Las fiestas dejaron casi una decena de lesionados de importancia Un hombre de 41 años, herido muy grave en el 'Toro de Cuerda'
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Más de 70.000 personas participan en los encierros taurinos de Arcos, Vejer, Paterna, y Benamahoma
ANTONIO ROMERO
| CÁDIZ
EXPECTACIÓN. Las calles de Vejer se volvieron a llenar durante el Domingo de Resurrección para presenciar el 'toro embolao'. / ROMÁN RÍOS
La celebración del Domingo de Resurrección está asociada en no pocas poblaciones de la provincia a la suelta de astados por sus calles. Ese es el caso de Arcos, Vejer, Paterna, Benamahoma y Los Barrios, que volvieron a vivir ayer una de sus fiestas más multitudinarias: los toros del Aleluya, Embolao y de Cuerda. En todos ellos acompañó el tiempo y los animales dieron mucho juego a los visitantes, sin que hubiera que lamentar ninguna pérdida humana pero sí múltiples heridos de distinta consideración, alguno de ellos de gravedad.
Estos encierros tradicionales volvieron a contar con el favor del público, que convirtió en una autentica fiesta estas localidades. El más multitudinario volvió a ser el que cuenta con mayor tradición, el de Arcos, que recibió 27.000 visitantes. En Vejer más de 20.000 personas participaron en los encierros, 15.000 hicieron lo propio en Paterna y más de 2.000 en Benamahoma.
El Toro del Aleluya arcense, según consta en los archivos municipales, data del año 1784. No obstante, es a partir de los años sesenta y en la década de los ochenta cuando comienza a tomar el esplendor de que goza actualmente. Otro de los más tradicionales es el Toro Embolao de Vejer, que cumple este año 33 ediciones. El de Los Barrios también es embolado y se recuperó hace más de un cuarto de siglo. Y, por último, el Toro de Cuerda de Benamahoma cumple 32 años y comenzó a organizarse por un colectivo de voluntarios de la localidad cómo una réplica del toro grazalemeño. Hoy por hoy goza de una identidad propia, y es uno de los atractivos turísticos de Benamahoma durante la Semana Santa, en plena temporada alta de atracción de visitantes en la Sierra.
ARCOS 'Toro del Aleluya' Un herido por cada toro
El Toro del Aleluya de Arcos provocó que los efectivos sanitarios desplegados en la localidad (pertenecientes a la Cruz Roja) tuvieran que emplearse a fondo aunque el número de heridos fue mucho menor que en otros años. En concreto, atendieron a unas doce personas por diversos problemas ocasionados por el encierro, tales como refregones del toro, caídas, traumatismos y daños como consecuencia de la aglomeración de gente.
Entre los heridos destacaron, por su gravedad, un hombre que sufrió una contusión abdominal al ser arrollado por el toro cuando trataba de refugiarse en la barrera y otro que sufrió un traumatismo craneoencefálico producido por un golpe del animal, aunque no llegó a clavarle el asta y se puede sentir afortunado por ello. El segundo de los heridos presentaba un cuadro clínico más grave y tuvo que ser trasladado al Hospital de Jerez, mientras que el primero fue trasladado a Villamartín. En los puestos de socorro y el hospital de campaña se atendieron a una decena de personas con heridas leves.
Tanto Miradero como Clavel Rosa, los dos toros, dieron mucho juego a los asistentes, hicieron varias veces todo el recorrido, y tanto el público que se ubicaba en los barrancos como los de la barrera pudieron disfrutar de la bravura de los animales.
Una vez que concluyó el encierro, e incluso durante los mismos, miles de personas se congregaron en el Paseo de Andalucía para disfrutar de la fiesta.
VEJER 'Toro Embolao' Encierro histórico
Vejer disfrutó con los toros de la Ganadería Cebada Gago, Mugidor y Pintado, que hicieron las delicias a las doce y a las cuatro de la tarde, respectivamente, de los aficionados por la Plazuela, la calle Juan Relingues y la calle San Miguel. En concreto, unas 20.000 personas disfrutaron de la fiesta taurina que puso el broche de oro a una Semana Santa espléndida por el número de visitantes que ha recibido la zona.
Mugidor protagonizó un encierro de esos que sólo los más viejos del lugar recordaban. Hizo el recorrido cuatro veces permitiendo que todos los presentes pudieran disfrutar de su bella estampa con sus 540 kilogramos de peso. Pintado no fue un mal toro, pero su hermano de ganadería puso el cartel muy alto.
A pesar del juego que dieron ambos toros, lo más destacable es que no dejaron a su paso heridos de consideración. De hecho, el incidente más grave que se produjo, un hombre que se cayó de una azotea, no tuvo que ver con el encierro propiamente dicho.
Las calles del municipio acogían remolques que hicieron las veces de burladeros. Además, los vejeriegos se aglutinan en balcones, jardines y en la zona de las almenas, para disfrutar de los encierros. Igualmente, la fiesta también lució mucho con la recuperación de la verbena, que oferta diferentes estilos musicales a lo largo y ancho del municipio.
