La Voz de Cádiz, 23 enero 2012
Tanto Adoptalo.com como No me abandones, dos protectoras que actúan en la provincia de Cádiz y Jerez de la Frontera respectivamente con el soporte monetario y humano de sus socios, coinciden en señalar la crisis económica y de valores como una de las causas de la situación de abandono y, por consiguiente, saturación de ejemplares.
Cristina, miembro de Adoptalo.com, opina que situaciones como el cambio de domicilio o el crecimiento más de lo previsto de las mascotas han ayudado a que aumente el número de abandonos en 2011. Las tendencias también han virado. «Ahora la gente busca perros de tamaño mini», comenta al tiempo que señala la cría de camadas como la principal amenaza que los condena al desamparo. «Si en España se estuviera un año sin criar se acabaría con el abandono», afirma.
En dicho punto coincide Antonia Hidalgo, presidenta de honor de No me abandones, que califica el pasado año de «terrible» y denuncia lo mismo que las protectoras a nivel nacional, la saturación de animales desatendidos. «En 2011 las llamadas SOS han llegado a una media de 300 al mes tanto para perros como para gatos», explica. La entidad cuenta con una capacidad para alrededor de 100 animales aunque el número de abandonos «no se puede saber realmente» afirma la presidenta.
La solución pasa por la adopción de mascotas. En este aspecto hay opiniones opuestas sobre quién tiene que asumir ese cometido. En Adoptalo.com apuestan por la posibilidad de trasladar a las mascotas a países como Alemania, Bélgica y Suiza donde «hay otra mentalidad» para que sean adoptados, y se les hace un seguimiento durante el transporte por mensajería o bajo el auspicio de padrinos de vuelo si es por aire.
Por su parte, No me abandones se opone a esta práctica con la que consideran que «puede suceder de todo» ya que en Europa también sufren el mismo problema de abarrotamiento. «La protectora más grande, en Berlín, está desbordada», argumenta Antonia Hidalgo. Intentamos solucionar «primero lo de casa» y «no cobramos por adopción ya que tenemos una cultura nueva, al servicio del ser vivo». Para ello establecen una especie de contrato con el adoptante mediante el que no se puede regalar, vender o ceder al animal y si no se cumple, vuelve a la protectora. «No hay un perfil de adoptante perfecto, el tiempo decide si es bueno o no», sentencia Hidalgo. La concienciación se convierte en la única alternativa posible de momento.
Desde No me abandones denuncian por último «una deuda de más de 5.000 euros con veterinarios» ya que corren con los gastos de cuidados, cirugías o analíticas. Necesidades básicas de estos hijos pródigos del santo.