Marcha multitudinaria contra las pieles en un desfile de moda en París.
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La Vanguardia, 9 marzo 2009
Protección policial e histeria masiva antes del desfile de J.P. Gaultier.
El diseñador francés escenificó un burdel de lujo, en el que casi todas las modelos vestían alguna alusión a la prostitución.
París. (DPA) - La moda tiene un determinado poder si puede convocar a la policía parisina y generar oleadas de histeria masiva. Ese tipo de escenas tumultuosas se registraron en París este fin de semana, antes del desfile de prêt-à-porter de Jean Paul Gaultier para la temporada otoño-invierno 2009/10.
Mujeres andróginas que interpretaron el rol de cafiche, con trajes tres piezas de rayas diplomáticas, esta fue la propuesta que presentó el diseñador francés Jean Paul Gaultier en su desfile de Prêt-à-Porter en París /Defensores de derechos de los animales, que se oponen al uso de pieles, habían convocado una marcha mucho más multitudinaria que años atrás. Sus gritos furiosos irritaron a los asistentes al desfile y el cóctel anímico fue tal, que en el ingreso al salón se propagó una suerte de pánico.
En el pasado se han registrado creativas protestas de los defensores de animales en los eventos de moda, como cuando utilizaron pintura en aerosol para dibujar consignas sobre las pieles exhibidas sobre pasarela o simplemente mancharlas, así como cuando alguno saltó a la tarima desnudo, siempre con el objetivo de protestar contra el uso de pieles.
Este sábado, en la espera previa al desfile de Gaultier, dos policías que fueron enviados dentro del salón por sus propios colegas como una medida de seguridad -para velar que no hubiera disturbios sobre la pasarela- recibieron la orden de volver a salir poco antes del inicio del show.
Sobre la pasarela, el tema también era el poder. Gaultier había escenificado un burdel de lujo, en el que casi todas las modelos vestían alguna alusión a la prostitución.
Mujeres andróginas que interpretaron el rol de cafiche, con trajes tres piezas de rayas diplomáticas con cadenas metálicas colgando en los laterales. También hubo mujeres "livianas" con vaporosos vestidos de chifón, aretes largos, tacones altos colorados y máscaras negras.
Los diseños se atan con tiras de cuero que se cruzan en el torso, aplicadas sobre blusas, o como breteles de vestidos negros. Los antifaces abundan en diversos materiales, como cuero calado, y las transparencias se extienden a blusas negras.
Hasta la invitación al desfile tenía referencias prostibularias: estaba envuelta en una media de red. Las medias de red se prolongaron en la decoración de stilettos y la forma de rombos reproducida como una red generó un diseño de panal de abejas, usado para antifaces o pechera de top strapless. También los numerosos y opulentos abrigos de piel para la moderna Venus estaban recubiertos con redes.
El espectáculo se exageró con la representación de una lucha entre dos modelos que concluyó a manos de una dómina con larga cabellera pelirroja, corset de cuero -emblemática prenda de Gaultier- y látigo sibilante.
Por su parte, Karl Lagerfeld llegó a dejar a los invitados literalmente bajo la lluvia parisina, al presentar hoy su propia colección. El desfile comenzó con casi una hora de retraso y mostró una imagen de regimiento femenino: estrechos chaquetas y abrigos de oficial en tonos de gris recubren prendas adornadas con piel.
Faldas estrechas, leggings satinados negros con costuras ribeteadas, botitas de taco alto y cascos de motociclista recubiertos de piel.
El suizo Albert Kriemler se inspiró en arquitectónicas formas de trapecio que conformaron una simbiosis perfecta de líneas rectas, ternura y un sportswear de lujo. Sus chaquetas bómber están pespunteadas en forma de trapecio y hechas de piel de cordero color crema.
Los suéteres son en tul de seda y los vestidos grises tienen tonos velados de rojo, mientras que las estrechas faldas están confeccionadas en cuero. También mostró pantalones cigarette y abrigos de buena confección con cuello alto y ribetes de piel.
