México Antitaurino busca crear conciencia ante la crueldad

Explorarán nuevas formas de protesta contra corridas de toros
Paula Mónaco Felipe

Con motivo de las tradicionales corridas por el 62 aniversario de la Monumental Plaza de Toros México, la coalición México Antitaurino (Mant), que agrupa a personas y organizaciones protectoras de animales, exigió la erradicación de esas prácticas y anunció que impulsará una nueva estrategia de protesta.

“Hemos decidido dejar atrás marchas y plantones, aunque respetamos y entendemos que tienen una función muy importante, pero queremos ser más claros en nuestro mensaje”, indicó el abogado Gustavo Larios, miembro del comité de la organización.

Los activistas explicaron que su lucha incluirá ahora talleres y publicaciones infantiles, anuncios en la vía pública, conferencias, difusión de información a la prensa, acercamiento con autoridades para que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia quite su apoyo a las escuelas taurinas y el cabildeo con legisladores para impulsar una ley federal de protección a los animales.

Mant insistió en que las corridas de toros, novilladas, pamplonadas y actividades similares promueven la criminalidad, son éticamente incorrectos y no representan una industria rentable.

“No hay justificación ética para herir o matar, independientemente de que la crueldad no es catarsis, sino germen de violencia”, sostuvo la organización en un boletín.

“Buscar su abolición no tiene que ver con una cuestión de gusto, sino de conciencia y búsqueda de la paz”, completó Larios, y argumentó que estudios criminológicos vinculan las conductas violentas con el maltrato a los animales en la infancia.

Como ejemplos, citó el caso del torero apodado Yeyo, quien purga en Coahuila una pena de 10 años de prisión por homicidio, y el reclamo de mujeres de Cuentepec, Morelos, porque sus esposos las golpeaban a ellas y a sus hijos al regresar de los rodeos.

México Antitaurino inició su nueva campaña con un foro-conferencia de prensa, donde se presentaron ponencias de Emma Saldaña, activista por los derechos de los animales, y el filósofo Alejandro Herrera, además del testimonio de un ex torero y documentos enviados por las organizaciones Stieren-vechten, de Bélgica, y Uncaged, de Gran Bretaña.

Crueldad y tortura

“Nadie puede ignorar hoy la crueldad que existe en las corridas de toros, le gusten o no, las entienda o no (...) y eso que llaman arte es una técnica de tortura comparable a las que se aplican a los humanos”, sostuvo Saldaña, e insistió en el carácter “fraudulento” de la práctica, al enumerar métodos utilizados antes, durante y después de la jornada.

La escritora y activista aseguró que antes de lanzar al toro al ruedo se le aplican palizas, purgas, golpes en genitales y limaduras de cuernos, para enbravecerlo en apariencia, pero también disminuir sus capacidades de defensa. Agregó que muchas veces el animal sobrevive paralizado, pero sensible, hasta su ejecución.

De su lado, Herrera ahondó sobre lo que éticamente significa la práctica de infligir dolor, y detalló los efectos de los instrumentos utilizados por toreros, banderilleros y picadores.

“No hay razones para pensar que las experiencias de dolor y temor sean demasiado diferentes entre el humano y otras especies, pero sí podemos afirmar que la presencia de un sistema nervioso hace que el toro sienta dolor”, indicó el filósofo, partiendo de las investigaciones de Charles Darwin sobre vertebrados.

Herrera también rebatió los argumentos de “tradición”, al sostener que sólo deben mantenerse las que sean moralmente correctas; “arte” y “gustos”, al dar prioridad a valores éticos sobre estéticos, y “generador de empleos”, al asegurar que sólo es rentable para Televisa y algunos empresarios, la concurrencia es alta sólo en fechas conmemorativas y los toreros son mal pagados.