La reintroducción del buitre más amenazado de la UE, el quebrantahuesos.
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Diario de Cádiz, 7 agosto 2008.
Especie protegida.El lento regreso del quebrantahuesos.
Ocho de los nueve pollos de esta carroñera liberados por Medio Ambiente consiguen sobrevivir en la Sierra de Segura.
M. Ramos / Sevilla. Cuatro jóvenes quebrantahuesos comienzan a alzar el vuelo estos días en la Sierra de Segura. Se les bautizó hace cinco meses, al nacer, con los nombres de Cazorla, Acebeas, Lézar y Castril y pertenecen a la tercera generación de pollos de esta carroñera a los que se les ha encomendado la labor de reconquistar para la especie las cumbres andaluzas, de las que desaparecieron hace 20 años. El quebrantahuesos, el buitre en mayor peligro de extinción de la UE, recobra así de forma lenta el espacio que se le arrebató décadas atrás.
La Consejería de Medio Ambiente, que inició en 1996 el plan de recuperación de la especie, confirmó ayer que estas cuatro aves con apenas cinco meses de vida -dos nacieron en Andalucía en el centro de cría de Guadalentin, una tercera llega desde Lérida y el cuarto, el macho, desde Austria- han comenzado a alzar el vuelo y "evolucionan favorablemente". Con ellos son ya ocho los animales reintroducidos con éxito en la provincia de Jaén. Otro más, Cazorla, murió sin embargo hace un año abatida por los disparos de un cazador. "Nueve plomazos en órganos vitales", explica Juan Montes, gerente de la fundación Gypaetus, a la que se ha encomendado precisamente la labor de trabajar con la población para sortear los factores que llevaron a la desaparición de la especie hace dos décadas. Y es que el quebrantahuesos -que se alimenta en un 70% de huesos, un 25% de carne y un 5% de piel- se esfumón de las sierras andaluzas precisamente por la mano del hombre.
La rapaz se encontraba en casi todas las cumbres de la comunidad pero la caza, los cebos envenenados y los tendidos eléctricos llevaron a su desaparición. "Hoy la población responde de otra forma, está mucho más concienciada y, además, se persigue mucho más los casos de cebos envenenados, cuya colocación constituye un delito", expone el responsable de Gypaetus. La fundación lleva el nombre científico de la rapaz de cabeza blanca y ojos rojizos: Gyps (buitre en griego), por tratarse de una carroñera; y Aetus (águila), por su silueta y agilidad en el vuelo.
El éxito del programa dependerá de que los polluelos liberados se hagan adultos, a los seis o siete años, y escojan el lugar de suelta como territorio de cría. Ése es el comportamiento habitual en la especie. Los técnicos que desarrollan en programa de reintroducción se plantean también que la especie llegue ya a otros territorios, especialmente a Sierra Nevada, donde se encontraba la población más importante de Andalucía. Mientras, continúa la cría en cautividad en el centros de Guadalentín, donde han nacido ya 15 pollos.
Especie protegida.El lento regreso del quebrantahuesos.
Ocho de los nueve pollos de esta carroñera liberados por Medio Ambiente consiguen sobrevivir en la Sierra de Segura.
M. Ramos / Sevilla. Cuatro jóvenes quebrantahuesos comienzan a alzar el vuelo estos días en la Sierra de Segura. Se les bautizó hace cinco meses, al nacer, con los nombres de Cazorla, Acebeas, Lézar y Castril y pertenecen a la tercera generación de pollos de esta carroñera a los que se les ha encomendado la labor de reconquistar para la especie las cumbres andaluzas, de las que desaparecieron hace 20 años. El quebrantahuesos, el buitre en mayor peligro de extinción de la UE, recobra así de forma lenta el espacio que se le arrebató décadas atrás.
La Consejería de Medio Ambiente, que inició en 1996 el plan de recuperación de la especie, confirmó ayer que estas cuatro aves con apenas cinco meses de vida -dos nacieron en Andalucía en el centro de cría de Guadalentin, una tercera llega desde Lérida y el cuarto, el macho, desde Austria- han comenzado a alzar el vuelo y "evolucionan favorablemente". Con ellos son ya ocho los animales reintroducidos con éxito en la provincia de Jaén. Otro más, Cazorla, murió sin embargo hace un año abatida por los disparos de un cazador. "Nueve plomazos en órganos vitales", explica Juan Montes, gerente de la fundación Gypaetus, a la que se ha encomendado precisamente la labor de trabajar con la población para sortear los factores que llevaron a la desaparición de la especie hace dos décadas. Y es que el quebrantahuesos -que se alimenta en un 70% de huesos, un 25% de carne y un 5% de piel- se esfumón de las sierras andaluzas precisamente por la mano del hombre.
La rapaz se encontraba en casi todas las cumbres de la comunidad pero la caza, los cebos envenenados y los tendidos eléctricos llevaron a su desaparición. "Hoy la población responde de otra forma, está mucho más concienciada y, además, se persigue mucho más los casos de cebos envenenados, cuya colocación constituye un delito", expone el responsable de Gypaetus. La fundación lleva el nombre científico de la rapaz de cabeza blanca y ojos rojizos: Gyps (buitre en griego), por tratarse de una carroñera; y Aetus (águila), por su silueta y agilidad en el vuelo.
El éxito del programa dependerá de que los polluelos liberados se hagan adultos, a los seis o siete años, y escojan el lugar de suelta como territorio de cría. Ése es el comportamiento habitual en la especie. Los técnicos que desarrollan en programa de reintroducción se plantean también que la especie llegue ya a otros territorios, especialmente a Sierra Nevada, donde se encontraba la población más importante de Andalucía. Mientras, continúa la cría en cautividad en el centros de Guadalentín, donde han nacido ya 15 pollos.