Los alcaldes antitaurinos cierran el grifo a las corridas
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Un total de 56 municipios se han declarado ya libres de festejos taurinos. No dar financiación pública es el recurso más común
JAVIER SALAS - MADRID - 22/03/2009 10:00
En los bares de la localidad madrileña de Manzanares el Real se habla más de toros que nunca. El concejal de Medio Ambiente y Participación Ciudadana, Ángel Aretxaga (IU), ha planteado una encuesta popular para que los manzareños decidan si quieren que el Consistorio mantenga las ayudas a las corridas de toros durante las fiestas patronales del municipio. El 28 de marzo se conocerá el resultado de la votación vecinal.
En los últimos años, los defensores de los derechos de los animales han logrado ganar numerosos territorios libres de alberos manchados de sangre. Desde que Canarias prohibiera todo tipo de maltrato animal en 1991, incluidas las corridas de toros, la lucha se centra en el terreno municipal. Ya son 56 las localidades españolas (53 en Catalunya) que se han declarado expresamente abolicionistas de la lidia y muchas más se limitan a eliminar todas las ayudas financieras a un negocio altamente subvencionado como es el de los festejos taurinos.
Inversión elevada
Los abolicionistas no entienden que las instituciones públicas destinaran casi 600 millones de euros el año 2008 a la promoción del toreo, ya sea para sufragar festejos, para mantener escuelas taurinas, reformar plazas... "e incluso para diseñar las páginas web de algunos toreros", denuncia Alejandra García, de la plataforma Stop Our Shame (Frena Nuestra Vergüenza, en inglés). Los ganaderos reciben de la UE una ayuda de 220 euros por res como "productores de carne para el consumo".
Este mes se cumple el 20º aniversario del primer pueblo antitaurino
El concejal Ángel Aretxaga critica el gasto que supone la fiesta taurina: "Aunque tanto mi partido como yo estamos en contra de la tauromaquia por el maltrato a los animales, esta iniciativa se plantea por el exceso presupuestario que preparar los festejos supone para el municipio".
Según Aretxaga, el coste de las infraestructuras que precisan los festejos taurinos llega hasta los 120.000 euros, del total de 7 millones que maneja el Ayuntamiento. El 1,7% del presupuesto del municipio se destina a sufragar los gastos sobre todo la plaza de toros móvil que ocasionan cuatro festejos: una novillada, una corrida de rejones, una de toros y una becerrada popular.
Plazas públicas o privadas
Aiguafreda (Barcelona) se declaró abolicionista de la tauromaquia el pasado martes 17. Como el pueblo no tiene plaza de toros edificada, la declaración será simbólica, dado que en Catalunya están prohibidas tanto las plazas portátiles como la construcción de otras nuevas.
Barcelona no puede impedir que en la plaza privada se programen lidias
En cambio, la situación se complica cuando concurren las circunstancias que se dan en la ciudad de Barcelona. Su consistorio se declara antitaurino, pero como la plaza de toros es de titularidad privada, y la competencia sobre este tema es autonómica, los dueños del ruedo pueden organizar cuantas corridas deseen. Aunque lo hagan con escaso éxito: salvo cuando acude José Tomás, la Monumental de Barcelona no llena habitualmente más de un cuarto de su aforo.
El torero hizo la semana pasada un desplante mayor que los que realiza en el ruedo: aseguró que acudirá de nuevo a la Ciudad Condal, a matar seis toros, totalmente gratis. "Aquí se quiere coartar la libertad de los aficionados", justificó.
La plataforma Prou! (¡Basta!, en catalán) recoge firmas estos días para que la Generalitat promueva una ley que prohíba las corridas de toros. Una norma autonómica es la única forma de que los dueños de las plazas no organicen corridas a su antojo. Canarias aprobó una ley de este tipo, que prohibe por igual las peleas de perros, de gallos y los festejos taurinos.
La única autonomía que ha prohibido los toros es Canarias, en 1991
Hace 20 años, Tossa de Mar (Girona) fue la primera localidad que prohibió en sus ordenanzas las corridas de toros y todas las actividades que contribuyan a su promoción, y reconvirtieron la plaza de toros (de propiedad municipal) en centro cultural. El alcalde que aprobó la iniciativa, Telm Zaragoza, aseguró a la prensa, en 1989 que estaba convencido de que "en un futuro, no lejano, la decisión de Tossa servirá de ejemplo para concienciar a la población española".
La profecía del alcalde de Tossa de Mar va cuajando poco a poco. El número de municipios que siguen sus pasos no para de crecer. Sólo este mes, se añadirán al listado de abolicionistas otros cinco municipios catalanes.