Finanzas.com, 12 enero 2012
Para Díaz Trillo, el territorio andaluz ha sido durante su historia soporte de una intensa actividad cinegética que, no sólo se mantiene de forma continuada hasta la actualidad, sino que hoy es especialmente relevante la relación de compromiso entre la caza y la conservación de la naturaleza, una vez que ya se ha perdido su carácter de utilidad para la obtención de alimentos y se ha convertido en una actividad de ocio ligada al medio natural, donde convive con sectores como el forestal y ganadero.
En este sentido, muchos de los espacios naturales mejor conservados son a su vez territorios que soportan un importante aprovechamiento cinegético.
Ha apuntado que en 2011 la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha expedido 275.302 licencias para la actividad cinegética en la Comunidad Autónoma, de ellas, cerca de 260.000 a cazadores andaluces, más de 15.500 a otros procedentes del resto de territorio español y 142 a extranjeros.
Los cazadores componen el colectivo con el 99,5 % de las licencias, siendo el resto para propietarios de rehalas y cetreros. Respecto a las modalidades de caza, cerca del 50 % de las licencias son para caza con arma de fuego y otros procedimientos autorizados, otro 35 % es para caza mayor, aves acuáticas y ojeo de perdiz (con y sin arma de fuego).
La importante riqueza cinegética de Andalucía y la creciente demanda y presión sobre este recurso abren, según Díaz Trillo, un nuevo reto en la ordenación y regularización de esta actividad económica, de forma que se garantice su sostenibilidad y mantenga, a su vez, los importantes ingresos que genera en los espacios rurales.
El máster de la Universidad de Huelva, que va a formar a 50 futuros profesionales en gestión cinegética, entre técnicos, gestores e investigadores, contribuirá a mejorar, rentabilizar y asegurar la continuidad de los recursos del sector cinegético, lo que contribuirá a su vez a conservar la extraordinaria biodiversidad que alberga la Comunidad andaluza.