Protección policial e histeria masiva antes del desfile de J.P. Gaultier.
El diseñador francés escenificó un burdel de lujo, en el que casi todas las modelos vestían alguna alusión a la prostitución.
París. (DPA) - La moda tiene un determinado poder si puede convocar a la policía parisina y generar oleadas de histeria masiva. Ese tipo de escenas tumultuosas se registraron en París este fin de semana, antes del desfile de prêt-à-porter de Jean Paul Gaultier para la temporada otoño-invierno 2009/10.
Mujeres andróginas que interpretaron el rol de cafiche, con trajes tres piezas de rayas diplomáticas, esta fue la propuesta que presentó el diseñador francés Jean Paul Gaultier en su desfile de Prêt-à-Porter en París /Defensores de derechos de los animales, que se oponen al uso de pieles, habían convocado una marcha mucho más multitudinaria que años atrás. Sus gritos furiosos irritaron a los asistentes al desfile y el cóctel anímico fue tal, que en el ingreso al salón se propagó una suerte de pánico.
En el pasado se han registrado creativas protestas de los defensores de animales en los eventos de moda, como cuando utilizaron pintura en aerosol para dibujar consignas sobre las pieles exhibidas sobre pasarela o simplemente mancharlas, así como cuando alguno saltó a la tarima desnudo, siempre con el objetivo de protestar contra el uso de pieles.
Este sábado, en la espera previa al desfile de Gaultier, dos policías que fueron enviados dentro del salón por sus propios colegas como una medida de seguridad -para velar que no hubiera disturbios sobre la pasarela- recibieron la orden de volver a salir poco antes del inicio del show.
Sobre la pasarela, el tema también era el poder. Gaultier había escenificado un burdel de lujo, en el que casi todas las modelos vestían alguna alusión a la prostitución.
Mujeres andróginas que interpretaron el rol de cafiche, con trajes tres piezas de rayas diplomáticas con cadenas metálicas colgando en los laterales. También hubo mujeres "livianas" con vaporosos vestidos de chifón, aretes largos, tacones altos colorados y máscaras negras.
Los diseños se atan con tiras de cuero que se cruzan en el torso, aplicadas sobre blusas, o como breteles de vestidos negros. Los antifaces abundan en diversos materiales, como cuero calado, y las transparencias se extienden a blusas negras.
Hasta la invitación al desfile tenía referencias prostibularias: estaba envuelta en una media de red. Las medias de red se prolongaron en la decoración de stilettos y la forma de rombos reproducida como una red generó un diseño de panal de abejas, usado para antifaces o pechera de top strapless. También los numerosos y opulentos abrigos de piel para la moderna Venus estaban recubiertos con redes.
El espectáculo se exageró con la representación de una lucha entre dos modelos que concluyó a manos de una dómina con larga cabellera pelirroja, corset de cuero -emblemática prenda de Gaultier- y látigo sibilante.
Por su parte, Karl Lagerfeld llegó a dejar a los invitados literalmente bajo la lluvia parisina, al presentar hoy su propia colección. El desfile comenzó con casi una hora de retraso y mostró una imagen de regimiento femenino: estrechos chaquetas y abrigos de oficial en tonos de gris recubren prendas adornadas con piel.
Faldas estrechas, leggings satinados negros con costuras ribeteadas, botitas de taco alto y cascos de motociclista recubiertos de piel.
El suizo Albert Kriemler se inspiró en arquitectónicas formas de trapecio que conformaron una simbiosis perfecta de líneas rectas, ternura y un sportswear de lujo. Sus chaquetas bómber están pespunteadas en forma de trapecio y hechas de piel de cordero color crema.
Los suéteres son en tul de seda y los vestidos grises tienen tonos velados de rojo, mientras que las estrechas faldas están confeccionadas en cuero. También mostró pantalones cigarette y abrigos de buena confección con cuello alto y ribetes de piel.