Los caballos de pura raza intervenidos a Roca fallecen por dejadez alimenticia
archivado en:
Artículos
Los caballos de pura raza intervenidos judicialmente al presunto cerebro de la trama de corrupción municipal e inmobiliaria en Marbella, Juan Antonio Roca, fallecen por dejadez alimenticia, según se desprende de un certificado veterinario oficial, al que tuvo acceso Efe.
De los 103 caballos de pura raza valorados en más de tres millones de euros intervenidos el pasado marzo en la finca "La Caridad" en el núcleo de población marbellí de San Pedro de Alcántara, tres equinos ya han fallecido y alrededor de una decena se encuentra en estado "deplorable" y ofrece una imagen sobrecogedora.
Caballos famélicos que no consiguen mantenerse en pie, úlceras y tumores en las patas y testículos, además de numerosas heridas en la piel a lo largo del lomo, muestran el estado desolador en el que se encuentran estos animales que en su día fueron altamente cotizados.
Según uno de los certificados, al que tuvo acceso Efe, el pasado lunes falleció uno de los ejemplares por "una grave impactación de colon, provocada por el consumo repetido de arena del suelo".
Fuentes del Colegio Veterinario de Málaga explicaron a Efe que según este documento se puede asegurar que "ha podido haber una dejadez, que no han sido alimentados correctamente y no se puede consentir que estos animales estén en esas condiciones".
Según el experto consultado, los caballos son una especie muy delicada, que requiere muchos cuidados y paseos para mantenerlos en forma, además de que un simple cólico necesita un tratamiento veterinario debido a que puede acabar con ellos.
Otro de los certificados de defunción mantiene que el animal falleció el pasado mes a consecuencia de "una hernia inquinal estrangulada sumada a media torsión del testículo derecho", y a juicio del facultativo quizás se podría haber salvado si hubiese sido operado antes de 24 ó 30 horas.
Efe pudo comprobar en compañía del representante legal de la sociedad propietaria de la finca "La Caridad" el lastimero estado que presentaban los equinos hasta que el administrador judicial y agentes del Cuerpo Nacional de Policía indicaron a los periodistas que debían abandonar el recinto.
Esta imagen contrasta con los resultados de la inspección realizada por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía meses antes del nombramiento del actual administrador judicial de la yeguada y en los que se garantiza que los animales "disponen de una alimentación y agua sana adecuada".
La abogada de la sociedad Marqués de Velilla, propietaria de la finca, Yolanda Terciado, del despacho de Baena Bocanegra, denunció a Efe que "la ganadería está abandonada y en condiciones precarias y que cuando hemos querido comprobar el estado en el que se encuentran los animales se nos ha coaccionado y nos han quitado las llaves de la finca".
La finca fue intervenida el 30 de marzo aunque el juez instructor del "caso Malaya", Miguel Angel Torres, no nombró al administrador judicial hasta pasados más de tres meses, "sin tener en consideración que la intervención era en una sociedad que tenía animales vivos y no seres inertes", según fuentes cercanas a la sociedad.
"A su vez, el administrador ha buscado un asesor, vinculado al mundo del caballo, y a la vista de los resultados no se sabe para qué, debido a que algunos han fallecido y otros están muertos de hambre, pese a que tiene una buena retribución", subrayaron las fuentes.
La finca de "La Caridad" está en manos de un depositario que, según el artículo 435 del Código Penal, "responderá de todos los bienes que se le designen y, en caso contrario, podría incurrir en malversación impropia".
Este delito puede ser castigado con penas que oscilan de tres a ocho años de prisión, según el valor o el perjuicio de lo sustraído, además de pena de inhabilitación. EFE
Caballos famélicos que no consiguen mantenerse en pie, úlceras y tumores en las patas y testículos, además de numerosas heridas en la piel a lo largo del lomo, muestran el estado desolador en el que se encuentran estos animales que en su día fueron altamente cotizados.
Según uno de los certificados, al que tuvo acceso Efe, el pasado lunes falleció uno de los ejemplares por "una grave impactación de colon, provocada por el consumo repetido de arena del suelo".
Fuentes del Colegio Veterinario de Málaga explicaron a Efe que según este documento se puede asegurar que "ha podido haber una dejadez, que no han sido alimentados correctamente y no se puede consentir que estos animales estén en esas condiciones".
Según el experto consultado, los caballos son una especie muy delicada, que requiere muchos cuidados y paseos para mantenerlos en forma, además de que un simple cólico necesita un tratamiento veterinario debido a que puede acabar con ellos.
Otro de los certificados de defunción mantiene que el animal falleció el pasado mes a consecuencia de "una hernia inquinal estrangulada sumada a media torsión del testículo derecho", y a juicio del facultativo quizás se podría haber salvado si hubiese sido operado antes de 24 ó 30 horas.
Efe pudo comprobar en compañía del representante legal de la sociedad propietaria de la finca "La Caridad" el lastimero estado que presentaban los equinos hasta que el administrador judicial y agentes del Cuerpo Nacional de Policía indicaron a los periodistas que debían abandonar el recinto.
Esta imagen contrasta con los resultados de la inspección realizada por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía meses antes del nombramiento del actual administrador judicial de la yeguada y en los que se garantiza que los animales "disponen de una alimentación y agua sana adecuada".
La abogada de la sociedad Marqués de Velilla, propietaria de la finca, Yolanda Terciado, del despacho de Baena Bocanegra, denunció a Efe que "la ganadería está abandonada y en condiciones precarias y que cuando hemos querido comprobar el estado en el que se encuentran los animales se nos ha coaccionado y nos han quitado las llaves de la finca".
La finca fue intervenida el 30 de marzo aunque el juez instructor del "caso Malaya", Miguel Angel Torres, no nombró al administrador judicial hasta pasados más de tres meses, "sin tener en consideración que la intervención era en una sociedad que tenía animales vivos y no seres inertes", según fuentes cercanas a la sociedad.
"A su vez, el administrador ha buscado un asesor, vinculado al mundo del caballo, y a la vista de los resultados no se sabe para qué, debido a que algunos han fallecido y otros están muertos de hambre, pese a que tiene una buena retribución", subrayaron las fuentes.
La finca de "La Caridad" está en manos de un depositario que, según el artículo 435 del Código Penal, "responderá de todos los bienes que se le designen y, en caso contrario, podría incurrir en malversación impropia".
Este delito puede ser castigado con penas que oscilan de tres a ocho años de prisión, según el valor o el perjuicio de lo sustraído, además de pena de inhabilitación. EFE