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Ministro Molina en la entrega de las medallas al mérito en las Bellas Artes
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Noticias
La Opinión Coruña, 16 Octubre 2008.
Entrega de las Medallas de Oro al mérito en las Bellas Artes.
El Ministerio de Cultura entregó ayer las Medallas de Bellas Artes a 21 personalidades del mundo del cine, el circo, el teatro, la literatura, la música, la gastronomía y el toreo.
A. RODRÍGUEZ / M. PARDO. A CORUÑA. Veintiún premiados con veintiuna medallas de oro entregadas en el teatro Colón de A Coruña. Veintiún profesionales de las artes que, en palabras del Rey, "han hecho realidad aquel anhelo de perfección" expresado una vez por Picasso: "Pasar de una tela a otra, de ir siempre más lejos, más lejos". Y la ciudad donde el pintor malagueño dibujó aquella niña sentada con pies desnudos convirtió a los galardonados por el Ministerio de Cultura en sus nuevos vecinos y embajadores en el octavo centenario de la urbe y en la recta final del camino de la torre de Hércules para convertirse en Patrimonio Mundial.
El alcalde, Javier Losada, les otorgó tal condición en el discurso de apertura de la entrega de las distinciones en una ciudad "sinónimo de cultura y escenario privilegiado de sobresalientes manifestaciones artísticas". Enumeró el regidor: la interpretación de las sinfonías de Beethoven en vida del autor alemán, el primer rodaje de una película española, una urbe escenario de La Tribuna de Pardo Bazán, el faro romano más antiguo en funcionamiento y la primera exposición del joven Pablo Picasso.
De genio malagueño a estrella malagueña. Fue el actor y director Antonio Banderas el encargado de hablar por la veintena de premiados, un grupo al que se le "impone una reflexión sobre la vida y el tiempo que les ha tocado vivir". "Para el artista sólo existe el futuro", exclamó el intérprete, que se niega a que el reconocimiento se convierta en algo "insustancial" por "vanidad y autocomplacencia".
Entretanto su esposa, Melanie Griffith, lo grababa con el móvil desde un patio de butacas repleto de representantes políticos, militares, culturales y económicos. Concejales socialistas y populares eran las caras de la Corporación municipal. Ni rastro de un nacionalista. Ni siquiera de la concejala de Cultura, María Xosé Bravo, ni de su homóloga en el departamento autonómico, Ánxela Bugallo. Salvo dichas excepciones, se repetía la alineación titular de de las primeras filas: presidente de la Autoridad Portuaria, Macario Fernández-Alonso; director general y presidente de Caixa Galicia, José Luis Méndez y Mauro Varela; el rector de la Universidad, José María Barja; o la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino.
Hacia atrás: Isaac Díaz Pardo próximo a la escritora Yolanda Castaño, próxima a Lino Braxe, próximo a la poeta Luz Pozo Garza y al productor Manolo Gómez, de Dygra Films, y a Marta Rey y Teresa Porto, de la Fundación Barrié de la Maza y la Fundación Caixa Galicia.
Frente a ellos, en el escenario, una mesa presidida por doña Sofía y don Juan Carlos, que se mostró "agradado" por encontrarse de nuevo en en la ciudad y en Galicia, "puerta al Atlántico a Europa y a toda América, que conforma desde antiguo un foco vivo de cultura".
A su lado, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; el presidente de la Diputación de
A Coruña, Salvador Fernández Moreda; y el ministro de Cultura, César Antonio Molina, que fue el encargado de loar a los premiados, comenzando por el
"maestro de escritores" Jorge Semprún, al que invitó a "sentirse bien" en la tierra de Camilo José Cela, Torrente Ballester, Rosalía de Castro, Castelao y
Salvador de Madariaga. Palabras de alabanza para Helga de Alvear -una de las galeristas más veteranas "referente en el arte contemporáneo español de las últimas décadas"- y para el ex director del Museo del Prado Alfonso Emilio Pérez Sánchez.
Roberto Verino fue el siguiente como "impulsor y protagonista principal de la moda española de los últimos veinte años". Recordó Molina el binomio inspiración y trabajo acuñado por Picasso para referirse al diseñador, uno de los tres gallegos presentes en la lista de reconocimientos. La segunda, Luz Casal, "la gran diva española de la canción" de la que dijo ser "fiel seguidor" que espera "con entusiasmo" su próximo trabajo. Por último, la Asociación Oleira de Buño, "la cerámica gallega que mejor conserva las formas autóctonas patrimoniales".
