La protectora del Campo de Gibraltar se encuentra saturada. Se pide colaboración.
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Europa Sur, 17 agosto 2009
La perrera de El Rinconcillo aprueba no acoger más animales por saturación
Las voluntarias señalan que se producen más recepciones que adopciones, lo cual ha provocado que la manada llegue a los 200 ejemplares. Los canes y gatos se entregan vacunados, esterilizados y con el microchip.
La Sociedad Protectora de Animales y Plantas del Campo de Gibraltar se encuentra en uno de sus peores veranos. La Junta Directiva aprobó el pasado miércoles no acoger más animales hasta que el número de ejemplares descienda. La decisión se ha tomado como consecuencia de que el centro no dispone de más espacio para atender a todos los perros y gatos que acogen. Las instalaciones están previstas para albergar a unos 150 ejemplares, y en la actualidad son casi 200. La causa de tal saturación se debe a que hay más recogida que acogida, por lo que el grupo crece de forma exponencial. Según el equipo de voluntarios, el gran aumento de animales acopiados en este verano hace pensar a la asociación que los servicios municipales están recogiendo menos ejemplares de lo habitual.
Además de la falta de espacio, se suma el deterioro de las instalaciones. El centro necesita varias reformas, como techar las jaulas y construir nuevas salas para ejecutar de forma efectiva las tareas de limpieza y saneamiento. Por ello, una de las voluntarias, Paqui Borrego, invita a todas aquellas personas que puedan aportar su trabajo a que colaboren con la asociación. Por ejemplo, personas con conocimientos de albañilería pueden aportar la mano de obra y contribuir así a mejorar las condiciones de vida de los animales. También, todos aquellos aficionados a la jardinería tienen allí un espacio para poder relajarse.
Estas peticiones se realizan a causa de que los gastos de la sociedad son cubiertos por la aportación mensual de los socios; y debido al incremento sufrido estos meses, dichos ingresos no son suficientes. La única ayuda institucional proviene de la Mancomunidad de Municipios, que paga la factura del agua.
Y es que el día a día de la perrera conlleva un gran gasto. Al mes se consume 1.500 kilos de pienso, además de los medicamentos y todo el proceso para mantener los niveles de salubridad en las instalaciones. Contando además los costes del suministro eléctrico, internet y línea telefónica.
Esta restricción económica no permite desplazarse para cobijar a los animales abandonados. "Si llaman para una recogida no podemos ir porque no tenemos los suficientes medios. Para la recogida se contacta con El Refugio, que colabora con el Ayuntamiento, o el Seprona; por eso pedimos que, al menos, nos lo traigan", comenta Eva García.
En la perrera se recogen perros y gatos, aunque también se presta ayuda a otros animales. Por ejemplo las aves, las cuales son enviadas al centro de recuperación situado en Pelayo. El proceso de adopción se lleva a cabo con todas las garantías. Una vez que se elige al perro o gato, se firma un contrato de adopción, además de realizar las pautas sanitarias obligadas por ley. Estos gastos necesarios son sufragados por los dueños, al igual que ocurre cuando se compra un animal.
La principal demanda de los usuarios suelen ser cachorros de pocos meses y perros de tamaño pequeño, como la raza Yorkshire. No obstante, también llegan algunas personas solicitando perros grandes; Boxer, principalmente.
La perrera de El Rinconcillo aprueba no acoger más animales por saturación
Las voluntarias señalan que se producen más recepciones que adopciones, lo cual ha provocado que la manada llegue a los 200 ejemplares. Los canes y gatos se entregan vacunados, esterilizados y con el microchip.
La Sociedad Protectora de Animales y Plantas del Campo de Gibraltar se encuentra en uno de sus peores veranos. La Junta Directiva aprobó el pasado miércoles no acoger más animales hasta que el número de ejemplares descienda. La decisión se ha tomado como consecuencia de que el centro no dispone de más espacio para atender a todos los perros y gatos que acogen. Las instalaciones están previstas para albergar a unos 150 ejemplares, y en la actualidad son casi 200. La causa de tal saturación se debe a que hay más recogida que acogida, por lo que el grupo crece de forma exponencial. Según el equipo de voluntarios, el gran aumento de animales acopiados en este verano hace pensar a la asociación que los servicios municipales están recogiendo menos ejemplares de lo habitual.
Además de la falta de espacio, se suma el deterioro de las instalaciones. El centro necesita varias reformas, como techar las jaulas y construir nuevas salas para ejecutar de forma efectiva las tareas de limpieza y saneamiento. Por ello, una de las voluntarias, Paqui Borrego, invita a todas aquellas personas que puedan aportar su trabajo a que colaboren con la asociación. Por ejemplo, personas con conocimientos de albañilería pueden aportar la mano de obra y contribuir así a mejorar las condiciones de vida de los animales. También, todos aquellos aficionados a la jardinería tienen allí un espacio para poder relajarse.
Estas peticiones se realizan a causa de que los gastos de la sociedad son cubiertos por la aportación mensual de los socios; y debido al incremento sufrido estos meses, dichos ingresos no son suficientes. La única ayuda institucional proviene de la Mancomunidad de Municipios, que paga la factura del agua.
Y es que el día a día de la perrera conlleva un gran gasto. Al mes se consume 1.500 kilos de pienso, además de los medicamentos y todo el proceso para mantener los niveles de salubridad en las instalaciones. Contando además los costes del suministro eléctrico, internet y línea telefónica.
Esta restricción económica no permite desplazarse para cobijar a los animales abandonados. "Si llaman para una recogida no podemos ir porque no tenemos los suficientes medios. Para la recogida se contacta con El Refugio, que colabora con el Ayuntamiento, o el Seprona; por eso pedimos que, al menos, nos lo traigan", comenta Eva García.
En la perrera se recogen perros y gatos, aunque también se presta ayuda a otros animales. Por ejemplo las aves, las cuales son enviadas al centro de recuperación situado en Pelayo. El proceso de adopción se lleva a cabo con todas las garantías. Una vez que se elige al perro o gato, se firma un contrato de adopción, además de realizar las pautas sanitarias obligadas por ley. Estos gastos necesarios son sufragados por los dueños, al igual que ocurre cuando se compra un animal.
La principal demanda de los usuarios suelen ser cachorros de pocos meses y perros de tamaño pequeño, como la raza Yorkshire. No obstante, también llegan algunas personas solicitando perros grandes; Boxer, principalmente.