La defensa imposible de la tauromaquia
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Las críticas recibidas por los actos de "El Toro es Cultura" en Marbella sufragados por la Junta de Andalucia, parece que no han sentado bien a algunos defensores del arte de torturar a seres vivos
Rafael Ávila Bayón y Julio Ortega Fraile 25-4-2009
www.kaosenlared.net/noticia/defensa-imposible-tauromaquia
A alguno le han debido de producir tal escozor ciertos artículos aparecidos últimamente en la prensa, que no ha tardado en subirse a una Tribuna digital – eso sí, mostrando únicamente sus iniciales – y no sabemos si por llevar la taleguilla demasiado apretada o la rabia muy mal contenida, ha mezclado a Fernando III El Santo, a Rafa Nadal, a Carolina Herrera y hasta a la Srta. Pepis para tratar de realizar un panegírico del toreo; bueno, él lo llama cultura y es que éste término se ha pegado últimamente a la lengua de los taurófilos como los jirones de carne ensangrentada lo hacen a la pica del torero tras el "mete-saca".
Se podría pasar por alto su elogio de la tortura en estas tardes de oro y saña en la Maestranza Sevillana si no fuera porque al final del mismo, queda clara la razón de combinar condimentos tan dispares con la intención de defender lo que al menos desde la sensibilidad, la cordura y la sinceridad es indefendible, y es que la última frase delata al torticero orador desde su atalaya marbellí: "que se enteren Hipócritas en Acción de Marbella, ecologistas de pancarta y subvención...". Tal vez prefiera no recordar que durante los tres lustros de nepotismo de Jesús Gil, otro que se metió a ganadero de reses bravas, Ecologistas en Acción se las tuvo que ver en numerosas ocasiones con el poder omnímodo de quien entre toros, fútbol, ladrillo, caza mayor, corrupción y poltrona, no dudaba en expulsar, magulladuras de por medio, a todos aquellos que "afeaban" su particular cortijo plagado de codiciosos tiralevitas. Y esa lucha la llevaron a cabo con pancartas, es cierto, pero sin dádivas económicas y a menudo en soledad. Otros, en cambio, escogieron adular y medrar.
Triste sarta de despropósitos la que regurgita y todo porque le duele la herida que la verdad provoca en quien basa sus argumentos en la mentira. ¡Que fácil es sacar del quicio de su fingimiento a los brutos!. Tiene gracia que este personaje hable de subvenciones, sobre todo después de que su inquina hacia esos colectivos, venga causada por la denuncia mediática que se ha llevado a cabo acerca del apoyo económico que la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía, ha prestado a un espectáculo tan cruel como bochornoso y con escaso seguimiento como el llamado: "El Toro es cultura".
De pretendidas ansias por pegarle bocados al presupuesto público nos habla cuando, en el primer trimestre de este año, la tauromaquia de este País ya ha recibido más de sesenta mil millones de pesetas, que aparentemente eran de todos, por supuesto, pero que han servido para solucionar la crisis del sadismo que padecen sólo unos pocos. Teniendo en cuenta que el resultado final de esta cruenta afición es la tortura, la agonía y la muerte de un toro, creemos que habría cuestiones en las que sería más urgente, deseable y digno emplear semejante fortuna.
Subvenciones dice, ¿saben lo que ocurre cuando en cualquier Localidad se dejan de sufragar desde el ámbito municipal los gastos que implican los actos taurinos?, pues que ya no se siguen celebrando. El último ejemplo: Rivas Vaciamadrid. Con los ingresos que genera por si misma esta salvajada no les da ni para pagarle el artículo al periodista taurino de turno. Y es que ya van encontrando placer muy poquitos en eso de ver cómo se le infligen padecimientos a un animal. Este señor – o señora, que por las siglas no lo deducimos – dirá que nos equivocamos; ¿también lo hacen las encuestas?, y no todas están encargadas por "ecologistas hipócritas y animalistas ambiciosos" – según su apreciación – sino que el resultado varía muy poco la haga quien la haga. Ahora, Vd. le puede dar la vuelta y decir que Canal Plus asegura que las corridas producen más beneficios que el fútbol, total después de defender la tauromaquia como una actividad educativa no esperamos de su pluma justicia ni honestidad, acáso capotazos a la racionalidad. Por cierto, que la venta de Digital Plus, no tendrá en cierta medida que ver con su apuesta por los toros al perder los derechos de retransmisión del balompié, ¿no?.
Afirma que las corridas atraen a los turistas, tal vez por eso estamos prácticamente solos en Europa conservándolas y cada dos por tres, organiza la rama política de sus compañeros de tendido una mascarada en Bruselas a base de pasodobles, estoques, ganaderos y diestros, intentando hacerles creer que toda España exclama ¡Ole! cuando el toro vomita sangre al rematar la faena y el verdugo levanta sus brazos en señal de triunfo. Y está muy claro que no lo hacen por convencer a los parlamentarios para que legalicen este crimen en sus países, sino tratando de evitar que les impidan cometerlo en el nuestro. Y eso es porque tienen miedo, mucho miedo, ya que saben que a pesar de tanta comedia, la mayoría de la Sociedad no admite que maltratar de tal modo a un animal sea arte, deporte o cualquiera de los disfraces que quieran sacarse de la montera. Y encima se les ha cruzado una molesta ILP, ¿verdad?.
Pero no está Vd. sólo en la difícil defensa de la brutalidad, una conocida multinacional francesa se ha puesto de su lado y hasta arrima abundantes dineros para eventos como la fracasada bufonada marbellí, además de programar entre sus actos charlas exaltadoras del envilecimiento del hombre ya sea a ritmo del Marcial o de La Marsellesa, nos estamos refiriendo a la FNAC. Resulta un espectáculo patético observar el amparo económico y mediático de una Empresa perteneciente a un País en el que claro, los toros todavía dependen del Ministerio de Cultura. Pero ni con la ayuda de su mugrienta política comercial van a lograr devolver a la vida a un cadáver apuntalado con inyecciones económicas, la realidad no cambia por mucho que venga la FNAC a librarnos de nuestra ignorancia y a querer convencernos de que la "cruauté" es "culture". Torturar a un animal es una acción cobarde y perversa en Marbella y en Saint Ceytrein.
Nos ha gustado leer ese batiburrillo de nombres, conceptos y juicios de valor en su opúsculo, sobre todo porque es la demostración de que a falta de argumentos y de esperanza, les quedan a Vd. y a los suyos la confusión y el engaño como soportes sobre los que sostener su hematofilia, pero esos son dos apoyos muy endebles, tan susceptibles de doblarse como las patas del toro cuando ha sido atravesado por la espada. Y por mucho que se suba a una Tribuna periodística con el nombre de la ciudad malagueña que recibió la subvención de la Junta para decir que "El Toro es Cultura", su afición va a seguir dejando una huella de sangre cada vez más escasa mientras es arrastrada hacia el rechazo y la prohibición pero esperamos que jamás al olvido, porque conviene recordar la vergüenza para rebatir a los necios que la justifican.
Rafael Ávila Bayón
Julio Ortega Fraile