Tres ausentes en la entrega de premios, "por motivos profesionales", todos ellos vinculados a la música culta: la soprano Cecilia Bartoli, la pianista María João Pires y el director Daniel Baremboim, "ejemplo de fe en que es posible la reconciliación" a través de la orquesta israelí-palestina fundada junto a Edward Said.
Sí estaban el musicólogo Tomasi di Lampedusa y la coreógrafa cubana Alicia Alonso, "un hito del ballet clásico desde hace décadas". Comparte año de nacimiento, 1921, con otra de las galardonadas, Paulina Andreu, artista circense hija del payaso Charlie Rivel, reconocida por "una vida dedicada al arte del más difícil todavía".
No eran las veteranas. En diciembre cumplirá un siglo el
cineasta portugués Manoel de Oliveira, que poca ayuda necesita para seguir dirigiendo filmes y poca para recoger con sorprendente flexibilidad su diploma
caído al suelo.
Y más lugar para el cine y el
teatro. En primer lugar, para tres actores. El ministro de Cultura dio la bienvenida a Antonio Banderas a la tierra de Fernando Rey y María Casares. Para Marisa Paredes fueron los laureles por un "trabajo interpretativo extraordinario", al igual que para la veterana actriz teatral Berta Riaza, representante de la historia del teatro español de décadas desde aquellos primeros Estudio 1. Otro realizador completaba la nómina cinematográfica galardonada ayer, Antonio Isasi-Isasmendi.
Toreo y gastronomía, también artes en procura de la "belleza", "la elegancia, el mimo y el deleite". "¡Qué faena nos hizo José Tomás al marcharse!", lamentó el responsable de Cultura, "pero los toreros, como los poetas, nunca se retiran". "Sus faenas son monumentos ya de la historia del toreo, ese juego de prestidigitación de seda y acero con el que José Tomás, desde la quietud, busca de manera incansable la belleza", celebró Molina. Como celebró las creaciones gastronómicas de la cocinera española cinco estrellas, Carme Ruscalleda, que convierte platos "en verdaderas obras de arte".
El ministro puso fin al relatorio con sendos reconocimientos a la Fundación Telefónica -por sus iniciativas de acción social y cultural- y a la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional y el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. "Su vigilancia y su capacidad de intervención son imprescindibles para perseguir el robo y la expoliación", concluyó.
Entrega de las Medallas de Oro al mérito en las Bellas Artes.
El Ministerio de Cultura entregó ayer las Medallas de Bellas Artes a 21 personalidades del mundo del cine, el circo, el teatro, la literatura, la música, la gastronomía y el toreo.
A. RODRÍGUEZ / M. PARDO. A CORUÑA. Veintiún premiados con veintiuna medallas de oro entregadas en el teatro Colón de A Coruña. Veintiún profesionales de las artes que, en palabras del Rey, "han hecho realidad aquel anhelo de perfección" expresado una vez por Picasso: "Pasar de una tela a otra, de ir siempre más lejos, más lejos". Y la ciudad donde el pintor malagueño dibujó aquella niña sentada con pies desnudos convirtió a los galardonados por el Ministerio de Cultura en sus nuevos vecinos y embajadores en el octavo centenario de la urbe y en la recta final del camino de la torre de Hércules para convertirse en Patrimonio Mundial.
El alcalde, Javier Losada, les otorgó tal condición en el discurso de apertura de la entrega de las distinciones en una ciudad "sinónimo de cultura y escenario privilegiado de sobresalientes manifestaciones artísticas". Enumeró el regidor: la interpretación de las sinfonías de Beethoven en vida del autor alemán, el primer rodaje de una película española, una urbe escenario de La Tribuna de Pardo Bazán, el faro romano más antiguo en funcionamiento y la primera exposición del joven Pablo Picasso.
De genio malagueño a estrella malagueña. Fue el actor y director Antonio Banderas el encargado de hablar por la veintena de premiados, un grupo al que se le "impone una reflexión sobre la vida y el tiempo que les ha tocado vivir". "Para el artista sólo existe el futuro", exclamó el intérprete, que se niega a que el reconocimiento se convierta en algo "insustancial" por "vanidad y autocomplacencia".