PATERNA DE RIVERA 'Toro del Aleluya' 15.000 asistentes
Paterna de Rivera vivió su tradicional Toro del Aleluya desde la madrugada del sábado. El primer encierro tuvo lugar a la una de la mañana y congregó a unas 12.000 personas, según los datos que maneja el Ayuntamiento. Mientras que la fiesta de ayer contó con unos 15.000 aficionados.
Entre los incidentes producidos se puede destacar un par de cogidas que hicieron que tuvieran que intervenir los servicios de emergencia y que trasladaran a los heridos al hospital de Jerez. En el de la madrugada se produjo una de estas cogidas y la otra en los encierros de ayer, produciéndose incluso un pequeño paro en la fiesta para facilitar el trabajo de los servicios sanitarios. El Ayuntamiento destaca que ninguno de ellos ha presentado heridas de una gravedad extrema.
Los encierros se llevaron a cabo en las calles Real y Alcalá, en unos 600 metros de recorrido por las principales vías del pueblo.
BENAMAHOMA 'Toro de Cuerda' El peor parado
El encierro de la pedanía grazalemeña de Benamahoma volvió a resultar un gran éxito en cuanto a la participación de público (con más de 2.000 personas repartidas en su pequeño casco histórico) y en cuanto a la organización de la que fueron responsables una treintena de voluntarios que hacen posible la fiesta. No obstante, este encierro tuvo un sabor agridulce porque en él se produjeron las cogidas más graves de todos los festejos de la provincia.
El herido con peor diagnóstico se produjo en el segundo de los toros, cuando un hombre de 41 años y vecino de El Bosque fue golpeado por el toro, produciéndole la rotura de una pierna, y posteriormente volvió a embestirlo, lo que le produjo la rotura del escroto y un edema pulmonar.
Tuvo que ser trasladado al Hospital de Villamartín y su pronóstico, al cierre de esta edición, era de muy grave. Por otra parte, el primero de los toros cogió a un hombre de 32 años al que le produjo contusiones y golpes de los que se recupera en Villamartín y a otro de 29 años que sólo precisó atención sanitaria en la zona de emergencia habilitada en el Ayuntamiento.
En cuanto a lo puramente festivo, los astados de la ganadería Rosa del Sol y Duque de Ahumada protagonizaron un encierro vistoso por las calles Nacimiento, Real, Marqués de la Estrella y Moros y Cristianos.
De su gran empaque y presencia disfrutaron numerosos vecinos de la comarca y los visitantes del municipio, que han mantenido el cartel de completo durante esta Semana Santa en las casas rurales y alojamientos del pueblo. Un buen dato en época de crisis.
ANTONIO ROMERO
| CÁDIZ
EXPECTACIÓN. Las calles de Vejer se volvieron a llenar durante el Domingo de Resurrección para presenciar el 'toro embolao'. / ROMÁN RÍOS
La celebración del Domingo de Resurrección está asociada en no pocas poblaciones de la provincia a la suelta de astados por sus calles. Ese es el caso de Arcos, Vejer, Paterna, Benamahoma y Los Barrios, que volvieron a vivir ayer una de sus fiestas más multitudinarias: los toros del Aleluya, Embolao y de Cuerda. En todos ellos acompañó el tiempo y los animales dieron mucho juego a los visitantes, sin que hubiera que lamentar ninguna pérdida humana pero sí múltiples heridos de distinta consideración, alguno de ellos de gravedad.
Estos encierros tradicionales volvieron a contar con el favor del público, que convirtió en una autentica fiesta estas localidades. El más multitudinario volvió a ser el que cuenta con mayor tradición, el de Arcos, que recibió 27.000 visitantes. En Vejer más de 20.000 personas participaron en los encierros, 15.000 hicieron lo propio en Paterna y más de 2.000 en Benamahoma.
El Toro del Aleluya arcense, según consta en los archivos municipales, data del año 1784. No obstante, es a partir de los años sesenta y en la década de los ochenta cuando comienza a tomar el esplendor de que goza actualmente. Otro de los más tradicionales es el Toro Embolao de Vejer, que cumple este año 33 ediciones. El de Los Barrios también es embolado y se recuperó hace más de un cuarto de siglo. Y, por último, el Toro de Cuerda de Benamahoma cumple 32 años y comenzó a organizarse por un colectivo de voluntarios de la localidad cómo una réplica del toro grazalemeño. Hoy por hoy goza de una identidad propia, y es uno de los atractivos turísticos de Benamahoma durante la Semana Santa, en plena temporada alta de atracción de visitantes en la Sierra.
ARCOS 'Toro del Aleluya' Un herido por cada toro
El Toro del Aleluya de Arcos provocó que los efectivos sanitarios desplegados en la localidad (pertenecientes a la Cruz Roja) tuvieran que emplearse a fondo aunque el número de heridos fue mucho menor que en otros años. En concreto, atendieron a unas doce personas por diversos problemas ocasionados por el encierro, tales como refregones del toro, caídas, traumatismos y daños como consecuencia de la aglomeración de gente.
