Las corridas de toros van a menos.
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La Vanguardia, 23 septiembre 2008.
Las corridas de toros van a menos.
José Tomás llena y triunfa en las plazas, pero en medio de un paisaje taurino de poco tirón popular | Los jóvenes creen que la fiesta de las corridas responde a valores del pasado.
José Bejarano | Sevilla |En los ambientes taurinos andaluces se han encendido las luces de alarma ante el dato de que el número de corridas y novilladas organizadas en los seis primeros meses de este año ha caído en Sevilla, tierra taurina por antonomasia, un 44%. El éxito de las grandes ferias, con José Tomás en el candelero, está enmascarando una bajada incipiente de la afición al toro.
En Huelva esta caída es del 27%, en Almería el 24% y en Córdoba y Cádiz, el 13%. Sólo Málaga y Granada salvan el cartel con ascensos del 27% y el 19%, mientras Jaén se mantiene. Si se cuentan sólo las corridas, el descenso en Andalucía es del 32% y las novilladas con picadores, un 64% menos que en el primer semestre del 2007. Sólo suben los "festejos populares", denominación que engloba encierros y suelta de vaquillas, lo más alejado del toreo considerado como arte y cultura. El toro como desfogue.
Lo que ha dejado perplejos a muchos es el descenso del 44% de Sevilla. ¿Crisis económica? ¿Menos afición? Para los taurinos, la causa es la crisis, aunque en esas fechas los nubarrones económicos aún no habían aparecido. Para los antitaurinos -es difícil dar con alguien a quien los toros deje indiferente-, lo que ocurre es que la afición escasea y, salvo las grandes ferias -Abril en Sevilla, San Isidro en Madrid, San Fermín en Pamplona, Fallas en Valencia…-, muchos festejos se organizan no porque exista una demanda real, sino porque la crean los ayuntamientos con su oferta.
Sin el impulso de las administraciones, sin las grandes ferias, a las que muchos van más en busca de notoriedad que por afición, y sin turistas, la fiesta nacional estaría en trance de extinción.
La tragedia del mundo taurino es que los jóvenes le están dando la espalda. Unos, por sensibilidad hacia los animales, otros porque eligen formas menos tradicionales de ocio.
El presidente del Consejo Andaluz de la Juventud, Francisco Jesús Pérez, cree que la fiesta de los toros genera "más rechazo que atracción entre los jóvenes" porque responde a "valores del pasado". Pérez es incapaz de hallar en su entorno a un joven aficionado. El único es su abuelo. Que los tendidos de las plazas pinten canas tiñe de negro el futuro de los festejos.
Para constatar esa realidad, un experto en el mundo taurino sugiere hacer la siguiente prueba. Pregunte a cualquiera que tenga menos de 40 años si sabe lo que es un pase de pecho, una verónica o la suerte de varas. Pídale que enumere nombres de toreros, y si conoce más de tres, probablemente uno será el diestro de moda - José Tomás hoy- y los otros serán más conocidos por sus bodas y escándalos de papel cuché que por sus hazañas en el ruedo.
La primera sorprendida por el descenso de festejos es Macarena Bazán, directora general de Espectáculos de la Junta de Andalucía, departamento que elabora las citadas estadísticas oficiales. "No creo que la caída se deba a la situación económica, porque los datos se refieren al periodo anterior a la percepción de crisis.
Puede que esté bajando la afición a los toros, sobre todo entre los jóvenes, y eso, nos guste o no, es así". A la Junta no le gusta que desciendan las corridas, porque aportan beneficios económicos por el turismo. La directora general de Espectáculos asegura que trata de impedir otro tipo de festejos (encierros, toros embolados…) en los que el animal se ve sometido a "sufrimientos innecesarios". Su departamento destina este año 1,3 millones de euros a subvencionar las 21 escuelas taurinas que existen en Andalucía y a rehabilitar plazas.
En la primera mitad del año se han organizado en Andalucía 354 festejos taurinos, la mayoría de ellos en Málaga (76), donde pesa el turismo de la Costa del Sol. Muy lejos se queda la provincia de Sevilla, con 41 festejos, la mitad de ellos concentrados en las dos semanas de la Feria de Abril. En Granada ha subido el número de festejos por la inauguración de las plazas de Motril y Atarfe, ambas municipales y vinculadas a nuevos centros comerciales.
El empresario de la Maestranza de Sevilla, Ramón Valencia, relativiza los datos y dice que el número de espectáculos no es ni alto ni bajo. "En cualquier caso, más espectáculos que el Teatro Real de Madrid ofrece en su temporada y más partidos de fútbol que se celebran en el Nou Camp" en toda la Liga. Ramón Valencia dice que él no ha notado ningún descenso, aunque reconoce que hay un declive de público en los festejos taurinos "menores", novilladas y becerradas, atribuible a la crisis, no a la falta de aficionados. José Tomás llena y triunfa en las grandes plazas, pero en un paisaje taurino con poco tirón popular.
Sin embargo, los datos oficiales indican que el descenso mayor se produce precisamente en las corridas de toros, un dato que resalta aún más si se compara con lo ocurrido en los últimos diez años.
Fuentes de la Junta de Andalucía reconocen que la pasada tendencia al alza se debía, más que a la existencia de un público aficionado, al intento de muchos ayuntamientos de hacer atractivas las fiestas locales. "Ahora se nota que los ayuntamientos están económicamente asfixiados", indica esa fuente. Francisco Garrido, portavoz de Los Verdes, sostiene que, "desde los años 40, el fútbol se ha comido a los toros".
