Los estragos de la guerra en los zoos. Bagdad.
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El Periódico de Cataluña, 8 julio 2008
Bagdad estrena una piscina rehabilitada por EEUU, deseoso de ganarse simpatías.
BAGDAD.En Irak es la hora de la reconstrucción y de la batalla de la opinión. Entre vehículos blindados y soldados armados hasta los dientes, el Ejército de EEUU inauguró el sábado la piscina pública que ha rehabilitado en el parque de Al Zaúra, el mayor espacio verde de Bagdad.
Hasta hace bien poco, la violencia impedía la reconstrucción de un país devastado por cinco años de guerra. Pero en los últimos meses la seguridad en Irak ha mejorado notablemente. El sábado por la mañana, siete Humvees del Ejército de EEUU llevaron a algunos periodistas de la Zona Verde de Bagdad al vecino parque de Al Zaúra, en el que cientos de personas trataban de escapar del calor tumbándose en el césped a la sombra. Años atrás el parque era conocido por su gran zoo, pero la mayoría de los animales desaparecieron durante la guerra, comidos por bagdadís hambrientos, robados o muertos por falta de cuidados.
Hacia las 10.30, media docena de niños se bañan en la piscina infantil. Otros tantos adultos se zambullen en la olímpica, rodeada de unos 40 militares de EEUU con sus cascos, sus fusiles y sus chalecos antibalas. Muntauar tiene 11 años y no le preocupan estos detalles. Tiene tantas ganas de bañarse que ni siquiera se ha quitado los pantalones antes de saltar al agua. "Es fantástico, estoy muy contento. Es la primera vez que vengo a esta piscina, y volveré con mis amigos", dice. Sus hermanitas también gritan de alegría, mientras su sonriente madre las observa sentada bajo una sombrilla.
Hombres y mujeres se repartirán los días de apertura de la piscina. "Estamos muy contentos. Esta piscina la disfrutarán todos los bagdadís y todos los iraquís, puesto que todo el mundo, cuando viene a Bagdad, viene a este parque", afirma satisfecho Yahía Mohamed Alí, adjunto al alcalde de Bagdad y responsable de Juventud y Deportes, presente en la inauguración. "Es un símbolo del regreso de la paz a este país", apunta, y añade que el parque y la piscina "son muy seguros" gracias a los "controles de seguridad en la entrada".
Parque de atracciones
La incesante violencia en Irak --los atentados con bomba siguen siendo casi diarios-- no ha impedido que la empresa estadounidense C3 anunciara recientemente un proyecto para construir en este mismo parque la Baghdad Zoo Entertainment Experience, un parque de atracciones a la americana, con zonas para skaters, itinerarios de paseo y un museo, entre otras ofertas.
Las obras de rehabilitación de la piscina pública del parque han costado a EEUU 495.350 dólares (316.346 euros). Fue cerrada en tiempos de Sadam Husein y llevaba abandonada más de 10 años, según un portavoz del Ejército estadounidense. La fuerza multinacional en Irak ha lanzado últimamente numerosas iniciativas de este tipo con el fin de atraer simpatías entre la opinión pública iraquí. Y algunos son sensibles a esta estrategia, teorizada en los manuales de contrainsurrección.
"Es bueno que los americanos hagan estas cosas, ya que la gente lo aprecia realmente --juzga Mitzak Muhy, de 30 años, venido con unos amigos desde el barrio de Dora, en el sur de Bagdad--. Creo que esto lo echábamos en falta todos. Y ahora el parque es seguro". "Los nuestros, el Gobierno iraquí, no hacen nunca nada como esto", refunfuña uno de sus amigos. "No hacen más que coger el dinero", protesta otro.
La conversación se interrumpe bruscamente. Como ocurre varias veces al día, los pequeños helicópteros negros de la empresa de seguridad estadounidense Blackwater pasan a muy poca altura, y el ruido de sus turbinas ensordece a todo el mundo.
Bagdad estrena una piscina rehabilitada por EEUU, deseoso de ganarse simpatías.
BAGDAD.En Irak es la hora de la reconstrucción y de la batalla de la opinión. Entre vehículos blindados y soldados armados hasta los dientes, el Ejército de EEUU inauguró el sábado la piscina pública que ha rehabilitado en el parque de Al Zaúra, el mayor espacio verde de Bagdad.
Hasta hace bien poco, la violencia impedía la reconstrucción de un país devastado por cinco años de guerra. Pero en los últimos meses la seguridad en Irak ha mejorado notablemente. El sábado por la mañana, siete Humvees del Ejército de EEUU llevaron a algunos periodistas de la Zona Verde de Bagdad al vecino parque de Al Zaúra, en el que cientos de personas trataban de escapar del calor tumbándose en el césped a la sombra. Años atrás el parque era conocido por su gran zoo, pero la mayoría de los animales desaparecieron durante la guerra, comidos por bagdadís hambrientos, robados o muertos por falta de cuidados.
Hacia las 10.30, media docena de niños se bañan en la piscina infantil. Otros tantos adultos se zambullen en la olímpica, rodeada de unos 40 militares de EEUU con sus cascos, sus fusiles y sus chalecos antibalas. Muntauar tiene 11 años y no le preocupan estos detalles. Tiene tantas ganas de bañarse que ni siquiera se ha quitado los pantalones antes de saltar al agua. "Es fantástico, estoy muy contento. Es la primera vez que vengo a esta piscina, y volveré con mis amigos", dice. Sus hermanitas también gritan de alegría, mientras su sonriente madre las observa sentada bajo una sombrilla.
Hombres y mujeres se repartirán los días de apertura de la piscina. "Estamos muy contentos. Esta piscina la disfrutarán todos los bagdadís y todos los iraquís, puesto que todo el mundo, cuando viene a Bagdad, viene a este parque", afirma satisfecho Yahía Mohamed Alí, adjunto al alcalde de Bagdad y responsable de Juventud y Deportes, presente en la inauguración. "Es un símbolo del regreso de la paz a este país", apunta, y añade que el parque y la piscina "son muy seguros" gracias a los "controles de seguridad en la entrada".
Parque de atracciones
La incesante violencia en Irak --los atentados con bomba siguen siendo casi diarios-- no ha impedido que la empresa estadounidense C3 anunciara recientemente un proyecto para construir en este mismo parque la Baghdad Zoo Entertainment Experience, un parque de atracciones a la americana, con zonas para skaters, itinerarios de paseo y un museo, entre otras ofertas.
Las obras de rehabilitación de la piscina pública del parque han costado a EEUU 495.350 dólares (316.346 euros). Fue cerrada en tiempos de Sadam Husein y llevaba abandonada más de 10 años, según un portavoz del Ejército estadounidense. La fuerza multinacional en Irak ha lanzado últimamente numerosas iniciativas de este tipo con el fin de atraer simpatías entre la opinión pública iraquí. Y algunos son sensibles a esta estrategia, teorizada en los manuales de contrainsurrección.
"Es bueno que los americanos hagan estas cosas, ya que la gente lo aprecia realmente --juzga Mitzak Muhy, de 30 años, venido con unos amigos desde el barrio de Dora, en el sur de Bagdad--. Creo que esto lo echábamos en falta todos. Y ahora el parque es seguro". "Los nuestros, el Gobierno iraquí, no hacen nunca nada como esto", refunfuña uno de sus amigos. "No hacen más que coger el dinero", protesta otro.
La conversación se interrumpe bruscamente. Como ocurre varias veces al día, los pequeños helicópteros negros de la empresa de seguridad estadounidense Blackwater pasan a muy poca altura, y el ruido de sus turbinas ensordece a todo el mundo.