La crisis lleva al matadero a cinco mil equinos al mes.
La Opinión de Málaga, 9 de julio 2012
Entre las regiones con más sacrificios, figuran Comunidad Valenciana (3.427 ejemplares, +41,30 %), Andalucía (3.403, +264,39 %), Cataluña (2.761 sacrificios, +11,15) o Castilla y León (2.595, -3,21 %).
El secretario general de la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas, Manuel González, ha asegurado que "no hay mercado" de venta, alquiler o doma ("pupilaje"), por lo que algunos ganaderos no pueden afrontar el alto coste que supone alimentarlos, unos 300 euros al mes de media, según calcula.
La tendencia se inició hace dos años, dice González, quien afirma que se trata de ejemplares jóvenes, "no viejos ni de deshecho".
Ha recordado que en España apenas se demanda esta carne, por lo que se destina a piensos para mascotas o se exporta a Francia, Italia, Bélgica o Grecia, donde el ama de casa sí pide este alimento, con un precio "intermedio" entre el vacuno y el cerdo.
El presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española, Javier Conde, recuerda que las granjas intensivas son las más afectadas porque la venta "está complicada", los precios que obtienen son bajos y los costes se han disparado.
Tras ver cómo un propietario extremeño se quedó con tan solo 15 caballos en su explotación de 150 cabezas, "eliminando los demás", reconoce que pueden desaparecer yeguadas y critica que, por la crisis, las Administraciones no arbitren ayudas para el ganadero.
Desde la organización agraria Asaja-Málaga, el veterinario Carlos Carreira asegura conocer a varios ganaderos que "están mandando todo a sacrificio" y que hay una lista de espera de meses en el matadero del Humilladero, que despieza 70 o 80 caballos al día.
El problema ha surgido sobre todo a partir de 2007-2008 y, más intensamente, a lo largo de 2010 y 2011, añade Carreira.
Ha explicado que no se pagan al propietario más de 150 euros por una yegua -las principales damnificadas-, ejemplares que "en años de bonanza" cotizaban entre 6.000 y hasta 50.000 euros, puesto que muchas son de pura raza y están inscritas en libros genealógicos.
Desde la asociación y albergue CYD Santa María de Alhaurín el Grande (Málaga), Virginia Solera, denuncia que el abandono ha aumentado en un 80 % en el último año y medio, lo que provoca también que durante épocas como el verano se produzcan 30 accidentes de tráfico al mes, porque llegan a las cunetas en busca de alimento.
Sin ayudas públicas, y con donaciones mermadas por la crisis, se sienten "desbordados" y asfixiados: "estamos en la ruina", comenta Solera.
Otros territorios tienen problemas añadidos, como indica el secretario general de UPA-UCA Asturias, Joaquín López.
Muchos dueños de caballos que pastan en montes comunales y que no los han identificado con un microchip antes del 31 de diciembre como marca una norma europea, los envían al matadero o los abandonan, señala.
Sin el chip -que cuesta además unos 24 euros por animal-, los caballos no pueden venderse para consumo humano y, sin aportar ninguna rentabilidad, hay quienes deciden "quitárselo de en medio".
El 30 por ciento del censo de equinos en semiextensivo de Asturias no cuenta con esta pasaporte electrónico, alerta López.