con una multa de entre 2.000 y 20.000 euros», la aplicación de la penalización deja mucho que desear. «La situación es igual con el maltrato: si denuncias al vecino que maltrata, el expediente acaba archivado y el vecino sigue indemne», opina Hernández. «Es muy difícil de demostrar que el animal realmente ha sido abandonado», admite Manuel Piñeiro, de la Agencia de Salud Pública. Por la magnitud de las multas, el propietario siempre sostiene que el animal se le ha escapado.
Hernández, que lleva 16 años viviendo en Barcelona y 11 de ellos trabajando en la Protectora, una entidad que para ella es «su vida y su vocación»; lamenta que en España se abandonan más perros que en otros países de la Europa occidental por fallos en la legislación. «Aquí hay una superpoblación de perros, porque no hay control de natalidad ni campañas masivas de castración de perros y gatos». Asimismo, aunque es obligatorio indentificar a los animales de compañía con un microchip homologado e inscribirlos en el registro censal del municipio, según la directora de la Protectora, «la situación aquí es caótica», porque «no se obliga a cumplir las leyes».
Otro factor que agrava la sitación, en opinión de Hernández, son las tiendas de animales, que carecen de control por parte de las instancias administrativas. «Ni en Inglaterra, ni en Suecia ni en otros países de Europa encuentras una tienda de animales con el ejemplar en la vitrina, porque no existen ese tipo de establecimientos». Según Hernández, además de favorecer la compra compulsiva, las tiendas son una fuente de venta clandestina de animales. «Te vas por las Ramblas y es una vergüenza lo que les pasa a los animales allí. A la Protectora me han llegado patos, gallinas, conejos y pájaros comprados en las Ramblas porque al niño se le antojó», lamenta.
Sin embargo, el Ayuntamiento considera que la situación está «muy controlada y muy frenada». y se limita a impulsar campañas de civismo con el fin de informar y fomentar la tenencia responsable. «Estamos haciendo todo lo que se puede y cada vez hay más consciencia», sostiene Piñeiro. «Hemos creado el Consejo Municipal de Animales y con la construcción de la nueva perrera en Collserola la situación será mucho mejor».
No obstante, el portavoz municipal admite que hasta el momento no se ha hecho nada para controlar la natalidad de los perros, «porque es muy complicado de intervenir». En cuanto a los gatos, Piñeiro explica que han habido campañas periódicas de castración y algunas colonias están controladas por ONGs.
«No se trata de hacer una nueva perrera, sino de erradicar el abandono», concluye Hernández. Porque, «con los miles de perros abandonados al año en Cataluña, ¿cuántas perreras se va a necesitar?».
(Más información en www.protectorabcn.com)
La situación económica crea un nuevo motivo para los abandonos de animales, que junto a las deficiencias en la política municipal hace que cada vez más mascotas se encuentran sin hogar.
El Ayuntamiento impulsa campañas de civismo para fomentar la tenencia responsable
BARCELONA. Pasar la Navidad en la calle o en una jaula abarrotada junto a otros que comparten la miseria. Estas van a ser las fiestas para muchas mascotas de los barceloneses, gracias al creciente número de abandonos que se producen en la capital catalana. Los regalos compulsivos, los divorcios, el embarazo de la mujer, la falta de control en las políticas del Ayuntamiento y ahora también la crisis son los factores que contribuyen a los abandonos. «De las 80 o 100 llamadas que recibimos a diario, se nota cada vez más la crisis. No tienen dinero para mantener el perro, porque no pueden pagar las hipotecas o el alquiler», afirma Mercedes Hernández, directora de la Protectora de Animales y Plantas de Barcelona.
El número de los perros abandonados en la ciudad de Barcelona, de enero a octubre, ha crecido de 710 a 816, frente al mismo período de 2007, mientras que en agosto la cantidad fue el doble en comparación al año pasado (118 frente a los 56 de 2007). La perrera municipal lleva años saturada, igual que las entidades protectoras de animales. «Hemos tenido que adaptar la oficina con mantas para que duerman allí porque estamos repletos», añade Hernández.
Instalaciones sobreocupadas
Las instalaciones de la Protectora están diseñadas para 100 perros y 300 gatos, pero siguen manteniendo una sobreocupación, «porque bajarla en estas condiciones es imposible». «Aunque ahora no podemos coger a ninguno, es un drama cuando dejan atado al perro fuera de la Protectora, pero igualmente es mejor que si lo dejan en el Tibidabo, donde muere atropellado o de hambre, que pasa muy a menudo».
Pese a que las ordenanzas municipales de Barcelona establecen que el abandono es «una infracción muy grave y puede ser sancionado con una multa de entre 2.000 y 20.000 euros», la aplicación de la penalización deja mucho que desear. «La situación es igual con el maltrato: si denuncias al vecino que maltrata, el expediente acaba archivado y el vecino sigue indemne», opina Hernández. «Es muy difícil de demostrar que el animal realmente ha sido abandonado», admite Manuel Piñeiro, de la Agencia de Salud Pública. Por la magnitud de las multas, el propietario siempre sostiene que el animal se le ha escapado.
Hernández, que lleva 16 años viviendo en Barcelona y 11 de ellos trabajando en la Protectora, una entidad que para ella es «su vida y su vocación»; lamenta que en España se abandonan más perros que en otros países de la Europa occidental por fallos en la legislación. «Aquí hay una superpoblación de perros, porque no hay control de natalidad ni campañas masivas de castración de perros y gatos». Asimismo, aunque es obligatorio indentificar a los animales de compañía con un microchip homologado e inscribirlos en el registro censal del municipio, según la directora de la Protectora, «la situación aquí es caótica», porque «no se obliga a cumplir las leyes».
Otro factor que agrava la sitación, en opinión de Hernández, son las tiendas de animales, que carecen de control por parte de las instancias administrativas. «Ni en Inglaterra, ni en Suecia ni en otros países de Europa encuentras una tienda de animales con el ejemplar en la vitrina, porque no existen ese tipo de establecimientos». Según Hernández, además de favorecer la compra compulsiva, las tiendas son una fuente de venta clandestina de animales. «Te vas por las Ramblas y es una vergüenza lo que les pasa a los animales allí. A la Protectora me han llegado patos, gallinas, conejos y pájaros comprados en las Ramblas porque al niño se le antojó», lamenta.
Sin embargo, el Ayuntamiento considera que la situación está «muy controlada y muy frenada». y se limita a impulsar campañas de civismo con el fin de informar y fomentar la tenencia responsable. «Estamos haciendo todo lo que se puede y cada vez hay más consciencia», sostiene Piñeiro. «Hemos creado el Consejo Municipal de Animales y con la construcción de la nueva perrera en Collserola la situación será mucho mejor».
No obstante, el portavoz municipal admite que hasta el momento no se ha hecho nada para controlar la natalidad de los perros, «porque es muy complicado de intervenir». En cuanto a los gatos, Piñeiro explica que han habido campañas periódicas de castración y algunas colonias están controladas por ONGs.
«No se trata de hacer una nueva perrera, sino de erradicar el abandono», concluye Hernández. Porque, «con los miles de perros abandonados al año en Cataluña, ¿cuántas perreras se va a necesitar?».
(Más información en www.protectorabcn.com)
La situación económica crea un nuevo motivo para los abandonos de animales, que junto a las deficiencias en la política municipal hace que cada vez más mascotas se encuentran sin hogar.
El Ayuntamiento impulsa campañas de civismo para fomentar la tenencia responsable
