Matador y ...¡profesor!
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Lecciones sobre el albero El director artístico de la Escuela Taurina de Málaga, Fernando Cámara, ofreció una clase magistral a cinco novilleros andaluces. El diestro dio instrucciones por megafonía. Por Daniel Herrera. Málaga La plaza de toros de La Malagueta vivió ayer un espectáculo novedoso. En toda su historia nunca había acogido una clase magistral de su Escuela Taurina Provincial. Dentro de un ciclo organizado en colaboración con la Fundación Andaluza de Tauromaquia y la Asociación Andaluza de Escuelas de Tauromaquia ´Pedro Romero´, el profesor y matador de toros malagueño Fernando Cámara actuó como maestro y director de lidia de cinco alumnos procedentes de las escuelas de Jaén, Málaga, Écija, Sevilla y Jerez de la Frontera.
Vestido de corto, la lección se inició por el propio Cámara, quien demostró su oficio con un eral de la ganadería de El Campillo que, si bien como el resto del encierro no ofreció facilidades, le permitió reencontrarse con La Malagueta, más de cuatro años después de hacer su último paseíllo, en este caso de luces, en este coso.
Experiencia. La gran novedad del festejo llegó a partir del segundo novillo, cuando el director artístico de la escuela malagueña se colocó un micrófono inalámbrico a través del cual fue dando indicaciones a los novilleros. De este modo, su objetivo fue "llevar la lidia de los novilleros a la vez que orientar al público para que pudiera comprender el espectáculo".
Por un día, los aficionados que llenaban en más de un tercio los tendidos del coso, pudieron vivir de primera mano las instrucciones que desde el callejón habitualmente se dan a los novilleros, y sólo al alcance de los que allí se encuentran. De este modo, se consiguió que, a la vez que los toreros noveles eran aconsejados de cómo afrontar las dificultades de los astados, el público pudiera comprender la técnica empleada para sacar el máximo lucimiento.