La teconología descubre formas alternativas al empleo de animales
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Diario 20 Minutos, 1 Agosto 2008.
Una foca de peluche se convierte en el primer "robot terapéutico" de España.
La elección de este animal no es aleatoria. Tiene un interior repleto de sensores.Cuando es mal acariciada se queja.
En Japón ya se comercializan por 3000 euros.
La Campus Party de Valencia exhibe una foca de peluche que se ha convertido en el primer robot terapéutico disponible en España, con un interior repleto de decenas de sensores, dos minicámaras y siete motores que pretenden ayudar a pacientes de alzheimer, autistas y enfermos de demencia senil.
Es mucho más que una mascota.
La foca responde a estímulos de movimiento, voz, tacto y luz - lleva sensores incluso en los bigotes-, lo que le permite quejarse cuando es acariciada de forma inadecuada y seguir con la cabeza a su interlocutor, entre otras posibilidades. Es mucho más que una mascota, "tiene un módulo de aprendizaje gracias al cual se acostumbra a la voz de su dueño y un software que le permite tratar ciertas enfermedades reduciendo la agresividad de los pacientes ", declara Javier Carrasco, miembro de la división de Estrategia de Innovación del BBVA que ha presentado la adquisición.
Por el momento este robot no ha sido utilizado en España, aunque en Japón se comercializa a unos 3.000 euros la unidad. La "leyenda" en torno a la foca cuenta que la decisión de optar por este animal en vez de otro, se debió a la intención de su inventor de no herir sensibilidades recordando a los pacientes alguna mascota ya fallecida.
Una foca de peluche se convierte en el primer "robot terapéutico" de España.
La elección de este animal no es aleatoria. Tiene un interior repleto de sensores.Cuando es mal acariciada se queja.
En Japón ya se comercializan por 3000 euros.
La Campus Party de Valencia exhibe una foca de peluche que se ha convertido en el primer robot terapéutico disponible en España, con un interior repleto de decenas de sensores, dos minicámaras y siete motores que pretenden ayudar a pacientes de alzheimer, autistas y enfermos de demencia senil.
Es mucho más que una mascota.
La foca responde a estímulos de movimiento, voz, tacto y luz - lleva sensores incluso en los bigotes-, lo que le permite quejarse cuando es acariciada de forma inadecuada y seguir con la cabeza a su interlocutor, entre otras posibilidades. Es mucho más que una mascota, "tiene un módulo de aprendizaje gracias al cual se acostumbra a la voz de su dueño y un software que le permite tratar ciertas enfermedades reduciendo la agresividad de los pacientes ", declara Javier Carrasco, miembro de la división de Estrategia de Innovación del BBVA que ha presentado la adquisición.
Por el momento este robot no ha sido utilizado en España, aunque en Japón se comercializa a unos 3.000 euros la unidad. La "leyenda" en torno a la foca cuenta que la decisión de optar por este animal en vez de otro, se debió a la intención de su inventor de no herir sensibilidades recordando a los pacientes alguna mascota ya fallecida.