Entretanto su esposa, Melanie Griffith, lo grababa con el móvil desde un patio de butacas repleto de representantes políticos, militares, culturales y económicos. Concejales socialistas y populares eran las caras de la Corporación municipal. Ni rastro de un nacionalista. Ni siquiera de la concejala de Cultura, María Xosé Bravo, ni de su homóloga en el departamento autonómico, Ánxela Bugallo. Salvo dichas excepciones, se repetía la alineación titular de de las primeras filas: presidente de la Autoridad Portuaria, Macario Fernández-Alonso; director general y presidente de Caixa Galicia, José Luis Méndez y Mauro Varela; el rector de la Universidad, José María Barja; o la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino.
Hacia atrás: Isaac Díaz Pardo próximo a la escritora Yolanda Castaño, próxima a Lino Braxe, próximo a la poeta Luz Pozo Garza y al productor Manolo Gómez, de Dygra Films, y a Marta Rey y Teresa Porto, de la Fundación Barrié de la Maza y la Fundación Caixa Galicia.
Frente a ellos, en el escenario, una mesa presidida por doña Sofía y don Juan Carlos, que se mostró "agradado" por encontrarse de nuevo en en la ciudad y en Galicia, "puerta al Atlántico a Europa y a toda América, que conforma desde antiguo un foco vivo de cultura".
A su lado, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; el presidente de la Diputación de
A Coruña, Salvador Fernández Moreda; y el ministro de Cultura, César Antonio Molina, que fue el encargado de loar a los premiados, comenzando por el
"maestro de escritores" Jorge Semprún, al que invitó a "sentirse bien" en la tierra de Camilo José Cela, Torrente Ballester, Rosalía de Castro, Castelao y
Salvador de Madariaga. Palabras de alabanza para Helga de Alvear -una de las galeristas más veteranas "referente en el arte contemporáneo español de las últimas décadas"- y para el ex director del Museo del Prado Alfonso Emilio Pérez Sánchez.
Roberto Verino fue el siguiente como "impulsor y protagonista principal de la moda española de los últimos veinte años". Recordó Molina el binomio inspiración y trabajo acuñado por Picasso para referirse al diseñador, uno de los tres gallegos presentes en la lista de reconocimientos. La segunda, Luz Casal, "la gran diva española de la canción" de la que dijo ser "fiel seguidor" que espera "con entusiasmo" su próximo trabajo. Por último, la Asociación Oleira de Buño, "la cerámica gallega que mejor conserva las formas autóctonas patrimoniales".
Tres ausentes en la entrega de premios, "por motivos profesionales", todos ellos vinculados a la música culta: la soprano Cecilia Bartoli, la pianista María João Pires y el director Daniel Baremboim, "ejemplo de fe en que es posible la reconciliación" a través de la orquesta israelí-palestina fundada junto a Edward Said.
Sí estaban el musicólogo Tomasi di Lampedusa y la coreógrafa cubana Alicia Alonso, "un hito del ballet clásico desde hace décadas". Comparte año de nacimiento, 1921, con otra de las galardonadas, Paulina Andreu, artista circense hija del payaso Charlie Rivel, reconocida por "una vida dedicada al arte del más difícil todavía".
No eran las veteranas. En diciembre cumplirá un siglo el
cineasta portugués Manoel de Oliveira, que poca ayuda necesita para seguir dirigiendo filmes y poca para recoger con sorprendente flexibilidad su diploma
caído al suelo.
Y más lugar para el cine y el
teatro. En primer lugar, para tres actores. El ministro de Cultura dio la bienvenida a Antonio Banderas a la tierra de Fernando Rey y María Casares. Para Marisa Paredes fueron los laureles por un "trabajo interpretativo extraordinario", al igual que para la veterana actriz teatral Berta Riaza, representante de la historia del teatro español de décadas desde aquellos primeros Estudio 1. Otro realizador completaba la nómina cinematográfica galardonada ayer, Antonio Isasi-Isasmendi.
Toreo y gastronomía, también artes en procura de la "belleza", "la elegancia, el mimo y el deleite". "¡Qué faena nos hizo José Tomás al marcharse!", lamentó el responsable de Cultura, "pero los toreros, como los poetas, nunca se retiran". "Sus faenas son monumentos ya de la historia del toreo, ese juego de prestidigitación de seda y acero con el que José Tomás, desde la quietud, busca de manera incansable la belleza", celebró Molina. Como celebró las creaciones gastronómicas de la cocinera española cinco estrellas, Carme Ruscalleda, que convierte platos "en verdaderas obras de arte".
El ministro puso fin al relatorio con sendos reconocimientos a la Fundación Telefónica -por sus iniciativas de acción social y cultural- y a la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional y el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. "Su vigilancia y su capacidad de intervención son imprescindibles para perseguir el robo y la expoliación", concluyó.
