La Guardia Civil desmantela un albergue clandestino de perros y detiene a su propietario por maltrato animal.
EP, 28 de febrero 2012 De hecho, a la llegada de los agentes al lugar, los canes no tenían acceso a agua y el único alimento del que disponían eran patatas fritas. Algunos de los cadáveres no habían sido aún arrojados a ninguna de las fosas y estaban siendo devorados por otros perros en el interior del albergue. Las instalaciones, que carecían de las preceptivas licencia de actividad y declaración como núcleo zoológico, y que tampoco disponían de un servicio veterinario que supervisara su estado sanitario, eran muy precarias, hasta el punto de que algunos de los animales no contaban con un refugio donde resguardarse de las inclemencias meteorológicas. Los perros, que presentaban una apariencia esquelética y en algunos casos tenían heridas abiertas, carecían en su mayor parte de las correspondientes cartillas sanitarias caninas y no habían sido vacunados contra la rabia. En el momento de la inspección, la Guardia Civil constató la muerte de al menos siete perros en las instalaciones. Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia en el partido judicial de Caravaca de la Cruz, así como del Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. El vigente Código Penal sanciona con hasta un año de prisión e inhabilitación especial hasta tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales, a aquellos que, por cualquier medio o procedimiento, maltraten injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su estado físico.