Las corridas de toros van a menos.
José Tomás llena y triunfa en las plazas, pero en medio de un paisaje taurino de poco tirón popular | Los jóvenes creen que la fiesta de las corridas responde a valores del pasado.
José Bejarano | Sevilla |En los ambientes taurinos andaluces se han encendido las luces de alarma ante el dato de que el número de corridas y novilladas organizadas en los seis primeros meses de este año ha caído en Sevilla, tierra taurina por antonomasia, un 44%. El éxito de las grandes ferias, con José Tomás en el candelero, está enmascarando una bajada incipiente de la afición al toro.
En Huelva esta caída es del 27%, en Almería el 24% y en Córdoba y Cádiz, el 13%. Sólo Málaga y Granada salvan el cartel con ascensos del 27% y el 19%, mientras Jaén se mantiene. Si se cuentan sólo las corridas, el descenso en Andalucía es del 32% y las novilladas con picadores, un 64% menos que en el primer semestre del 2007. Sólo suben los "festejos populares", denominación que engloba encierros y suelta de vaquillas, lo más alejado del toreo considerado como arte y cultura. El toro como desfogue.
Lo que ha dejado perplejos a muchos es el descenso del 44% de Sevilla. ¿Crisis económica? ¿Menos afición? Para los taurinos, la causa es la crisis, aunque en esas fechas los nubarrones económicos aún no habían aparecido. Para los antitaurinos -es difícil dar con alguien a quien los toros deje indiferente-, lo que ocurre es que la afición escasea y, salvo las grandes ferias -Abril en Sevilla, San Isidro en Madrid, San Fermín en Pamplona, Fallas en Valencia…-, muchos festejos se organizan no porque exista una demanda real, sino porque la crean los ayuntamientos con su oferta.
Sin el impulso de las administraciones, sin las grandes ferias, a las que muchos van más en busca de notoriedad que por afición, y sin turistas, la fiesta nacional estaría en trance de extinción.
La tragedia del mundo taurino es que los jóvenes le están dando la espalda. Unos, por sensibilidad hacia los animales, otros porque eligen formas menos tradicionales de ocio.
El presidente del Consejo Andaluz de la Juventud, Francisco Jesús Pérez, cree que la fiesta de los toros genera "más rechazo que atracción entre los jóvenes" porque responde a "valores del pasado". Pérez es incapaz de hallar en su entorno a un joven aficionado. El único es su abuelo. Que los tendidos de las plazas pinten canas tiñe de negro el futuro de los festejos.
Para constatar esa realidad, un experto en el mundo taurino sugiere hacer la siguiente prueba. Pregunte a cualquiera que tenga menos de 40 años si sabe lo que es un pase de pecho, una verónica o la suerte de varas. Pídale que enumere nombres de toreros, y si conoce más de tres, probablemente uno será el diestro de moda - José Tomás hoy- y los otros serán más conocidos por sus bodas y escándalos de papel cuché que por sus hazañas en el ruedo.
La primera sorprendida por el descenso de festejos es Macarena Bazán, directora general de Espectáculos de la Junta de Andalucía, departamento que elabora las citadas estadísticas oficiales. "No creo que la caída se deba a la situación económica, porque los datos se refieren al periodo anterior a la percepción de crisis.
Puede que esté bajando la afición a los toros, sobre todo entre los jóvenes, y eso, nos guste o no, es así". A la Junta no le gusta que desciendan las corridas, porque aportan beneficios económicos por el turismo. La directora general de Espectáculos asegura que trata de impedir otro tipo de festejos (encierros, toros embolados…) en los que el animal se ve sometido a "sufrimientos innecesarios". Su departamento destina este año 1,3 millones de euros a subvencionar las 21 escuelas taurinas que existen en Andalucía y a rehabilitar plazas.
En la primera mitad del año se han organizado en Andalucía 354 festejos taurinos, la mayoría de ellos en Málaga (76), donde pesa el turismo de la Costa del Sol. Muy lejos se queda la provincia de Sevilla, con 41 festejos, la mitad de ellos concentrados en las dos semanas de la Feria de Abril. En Granada ha subido el número de festejos por la inauguración de las plazas de Motril y Atarfe, ambas municipales y vinculadas a nuevos centros comerciales.
El empresario de la Maestranza de Sevilla, Ramón Valencia, relativiza los datos y dice que el número de espectáculos no es ni alto ni bajo. "En cualquier caso, más espectáculos que el Teatro Real de Madrid ofrece en su temporada y más partidos de fútbol que se celebran en el Nou Camp" en toda la Liga. Ramón Valencia dice que él no ha notado ningún descenso, aunque reconoce que hay un declive de público en los festejos taurinos "menores", novilladas y becerradas, atribuible a la crisis, no a la falta de aficionados. José Tomás llena y triunfa en las grandes plazas, pero en un paisaje taurino con poco tirón popular.
Sin embargo, los datos oficiales indican que el descenso mayor se produce precisamente en las corridas de toros, un dato que resalta aún más si se compara con lo ocurrido en los últimos diez años.
Fuentes de la Junta de Andalucía reconocen que la pasada tendencia al alza se debía, más que a la existencia de un público aficionado, al intento de muchos ayuntamientos de hacer atractivas las fiestas locales. "Ahora se nota que los ayuntamientos están económicamente asfixiados", indica esa fuente. Francisco Garrido, portavoz de Los Verdes, sostiene que, "desde los años 40, el fútbol se ha comido a los toros".