Entre los heridos destacaron, por su gravedad, un hombre que sufrió una contusión abdominal al ser arrollado por el toro cuando trataba de refugiarse en la barrera y otro que sufrió un traumatismo craneoencefálico producido por un golpe del animal, aunque no llegó a clavarle el asta y se puede sentir afortunado por ello. El segundo de los heridos presentaba un cuadro clínico más grave y tuvo que ser trasladado al Hospital de Jerez, mientras que el primero fue trasladado a Villamartín. En los puestos de socorro y el hospital de campaña se atendieron a una decena de personas con heridas leves.
Tanto Miradero como Clavel Rosa, los dos toros, dieron mucho juego a los asistentes, hicieron varias veces todo el recorrido, y tanto el público que se ubicaba en los barrancos como los de la barrera pudieron disfrutar de la bravura de los animales.
Una vez que concluyó el encierro, e incluso durante los mismos, miles de personas se congregaron en el Paseo de Andalucía para disfrutar de la fiesta.
VEJER 'Toro Embolao' Encierro histórico
Vejer disfrutó con los toros de la Ganadería Cebada Gago, Mugidor y Pintado, que hicieron las delicias a las doce y a las cuatro de la tarde, respectivamente, de los aficionados por la Plazuela, la calle Juan Relingues y la calle San Miguel. En concreto, unas 20.000 personas disfrutaron de la fiesta taurina que puso el broche de oro a una Semana Santa espléndida por el número de visitantes que ha recibido la zona.
Mugidor protagonizó un encierro de esos que sólo los más viejos del lugar recordaban. Hizo el recorrido cuatro veces permitiendo que todos los presentes pudieran disfrutar de su bella estampa con sus 540 kilogramos de peso. Pintado no fue un mal toro, pero su hermano de ganadería puso el cartel muy alto.
A pesar del juego que dieron ambos toros, lo más destacable es que no dejaron a su paso heridos de consideración. De hecho, el incidente más grave que se produjo, un hombre que se cayó de una azotea, no tuvo que ver con el encierro propiamente dicho.
Las calles del municipio acogían remolques que hicieron las veces de burladeros. Además, los vejeriegos se aglutinan en balcones, jardines y en la zona de las almenas, para disfrutar de los encierros. Igualmente, la fiesta también lució mucho con la recuperación de la verbena, que oferta diferentes estilos musicales a lo largo y ancho del municipio.
PATERNA DE RIVERA 'Toro del Aleluya' 15.000 asistentes
Paterna de Rivera vivió su tradicional Toro del Aleluya desde la madrugada del sábado. El primer encierro tuvo lugar a la una de la mañana y congregó a unas 12.000 personas, según los datos que maneja el Ayuntamiento. Mientras que la fiesta de ayer contó con unos 15.000 aficionados.
Entre los incidentes producidos se puede destacar un par de cogidas que hicieron que tuvieran que intervenir los servicios de emergencia y que trasladaran a los heridos al hospital de Jerez. En el de la madrugada se produjo una de estas cogidas y la otra en los encierros de ayer, produciéndose incluso un pequeño paro en la fiesta para facilitar el trabajo de los servicios sanitarios. El Ayuntamiento destaca que ninguno de ellos ha presentado heridas de una gravedad extrema.
Los encierros se llevaron a cabo en las calles Real y Alcalá, en unos 600 metros de recorrido por las principales vías del pueblo.
BENAMAHOMA 'Toro de Cuerda' El peor parado
El encierro de la pedanía grazalemeña de Benamahoma volvió a resultar un gran éxito en cuanto a la participación de público (con más de 2.000 personas repartidas en su pequeño casco histórico) y en cuanto a la organización de la que fueron responsables una treintena de voluntarios que hacen posible la fiesta. No obstante, este encierro tuvo un sabor agridulce porque en él se produjeron las cogidas más graves de todos los festejos de la provincia.
El herido con peor diagnóstico se produjo en el segundo de los toros, cuando un hombre de 41 años y vecino de El Bosque fue golpeado por el toro, produciéndole la rotura de una pierna, y posteriormente volvió a embestirlo, lo que le produjo la rotura del escroto y un edema pulmonar.
Tuvo que ser trasladado al Hospital de Villamartín y su pronóstico, al cierre de esta edición, era de muy grave. Por otra parte, el primero de los toros cogió a un hombre de 32 años al que le produjo contusiones y golpes de los que se recupera en Villamartín y a otro de 29 años que sólo precisó atención sanitaria en la zona de emergencia habilitada en el Ayuntamiento.
En cuanto a lo puramente festivo, los astados de la ganadería Rosa del Sol y Duque de Ahumada protagonizaron un encierro vistoso por las calles Nacimiento, Real, Marqués de la Estrella y Moros y Cristianos.
De su gran empaque y presencia disfrutaron numerosos vecinos de la comarca y los visitantes del municipio, que han mantenido el cartel de completo durante esta Semana Santa en las casas rurales y alojamientos del pueblo. Un buen dato en época de crisis.