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Mucho más que un fiel compañero
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La Asociación de Usuarios de perros guías de Andalucía inicia en la localidad de Loja una campaña para dar a conocer la labor de estos canes y cómo hay que tratarlos
EN Andalucía, unas 130 personas con algún tipo de deficiencia visual cuentan, a diario, con un perro guía que facilita sus desplazamientos y movilidad por el casco urbano. Pero, existen muchas más personas que requieren y demandan este servicio que se gestiona a través de la Fundación Once. Para disponer de un perro guía adiestrado hay que superar interminables listas de espera. Tampoco ayuda mucho que haya una única escuela encargada del adiestramiento de animales en España
Mejor vida
Para dar a conocer la labor de estos, la asociación de usuarios de perros guía de Andalucía participa hasta hoy en Loja en una singular iniciativa de promoción y difusión de la labor del perro guía. Aparte de enseñar a los ciudadanos cómo trabajan, la asociación muestra cómo tratar a estos fieles compañeros.
Además de hacerte la vida más llevadera, los perros guía son garantía de seguridad e independencia en los desplazamientos por lo que cada vez son más las personas ciegas que se deciden por este compañero, sostiene Antonio Fernández, presidente de dicho colectivo. «No sólo basta con dejarse llevar por el animal, hay que saber tratarlo».
Y no todos los perros sirven para este oficio. Según Fernández estos animales deben tener un carácter muy especial, ser equilibrados, obedientes y tranquilos. «Por este motivo, las razas que se emplean habitualmente son el labrador retriever, el pastor alemán y el golden retriever». No obstante, dentro de estas razas, no todos los ejemplares sirven para este fin, por lo que se desarrolla un proceso que comienza en el departamento de crianza donde se realizan los cruces idóneos para conseguir el perro deseado y seguro que el mejor amigo del hombre para sus usuarios.
La exhibición de ayer fue de lo más concurrida. Una treintena de canes de raza labrador y pastor alemán guiaron a sus usuarios por la avenida de Los Ángeles sorteando a su paso todo tipo de obstáculos que cualquier viandante se puede encontrar. Durante la jornada este colectivo celebró su asamblea general y durante la mañana de hoy harán una salida al campo.
Protección
Desde la Asociación de Usuarios se hace especial hincapié en que la legislación española protege el acceso de estos animales a establecimientos, recintos y medios de transporte públicos contemplando importantes sanciones para quienes incumplan esas normas legales. La ley también protege con celo el bienestar del animal, apunta.
El período de entrenamiento de un perro guía es largo y costoso. Todo el proceso, desde el nacimiento de un perro hasta que llega a las manos de un usuario cuesta unos 30.000 euros si bien la persona que lo requiera puede acceder a él de forma gratuita mediante un contrato de préstamo que se puede rescindir por parte de la Fundación Once que facilita, anualmente, un centenar de ellos.
El proceso de adiestramiento se inicia con una primera etapa de socialización de cachorros. Se trata de que el futuro perro-guía consiga el máximo nivel de integración social, y para ello el cachorro debe crecer en una familia. Es el personal de la Fundación quien decide si tu casa y familia reúnen las condiciones necesarias. Por ejemplo, vivir dentro de la casa, acudir a tiendas, transportes públicos, etcétera. Durante la segunda etapa, hasta los 18 meses, los cachorros pasan al departamento de entrenamiento avanzado, donde van a adquirir los conocimientos más especializados. En el transcurso de este ciclo se evalúa el avance que han experimentado con el fin de conocer si tienen las aptitudes necesarias para convertirse en un buen perro-guía. Y por último se selecciona al usuario; tras un «acoplamiento» de tres semanas se sabrá si ha funcionado la unión entre ambos, ya que se les hace pasar por todo tipo de situaciones.
Los usuarios de perros guías también deben superar una serie de pruebas pues no todos valen para tener como compañero a un perro-guía. Depende de la movilidad del usuario y de una serie de informes médicos, sociológicos y psicológicos.
Mejor vida
Para dar a conocer la labor de estos, la asociación de usuarios de perros guía de Andalucía participa hasta hoy en Loja en una singular iniciativa de promoción y difusión de la labor del perro guía. Aparte de enseñar a los ciudadanos cómo trabajan, la asociación muestra cómo tratar a estos fieles compañeros.
Además de hacerte la vida más llevadera, los perros guía son garantía de seguridad e independencia en los desplazamientos por lo que cada vez son más las personas ciegas que se deciden por este compañero, sostiene Antonio Fernández, presidente de dicho colectivo. «No sólo basta con dejarse llevar por el animal, hay que saber tratarlo».
Y no todos los perros sirven para este oficio. Según Fernández estos animales deben tener un carácter muy especial, ser equilibrados, obedientes y tranquilos. «Por este motivo, las razas que se emplean habitualmente son el labrador retriever, el pastor alemán y el golden retriever». No obstante, dentro de estas razas, no todos los ejemplares sirven para este fin, por lo que se desarrolla un proceso que comienza en el departamento de crianza donde se realizan los cruces idóneos para conseguir el perro deseado y seguro que el mejor amigo del hombre para sus usuarios.
La exhibición de ayer fue de lo más concurrida. Una treintena de canes de raza labrador y pastor alemán guiaron a sus usuarios por la avenida de Los Ángeles sorteando a su paso todo tipo de obstáculos que cualquier viandante se puede encontrar. Durante la jornada este colectivo celebró su asamblea general y durante la mañana de hoy harán una salida al campo.
Protección
Desde la Asociación de Usuarios se hace especial hincapié en que la legislación española protege el acceso de estos animales a establecimientos, recintos y medios de transporte públicos contemplando importantes sanciones para quienes incumplan esas normas legales. La ley también protege con celo el bienestar del animal, apunta.
El período de entrenamiento de un perro guía es largo y costoso. Todo el proceso, desde el nacimiento de un perro hasta que llega a las manos de un usuario cuesta unos 30.000 euros si bien la persona que lo requiera puede acceder a él de forma gratuita mediante un contrato de préstamo que se puede rescindir por parte de la Fundación Once que facilita, anualmente, un centenar de ellos.
El proceso de adiestramiento se inicia con una primera etapa de socialización de cachorros. Se trata de que el futuro perro-guía consiga el máximo nivel de integración social, y para ello el cachorro debe crecer en una familia. Es el personal de la Fundación quien decide si tu casa y familia reúnen las condiciones necesarias. Por ejemplo, vivir dentro de la casa, acudir a tiendas, transportes públicos, etcétera. Durante la segunda etapa, hasta los 18 meses, los cachorros pasan al departamento de entrenamiento avanzado, donde van a adquirir los conocimientos más especializados. En el transcurso de este ciclo se evalúa el avance que han experimentado con el fin de conocer si tienen las aptitudes necesarias para convertirse en un buen perro-guía. Y por último se selecciona al usuario; tras un «acoplamiento» de tres semanas se sabrá si ha funcionado la unión entre ambos, ya que se les hace pasar por todo tipo de situaciones.
Los usuarios de perros guías también deben superar una serie de pruebas pues no todos valen para tener como compañero a un perro-guía. Depende de la movilidad del usuario y de una serie de informes médicos, sociológicos y psicológicos.
